Estimado lector, estamos inmersos a nivel mundial en acciones relacionadas con los grandes intereses de las grandes potencias. El día 27 de mayo, en Zurich, Suiza, se detuvo, por órdenes de las autoridades estadounidenses, a varios altos dirigentes y ejecutivos de la FIFA acusados de corrupción y de manejos turbios, en cuanto a propinas y cohechos, para asignar contratos y sedes de futbol, a nivel mundial, a determinados países.
Pero veamos por qué se han involucrado en este asunto no sólo autoridades judiciales de Estados Unidos, sino varios más de Europa, como el primer ministro inglés David Cameron, que siempre ha sido un aliado incondicional del presidente norteamericano. Todo esto se ha desarrollado de una manera muy organizada y con tiempos perfectamente calculados y planeados, pues las detenciones se llevaron a cabo el 27 de mayo, y las elecciones del máximo dirigente de la FIFA Federación Internacional de Futbol Asociación fue el 29 de mayo, y a pesar de la inconformidad de las federaciones europeas, de Estados Unidos y algunos países afines, se reeligió Joseph Blatter. Al detener a siete dirigentes de la organización y a cuatro altos ejecutivos de empresas de mercadotecnia deportiva, presuntamente relacionados con tráfico de influencias y corrupción en la asignación de contratos, éste renunció el 2 de junio, dándose un plazo de meses para elegir al nuevo presidente -seguirá en el cargo hasta encontrar a su sustituto-, y ahora se han desencadenado las presiones de las federaciones europeas y asiáticas buscando el puesto para sus miembros.
Hablo de los fifos, en este caso representados por la procuradora general de Estados Unidos, Loretta Lynch; el director general del FBI, James Comey y el director general del Servicio Interno de Ingresos -IRS-, John Koskinen, los cuales informaron a nivel de conferencias de prensa, con alcances mundiales, las órdenes de aprehensión que habían librado contra las personas antes mencionadas, a pesar de que se encontraban en Suiza, en un acto verdaderamente preocupante de extra jurisdiccionalidad, con lo que vemos que ahora se han convertido en los policías del mundo y con resultados inmediatos.
Pues estos señores dijeron que estaban investigando desde el año 1991 a esta organización y que la investigación actual la comenzaron hace tres años, que tenían detectados actos de corrupción y desvíos por 150 millones de dólares en un lapso de 24 años. Algo extraño, pues a los bancos investigados por lavado de dinero el asunto les ha terminado en multas irrisorias, a pesar de haberse visto involucrados miles de millones de dólares. Y en el último caso de la manipulación de la tasa Libor, fue una multa simbólica y nadie en la cárcel, y el monto es infinitamente superior a lo que acusan a la FIFA.
Ante estos hechos se sospecha que a raíz de los problemas de los países europeos, y Estados Unidos contra Rusia por la anexión de Crimea y la guerra en Ucrania, y las acciones de aislar a Rusia e imponerle una serie de castigos económicos para debilitar su economía y castigarla por esos hechos (nunca se hizo nada con la invasión a Panamá, Granada, Afganistán, Irak, etc. contra Estados Unidos). Dentro de esto se pone en la mesa de discusiones el mundial de futbol de 2018 en Rusia, el cual dicen fue producto de una negociación fraudulenta, e igual el de 2022 en oriente medio -Qatar-; de inmediato Inglaterra se ha manifestado lista para el de 2018 y dicen que es lo correcto. Y otros países, entre ellos Estados Unidos, se declaran listos para el 2022. O sea que los fifos están listos para repartirse los despojos de la FIFA.
Es correcto que se deben de castigar hechos delictuosos de cualquier tipo y en cualquier organización. Lo que no se debe permitir es, como dicen los chinos a través de su agencia de noticias Xinhua, “la mezcla en el deporte de intereses geopolíticos”, y eso creo que es lo que está pasando. No pasará mucho tiempo sin que se sepa el desenlace y si los fifos se quedan con la FIFA.
Actualmente en América Latina los eventos y partidos importantes se celebran en los Estados Unidos. Al tiempo veremos si esto es el trasfondo de lo que pasará.