- La CEDH investiga el caso pero por la tensión que hay en estos espacios, la resolución tiende a complicarse en tiempos
- Hay 10 investigaciones más en Ceresos y una recomendación al de El Llano por falta de vigilancia
Tras el anuncio del ciudadano Héctor Javier Murillo Venegas de las agresiones que recibió al interior de uno de los Centros de Reinserción Social (Cereso) de Aguascalientes, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) recibió la queja, por lo que se aseguró que la investigación ya está encaminada, sin embargo, por la tensión que hay en estos espacios, la resolución tiende a complicarse en tiempos.
El ombudsman Jesús Eduardo Martín Jáuregui puntualizó que no es el único caso que está en atención de la Comisión pero sí uno de los más complicados, porque finalmente los testigos que pueda haber son personas cercanas a los acusados o internos que pueden temer a posibles revanchas, “no es fácil porque no hay muchas maneras de acreditarlo o desacreditarlo”, es por ello que se les ha solicitado a los Centros que al ingresar a cada reo, se le haga un estudio médico completo para determinar qué problemas tiene antes de ser interno, y en caso de haber alguna queja posterior, pueda corroborarse que no tenía problemas de salud.
Se reconoció que en algunos centros se les ha mencionado la existencia de ciertas prácticas no respetables, llamadas “novatadas de bienvenida”, consisten en que al interno recién llegado se le sorprende con una cobija, lo tiran al suelo y lo golpean sin que observe quiénes son los responsables, “estas son quejas comunes reportadas”, de hecho ya hay una recomendación al Cereso de El Llano por falta de vigilancia ante afectaciones a un interno por este tipo de “juegos”.
Hasta la fecha no se ha emplazado ninguna orden ni recomendación por el caso el ciudadano Murillo Venegas, hasta que se tengan los elementos suficientes, “ahorita aún estamos en esa investigación, hay que llamar a los custodios y posibles testigos”. Se explicó que en cuanto a la reparación del daño ahora es más efectivo con la reforma que tuvo la ley local, “la personalidad del estado ya no es una subsidiaria sino solidaria, esto es un avance porque ahora puedes demandarle al estado por los daños que produzca sus empleados y el estado a su vez atiende a los responsables”.
En lo general, la CEDH realiza visitas constantes a estos centros para reafirmar que el respeto a los derechos humanos de los internos no se esté violando. El registro del organismo muestra alrededor de diez investigaciones de entre 2014 y 2015, cinco por iniciar y cuatro consignaciones recibidas por parte de los jueces que están en análisis para empezar a investigar; así como un caso de una persona que ya no está interna en el estado, sino en un penal de alta seguridad, pero se queja de haber sido objeto de malos tratos en un Cereso local.
Aunque el estatus de un Cereso es de carácter complicado, Martín Jáuregui destaca tener uno de los mejores sistemas penitenciarios del país, pues a comparación del resto, en la entidad no hay el famoso “autogobierno”, el cual consiste en que los propios reos se convierten en parte de la administración del lugar, “luego son los que deciden cómo se mueve el centro, quienes comen, quienes no, quienes reciben visitas o licencias, eso afortunadamente no lo tenemos”.
En lo general, las quejas son más por malos tratos que se derivan de enfrentamientos entre internos, pero al no haber muchas opciones de sanción (cómo sanciones a alguien que ya tiene todas las existentes), algunos custodios se rigen por el aislamiento o privación de visitas. La CEDH se ha pronunciado en contra de estos últimos al considerar que agravan la presión del interno con lo que se evita su reinserción a un modelo social.