Casi una veintena de partidos políticos ha perdido su registro - LJA Aguascalientes
19/11/2024

  • El Partido Humanista y del Trabajo se sumarían a dicha cifra
  • A partir de que el Consejo General del INE apruebe el acuerdo, se realizará la liquidación
  • Sólo el PDM, PPS, PARM y Alternativa Socialdemócrata sobrevivieron a más de un proceso
  • 15 de los 19 partidos que perdieron el registro lo han hecho en su primera experiencia
  • Entre quienes alguna vez perdieron su registro, sólo el PVEM ha logrado mantenerlo

 

Luego de haber llevado a cabo la jornada electoral del pasado 7 de junio, el sistema político mexicano se enfrenta a una importante restructuración ya que hasta la fecha, según la normativa electoral, existen dos partidos que perderían su registro al quedar fuera de la esfera de disputa política en el país y enfrentándose a un procedimiento de liquidación, y segura incorporación a otras fuerzas políticas.

El caso del Partido del Trabajo y el Partido Humanista representa el último procedimiento de pérdida de registro desde 2009. Según el histórico de pérdida de registro de los partidos políticos nacionales, elaborado por el Instituto Federal Electoral (IFE) durante 2010, y que forma parte de los contenidos proporcionados por el Instituto Nacional Electoral (INE) en más de dos décadas, casi una veintena de partidos políticos ha perdido su registro; la mayoría de estos (15) lo ha hecho tras su participación en un solo proceso electoral, mientras que otros cuatro se involucraron de manera intermitente en la disputa política.

El Partido Demócrata Mexicano ha sido el que mayor número de veces ha tenido y perdido el registro. En tres ocasiones lo obtuvo y se ha tenido que enfrentar a procesos de disolución: en 1990 lo obtuvo y lo perdió en 1991; lo recuperó en 1993 para volverlo a perder en 1994 y finalmente obtenerlo de manera condicionada en 1996 y perderlo definitivamente en 1997. Aunque no se registra la misma dinámica, el Partido Cardenista, que anteriormente se denominó Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, da cuenta de un fenómeno similar: obtuvo su registro en 1987 y lo perdió 1997, lo que engrosó las filas del PRD.

Otros partidos que enfrentaron un fenómeno similar, aunque sólo con dos ocasiones de registro y pérdida del mismo, han sido el Partido Popular Socialista (PPS), quien tuvo su primer registro en 1948, de manos del exdirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Vicente Lombardo Toledano. Su historia estuvo llena de altibajos y pocos espacios de representación, relegado a un lugar de complementariedad del PRI, como partido oficialista, lo que le garantizó la conservación de su registro hasta muchos años después. La primera vez que perdió su registro fue en 1994; lo recuperó en 1996, perdiéndolo un año después, en 1997. De igual manera sucedió con el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM); lo obtuvo en 1954, como una dádiva del presidente Adolfo Ruiz Cortines. En 1994 se enfrentó a la primera pérdida de su registro, tras haberse negado a sumarse al movimiento encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas para fundar el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Lo recuperó en 1999 y tras postular a Porfirio Muñoz Ledo a la presidencia de la República en 2000, quien luego renunciaría a dicha aspiración, perdió su registro de manera definitiva ese mismo año. La historia se repite en el caso de los partidos Alianza Social y de la Sociedad Nacionalista, ambos fundados en 1999 y quedándose sin su registro en 2003, así como en el Partido Socialdemócrata, que inició llamándose Alternativa Socialdemócrata y Campesina, y después se transformó el Alternativa Socialdemócrata, que se registró en 2005 para postular a la misma Patricia Mercado como candidata a presidente de la República, tras la derrota perdió su registro en 2009.

De confirmarse la situación actual del PT, ese instituto político se enfrentaría a un fenómeno similar, ya que su historia marca que en 1991 había obtenido su registro, perdiéndolo el mismo año y volviéndolo a obtener para no perderlo hasta la tendencia que marcaría este 2015 luego de no alcanzar el umbral mínimo del tres por ciento, con 2.998 por ciento, 30 mil votos menos que el límite.

El resto de los partidos políticos que han perdido su registro sólo enfrentan un proceso electoral sin resultados positivos, como es el actual caso del Partido Humanista, que lo obtuviera en 2014 y lo pierde ahora en 2015. Al igual que este, hay otros como el Partido Revolucionario de los Trabajadores que obtuvo su registro en 1990 y lo perdió en 1991; el Partido de Centro Democrático, que fue fundado en 1999 por Manuel Camacho Solís, únicamente tuvo la oportunidad de postularse para presidente de la República en el 2000 y perdió su registro ese mismo año; el Partido Democracia Social, erigido por Gilberto Rincón Gallardo en 1999 y que también perdió su registro en 2000; el Partido México Posible, como principal antecesor del Partido Socialdemócrata, fue fundado por Patricia Mercado en 2002 y perdió su registro en 2003; el Partido Liberal Mexicano, basado en las ideologías anarquistas de los hermanos Flores Magón, precursores de la Revolución mexicana, tuvo su antecedente a principios del siglo XX pero se instituyó nuevamente en 2002, para perderlo un año después; y el Partido Fuerza Ciudadana que obtuvo su registro en 2002 y lo perdió en 2003, manteniéndose actualmente como asociación civil.

El procedimiento de pérdida de registro de los partidos políticos se encuentra contemplado en la legislación electoral federal, donde se establece un esquema mediante el que un interventor, designado por la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), lleve a cabo el seguimiento de la liquidación y entrega de los bienes con los que contaba el instituto político.

Entre los principales elementos que contempla dicho procedimiento, la normativa establece que se deberán de:


“Determinar las obligaciones laborales, fiscales y con proveedores o acreedores, a cargo del partido político en liquidación; determinar el monto de recursos o valor de los bienes susceptibles de ser utilizados para el cumplimiento de las obligaciones señaladas; ordenar lo necesario para cubrir las obligaciones que la ley determina en protección y beneficio de los trabajadores del partido político en liquidación; luego se cubrirán las obligaciones fiscales que correspondan; si quedasen recursos disponibles, se atenderán otras obligaciones contraídas y debidamente documentadas con proveedores y acreedores del partido político en liquidación; formular un informe de lo actuado que contendrá el balance de bienes y recursos remanentes, el informe será sometido a la aprobación del CG; una vez aprobado el informe, con el balance de liquidación del partido de que se trate, el interventor ordenará lo necesario a fin de cubrir las obligaciones determinadas, en el orden de prelación antes señalado; si realizado lo anterior quedasen bienes o recursos remanentes, los mismos serán adjudicados íntegramente a la Federación; en todo tiempo deberá garantizarse al partido político de que se trate, el ejercicio de las garantías que la Constitución y las leyes establecen para estos casos. Los acuerdos del CG serán impugnables ante el TEPJF.”

 


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