- Se les paga 70 pesos con 10 centavos por jornadas de más de 10 horas
- Mientras no haya organización entre gobiernos y campesinos jamás podrá desarrollarse el campo
“Es una burla para el campo los sueldos que tienen sus campesinos”, exclama el diputado guerrerense Roberto Cabrera Solís, secretario de la Comisión de Asuntos Indígenas y Rurales del Congreso de la Unión, esto tras haber asistido a diversas zonas de alto trabajo agrícola como San Quintín, Baja California y Sinaloa.
Para el legislador, en los lugares donde realmente están los que producen en el campo, se tienen registrados salarios de burla y miseria, por ejemplo los jornaleros de San Quintín que tienen un máximo de 70 pesos con 10 centavos por jornadas maratónicas de más de diez horas seguidas, “a mí no me la cuentan, yo vi los contratos y son una burla, un insulto a la dignidad de los trabajadores del campo”.
Invitó a la población a preguntarse por qué en décadas pasadas México tenía suficiente producción que hasta los chinos viajaban al país para investigar cuál era la forma de producciones; mientras que hoy se traen productos alimenticios de otros países a costos más elevados, acabando así con la poca producción mexicana.
Las dificultades son muchas y las soluciones casi nulas, a pesar de que los recursos que la federación entrega al sector se han canalizado de múltiples maneras a través de dependencias como Sagarpa o Seguot, desde la perspectiva de Cabrera Solís, no se han canalizado bien, pues a veces (en la mayoría de las ocasiones) se les da el apoyo económico a quienes no producen por amistades políticas, y a los que realmente se dedican a la producción en el campo les llega a cuentagotas o simplemente no les llega.
Por ello destaca la urgencia de que exista un verdadero compromiso tanto de los gobiernos municipales, estatales y federal como de las organizaciones civiles y agrícolas en general, para que sea una realidad el incremento de los recursos que el campo de México necesita para ser autosuficiente; mientras no haya recursos, aunque el campesino quiera producir, jamás podrá, pues le faltan muchos insumos como de las semillas y abonos, además de capacitaciones y conocimientos para la gestión.