Estimado lector, estamos tan acostumbrados a hablar de objetivos y de situaciones que realizar y que lograr que se nos olvida la importancia que tienen los objetivos y sobre todo, la importancia que radica en que dichos objetivos sean realistas, y que se cumplan.
Para poder lograr esto primero debemos diferenciar entre un sueño y un objetivo. Un sueño siempre está antecedido por las palabras “algún día…”, “voy a lograr X cosa…. En el futuro” y otras similares. ¿Por qué digo que es un sueño? Porque se dice nada más algún día. Es un poco como la película de Jack Nicholson y Morgan Freeman The Bucket List. El millonario no tenía nada por qué vivir, pero había hecho mil cosas. El profesor tenía su lista de lo que quería hacer antes de morir, pero nunca lo había hecho porque “la vida lo llevó por otro destino”. Lo cierto es que la vida nos lleva a donde nosotros queremos y si esa lista para antes de morir no se le ponen fechas, no se convierten en objetivos, siempre seguirán siendo solamente sueños.
Los objetivos deben tener ciertas características para que se les pueda considerar como tales, y sobre todo, para que se puedan realizar. Hay que recordar que un objetivo que no rete, que no sea alcanzable en este momento pero pueda ser alcanzable en el futuro, no se logrará, y por el contrario, si es demasiado ambicioso, llevará a la depresión total.
A continuación daremos a conocer algunas de las características de los objetivos:
- Deben ser específicos. Claramente deben mostrar qué se quiere lograr, no ser ambiguos, sino que al leerse, pueda definirse muy bien la meta a realizar.
- Medibles. Los objetivos deben poder medirse para dos situaciones específicas, la primera de ellas, si hay una desviación poder detectarla a tiempo y regresar al camino inicial, y dos, para visualizar qué tan lejos o cerca se está del logro del objetivo.
- Alcanzable. Esto es vital. El objetivo debe ser alcanzable en el mediano plazo. Si el objetivo es inalcanzable, entonces no sólo se quedará inconcluso y los esfuerzos habrán sido vanos, sino que también la moral y la autoestima de los involucrados será pésima debido a ese fracaso.
- Realista. Que no sólo se alcanzable, sino que sea lo más realista posible de acuerdo a la situación actual de la empresa, de las personas y del equipo a lograr el objetivo.
- Tiempo. Debe tener un tiempo de ejecución, sino se hará eterno el mismo. El tiempo debe ser el justo, ni muy poco para que se hagan las cosas deprisa y mal hechas, ni muy largo de modo de que parezca un proyecto interminable.
- Retador. El objetivo debe retar a los involucrados, sin esta característica se puede dejar de lado.
- Legal. Muy importante, que el objetivo está basado en la legalidad.
- Responsable con el medio ambiente. Cuantos proyectos y objetivos empresariales pasan por encima del medio ambiente siendo que como dice el papa Francisco, nos estamos acabando la creación y es la única que hay.
- Acordado. El objetivo debe ser acordado y puesto con claridad para todos los involucrados en el logro del mismo. Cuántas ocasiones hemos visto con tristeza que los objetivos nada más no progresan debido principalmente a que muchos de los integrantes son obligados, más que acordados para lograr el mismo.
- Grabado. El objetivo debe poder ser monitoreado mediante controles que sean grabados o que tengan el sustento para cualquier situación o circunstancia que pueda después ser auditada sin ningún problema.
- Positivo. El objetivo debe estar enunciado en positivo, ya que si lo tenemos en manera negativa de forma inconsciente no se logrará nada. Por eso cuando se quiere bajar de peso, en lugar de decir “Voy a bajar 4 kilos” que denota pérdida, negativismo, hay que mencionarlo como “Quiero pesar 70 kilos”, esta es positiva y más fácil de recordar, ya que la meta es tal cual un número, y la otra, se juega con el, “ahora perdi 2 kilos, y como gane medio kilo, ahí la llevo”.
- Comprendido. Todos los involucrados deben comprender a cabalidad lo que implica lograr ese objetivo y lo que tiene que hacerse para el logro del mismo.
- Relevante. Que tenga importancia para los que están involucrados en el mismo.
- Ética. Que tenga cierta responsabilidad ante sí mismo y ante las terceras personas que puedan ser afectadas por este objetivo.
Parecen muchas características, pero no hay nada peor que tratar de lograr un objetivo con poca o nula preparación. El 80% del éxito de un objetivo se basa en la preparación.