Enredos financieros / Hacer el bien a pesar de la adversidad - LJA Aguascalientes
25/04/2025

 

Estimado lector, una vez terminadas las elecciones, solo me detendré un momento para hacer una reflexión ante las mismas. La maquinaria priista de antaño funciona mejor que nunca, la mayoría en el Congreso la tienen casi asegurada con sus aliados, el Verde Ecologista que le gusta ir pisoteando la ley, y el partido Nueva Alianza que sin ser el partido de la fundadora Elba Esther sigue siendo incondicional al partido gobernante. Sorpresa para todos los que pensábamos que el desencanto de la población sería un voto de castigo. Y mayor sorpresa porque el desencanto del electorado se demostró NO yendo a votar en lugar de aplicar la presión de castigo con el voto. ¿Por qué ocurrió esto? Porque la oposición no supo dar con los mejores candidatos. Pero… ¿qué es ser un buen candidato? ¿el mejor preparado? ¿o el mediático pero ignorante? Parece que la opción es la segunda. Esa es la lectura al ver que ganó las elecciones a presidente municipal de Cuernavaca el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco. No cabe duda que tenemos el gobierno que la mayoría desea, y que la preparación deficiente de los maestros es una política de estado para mantener al pueblo ignorante para sus siniestros planes. Me dueles México, me dueles y mucho.

 

Cambiando de tema, y a propósito de esta reflexión y frases que he escuchado a partir de los resultados de las elecciones donde se ha puntualizado que es mejor ser transa que estudiar, que portarse bien o ser una persona “de bien” no deja ni da dividendos, y por el contrario, la camorra, la transa, la presión, son lo que dejará dividendos en el futuro inmediato, quiero puntualizar que es vital hacer el bien a pesar de la adversidad. Y no, no estoy siendo moralista, ni “mocho” (para aquellos que no saben de dónde viene esa palabra, proviene de la guerra de reforma, ya que Santa Anna convertido en conservador y defensor de la Iglesia, le faltaba una pierna y estaba “mocho”, por lo que el ejército liberal se mofaba de los que lo seguían diciendo “Ahí vienen los mochos”), ni quiero convencer a mis estimados lectores de cambiar de una religión a otra o de mi punto de vista moral y espiritual.

 

Es simplemente dar a conocer que hacer el bien en todos los sentidos (entendiendo por bien, lo correcto, lo debido, y otras cosas más) es redituable y deja económicamente bien a los que lo practican.

 

En Estados Unidos, una compañía de fondos de inversión se propuso hacer una sociedad de inversión, para que los que hicieran la inversión en el mismo, obtuvieran rendimientos sin culpa por hacerlo en empresas que tienen malas prácticas sociales como trastornos en la ecología o bien, trabajar en países donde esclavizan a su mano de obra. Al cabo de un año, se dieron cuenta con sorpresa que su fondo de inversión dio un rendimiento 80% mayor al del índice de la bolsa de Nueva York y que las empresas que formaban dicho fondo tenían un incremento promedio en sus ventas de 20% y en sus utilidades de un 40%.

 


En México, conozco casos de empresas que tienen como objetivo el que socialmente aunque no se les reconozca se viva el hacer el bien. Y les va muy bien, son líderes en su mercado, sus empleados están encantados con la misma empresa y tienen la camiseta muy bien puesta y no temen en defender la misma.

 

¿Cuántas veces hemos sido testigos de casos de corrupción empresarial que no son castigados pero que a la vuelta de la esquina la misma empresa cae en una espiral descendente que la hace quebrar? El otrora poderoso banco HSBC después de los escándalos recurrentes de lavado de dinero y corrupción ha visto disminuir su cuota en el mercado de manera significativa y está en aprietos actualmente a nivel mundial. La empresa OHL a la cual se la han fincado responsabilidades de corrupción en México ha visto caer su valor de mercado de manera significativa.

 

Y lo mejor de todo, es la facilidad de dormir tranquilo sin que la sociedad o alguien pueda señalar que se ha pisoteado a otro para llegar hasta donde está. La conciencia personal es el mayor juez y el más estricto que se conoce.

 

Haz el bien, pero no lo publiques en el Facebook ni lo des a conocer a los cuatro vientos, porque entonces no quieres hacer el bien, sino más bien, quieres que te eleven tu dañada autoestima.

 

A pesar de las adversidades, de lo que veo en el entorno, sigo pensando y practicando cada día aunque me cueste mucho trabajo, el hacer el bien en todas mis actividades. Espero te agrade esta pequeña reflexión, estimado lector, y que podamos construir a través de esta iniciativa un país más generoso, y menos corrupto.

 


Show Full Content
Previous It’s the economy, stupid (1/2) / Forma es fondo
Next El silencio nos grita algo / Letras ciudadanas
Close

NEXT STORY

Close

ITA presenta proyecto ante el Programa Integral de Fortalecimiento de los Institutos Tecnológicos

13/03/2013
Close