Las tradiciones políticas que debemos cambiar / Piel curtida - LJA Aguascalientes
25/04/2025

Desde que tengo memoria, los días que hay elecciones nunca se hace desayuno en casa. Una taquiza es algo muy tradicional en México, y también lo es durante periodo electoral, cuando los políticos chapados a la antigua continúan bajo la formación de la vieja escuela del autoritarismo, la violencia y que considera cínicamente que la ciudadanía vende su voto por los mejores espejitos. En el país se plantea un nuevo panorama político, pero en Aguascalientes parece que todo sigue igual, falta de interés por informarse, una pueril “alternancia”, además de chicharrón, frijoles, nopalitos, café y pan dulce. En casa, cuando existe jornada electoral no hay preocupación por qué almorzaremos, sin embargo, espero que esta tradición se diluya.

Aunque los partidos tradicionales -PRI, PAN y PRD- siguen a la cabeza según los resultados preliminares del Instituto Nacional Electoral, Morena se posiciona como cuarta fuerza electoral y los votos nulos están mostrando un porcentaje importante, mayor al que obtuvo cada uno de los partidos del Trabajo, el de Encuentro Social, Humanista y Nueva Alianza, y a casi dos puntos porcentuales de los acumulados por Movimiento Ciudadano. Las anulaciones simplemente se desechan, pero también representan la falta de legitimidad del proceso electoral en México, ya sea por el aislamiento político que no da respuestas a ciertos grupos, como en el caso del sureste del país -que desde el nacimiento del México independiente ha sido relegado y su realidad poco considerada para reestructuraciones sistémicas, incluso por Benito Juárez- o por los discursos introyectados a favor del anulismo o el abstencionismo que simplemente beneficia a los sectores políticos tradicionales. Por ejemplo, de acuerdo al PREP, si los votos nulos se sumaran a Morena o a Movimiento Ciudadano, alguno de los dos se hubiese convertido en tercera fuerza, desplazando al PRD. Y ¿en qué nos beneficia si “todos los políticos son iguales”?, en lo que respecta a la elección de diputados y senadores, a una mayor diversidad, a un cuerpo legislativo de controles y contrapesos -como el que tanto defendía Montesquieu–, que suavizara los posicionamientos, agendas e intereses de los cuerpos políticos.

En contraste, los medios de comunicación y algunos sectores de la sociedad se dicen sorprendidos y con grandes expectativas por los candidatos independientes que se observan como ganadores de acuerdo al PREP: Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, por la gubernatura de Nuevo León; Manuel Clouthier, por una diputación federal; y en especial, Pedro Kumamoto, por el distrito 10 local de Zapopan, Jalisco. Aunque cada uno requirió necesariamente una plataforma y carrera política, uno como exmilitante del PRI y otro hijo del excandidato presidencial del PAN, Manuel Clouthier, el caso de Kumamoto es sobresaliente; aunque tuvo gran soporte gracias a que fue presidente de la Unión de Sociedades de Alumnos del ITESO, a sus 25 años de edad logró aglomerar a representantes de sectores que le dieron soporte a su plan de trabajo, como académicos, empresarios y activistas sociales. Si bien, el uso de propaganda digital fue un elemento base en sus campañas, uno de los de mayor relevancia fue su capacidad de representación, el ser observados por los votantes como uno de ellos o siendo respaldados por aquellos con carisma, legitimidad o reconocimiento. ¿Qué les depara a los ganadores por candidaturas independientes?

Debido a la coyuntura nacional, estos candidatos independientes deberán responder de manera honesta y efectiva a sus propuestas, así como a las demandas de la sociedad con apego a los derechos individuales y humanos, para lo cual será menester que se apoyen en un grupo de trabajo de gran envergadura que logre materializar una opción democrática que tanto se había pugnado en el país: la posibilidad de participar en la política formal por cuenta propia.

Los servidores públicos de primer nivel, en principio, representan a la población y su electorado, pero también requieren de un equipo profesional que les permita el cabildeo, la gestión y la defensa de iniciativas, en especial para los procedentes de partidos con poca presencia, de reciente creación y aún más los que ganan por la vía independiente, pues se enfrentarán a todo un sistema de negociaciones y clientelismo de abolengo, por lo que requieren de los llamados laboratorios de inteligencia (Think tanks) y la experiencia de los burócratas -los “godinez” de los poderes de la Unión- para la materialización de proyectos. Para que de esta forma se consolide un binomio de representatividad que oriente el bien común desde el interior de la ciudadanía y la profesionalización de la actividad política con ayuda de grupos de investigación, técnicos y de consulta.

Esto se presenta como un panorama aliciente para la vida democrática de México, pero al contrario, también se observa el hartazgo de la población, que no sólo está indignada tras un escritorio mientras toma un café de Starbucks. Muestra de ello fueron los fenómenos suscitados en Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Personalmente me opongo a cualquier tipo de agresión, incluso a la llamada “de causa”, pero lo que presenciamos simplemente es resultado de la incapacidad del Estado para la administración de la violencia y dar respuesta a la demanda de justicia y desarrollo integral descentralizado y segmentado de acuerdo a las necesidades particulares de regiones y grupos. Será que algún día se recobrará, o mejor dicho, ¿se construirá una República justa y equitativa, que ofrezca igualdad de oportunidades y asegure la dignidad y la paz para su población? Tal vez con este periodo electoral iniciemos a ser testigos de un juego político más equilibrado, con una mayor alternancia y de una ciudadanía política, no sólo en lo procedimental; mientras tanto, los partidarios del anulismo y el abstencionismo deberán reflexionar sobre sus resultados, los candidatos independientes ganadores tendrán que reconocer que la sociedad mexicana estará observándolos de cerca, y tal vez los partidos políticos de tradición por fin consideren que este país ya no puede seguir dando sustento a las familias de la clase política, que los servidores públicos deben realizar sus labores con celeridad, compromiso y resultados.

En Aguascalientes seguimos estancados, pues lo tradicional sigue de pie y con fuerza, sólo moviéndose entre el PRI y el PAN, eternos ganadores; tal vez en algunos años impulsemos la modernidad y derribemos la tradición que no nos deja avanzar y construir nuevas oportunidades.

montoya.acevez@gmail.com

Twitter: @m_acevez


 


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