Menores con derechos, familias más fuertes - LJA Aguascalientes
24/11/2024

Las niñas, niños y adolescentes tienen iguales derechos que los adultos. Así lo establece el artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sin embargo, de forma continua y, en mayor medida, los grupos vulnerables como las personas menores de edad, ven quebrantados sus derechos fundamentales. Cuando una sociedad permite injusticias hacia los menores, no solamente declina su obligación ante la niñez y la juventud, sino que además atenta directamente contra la familia, la estructura básica de nuestra comunidad.

Todos los integrantes de la sociedad de Aguascalientes podemos y debemos hacer más para proteger los derechos, la integridad física y moral de los menores en todo el estado. Evitar abusos e injusticias, preservar las mejores condiciones para el desarrollo pleno de los menores, salvaguardar sus derechos, constituye el cimiento de nuestra sociedad.

En ese sentido, garantizar los derechos de los menores, fortalece a las familias.

El Estado, los padres y tutores, en colaboración, somos responsables de dar continuidad a nuestro compromiso de acción en favor de la niñez. En la cohesión familiar y el goce pleno de los derechos de todos sus integrantes, distinguimos nuestra mayor fortaleza para superar las adversidades y construir juntos un futuro mejor para Aguascalientes.

De este contexto emana la reciente aprobación de la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes para el Estado de Aguascalientes. Se trata de una armonización con la Ley General aprobada recientemente por el Congreso de la Unión, que en primera instancia se desprende de la reforma constitucional en materia de Derechos Humanos.

Dicha reforma propone un cambio esencial en los principios de interpretación de derechos humanos: el principio pro persona. Esto quiere decir que nuestras leyes deben contener mecanismos de interpretación y aplicación que conduzcan a una eficaz y efectiva protección de las personas. Atender la naturaleza específica de los derechos humanos es hoy la medida de toda legislación.

El carácter irrenunciable de los derechos humanos significa que en ningún momento dejamos de tenerlos. Nacemos, crecemos y morimos con derechos. Nunca nos desprendemos de ellos. Sus derechos acompañan a los menores en todo momento. Los siguen a la escuela, la calle, los espacios públicos y privados. Van a donde las niñas, niños y adolescentes vayan. Por ello, el seno familiar, como espacio cardinal del desarrollo de los menores, será un lugar primordial para fomentar su bienestar y preservar sus derechos.

Con la nueva legislación, el Estado no entra a los hogares, sólo los derechos de los menores. En ese sentido, procurar el interés superior de la niñez, nos refiere a la garantía de los derechos de las niñas, niños y adolescentes desde una perspectiva integral y transversal, que converge en una matriz de derechos humanos, conductas sociales y políticas públicas. En pocas palabras, los derechos humanos deben ser efectivos en todo momento y lugar.

Por ello, era muy importante “reconocer a niñas, niños y adolescentes como titulares de derechos, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad”. La nueva legislación tiene como propósito defender el ejercicio pleno, respeto, protección y promoción de sus derechos. Los que les otorga la Constitución y aquellos que se contemplen en tratados internacionales de los que México forme parte. Por lo cual, será preciso armonizar diversos ordenamientos jurídicos e incidir en el diseño de políticas públicas que armonicen y faciliten la aplicación práctica de esta reforma.


Los tres poderes y los tres niveles de gobierno, el Estado mexicano y todos los integrantes de la sociedad, somos hoy responsables de ser avales de la protección de los derechos de los menores, además de prevenir y restituir integralmente sus derechos cuando sean vulnerados.

La Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes para el Estado de Aguascalientes, protege el derecho de los menores a la identidad, a la participación, a la igualdad, a no ser discriminado, a una vida libre de violencia, a la inclusión, al respeto de su libertad e intimidad. Promueve que se tomen en cuenta sus opiniones y accedan a la información. Estos cambios demandan un esfuerzo familiar, institucional y colectivo para preservar sus derechos en las esferas afectiva, educativa, cultural, ética, en su salud física y mental.

En Aguascalientes, estamos llamados a formar un frente común, sociedad e instituciones, para elevar la calidad de vida de nuestros niños y adolescentes. Es vital que actuemos de manera decidida en la defensa de sus derechos, para que colectivamente promovamos el desarrollo integral de la niñez y la juventud.

Garantizar los derechos de los menores es fortalecer a las familias y construir una mejor sociedad. Nuestra democracia necesita ciudadanos comprometidos y preparados para cumplir sus más anhelados ideales.

En este escenario, la sociedad -el conjunto de quienes integramos las familias y las instituciones públicas y privadas- está convocada a convertirse en semillero de ciudadanos libres, con derechos y obligaciones; individuos sanos, educados, solidarios, con valores cívicos y éticos, que desarrollan todo su potencial como personas y se comprometen en la continua transformación y mejora de nuestro entorno social.

Defender los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes, es desarrollar nuestras competencias sociales para edificar una ciudadanía más responsable, tolerante y participativa. Es fundamento de un mejor país.


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