¿Sabía usted que en la UAA se llevan a cabo juicios, con juzgador, fiscalía, defensores de oficio, testigos, peritos y toda la parafernalia? ¿No lo sabía? Pues ahora ya lo sabe.
Y es que en el ala norte de las instalaciones de la Universidad Autónoma de Aguascalientes se encuentra una Sala de Juicios Orales en la que los futuros abogados pueden simular esos novedosos -y realmente espectaculares- juicios. Así que el martes y el miércoles pasado, invitada por los alumnos del sexto semestre de la carrera de Derecho; estuve ahí tomando un delicioso café latte y presenciando mi primera audiencia de juicio oral.
El juez Morales Brand. Mucho había yo escuchado hablar del maestro José Luis Eloy Morales Brand: que si licenciatura con mención honorífica, que si maestría con Magna Cum Laude, que si Certificación de Suficiencia Investigadora con mención Sobresaliente; que si consultor y asesor para el Sistema de Justicia Penal Acusatorio y para Derechos Humanos ¡Oiga usted! Yo esperaba encontrar a uno de esos investigadores con aire de autosuficiencia y cara de infinita sapiencia, a los que a uno apena preguntar inclusive la hora, pero no. No fue así. El maestro José Luis Eloy Morales Brand entró a la Sala de Juicios Orales, en compañía de una treintena de alumnos, sin pose, ni postura, y en el doble papel de “juez” (del juicio a simular) y profesor de la treintena de jóvenes.
¡Corre grabación! Al iniciar la grabación de audio y video, comenzó también la audiencia, con la presentación de los alegatos de apertura de la fiscalía a cargo de Leticia Ramírez, Alejandro Varela y Diego Hernández. Luego haría lo propio la defensoría de oficio, a cargo de Efrén Alonso, Claudia C. Esparza y Yazmín Pérez. Después vinieron las pruebas testimoniales, periciales y materiales; todas ellas presentadas en la forma legal adecuada y que previamente se estudiara en el aula. Por supuesto que no faltó, en varias ocasiones, la pomposa exclamación ¡Objeción! tan utilizada en las series televisivas norteamericanas. A esas alturas de esa audiencia de juicio oral, aquello estaba bien interesante y francamente apasionante, tanto que la de la pluma, esperaba el momento oportuno para la espontánea reacción del público, como un murmullo, grito o desmayo dramático, pero afortunadamente privó la cordura y todo se desarrolló en santa paz.
Cuando vino la etapa final de los alegatos de cierre, yo ya tenía mi favorito para ganar esa didáctica audiencia de juicio oral, sin embargo, el maestro Morales Brand, dejó a todos bien claro que esa tarde la única ganancia era el aprendizaje y la mejor formación de nuestros futuros abogados ¡Ni hablar!
Sano juicio. Cuán sano resulta que en la Universidad Autónoma de Aguascalientes se cuenten con inmejorables condiciones informativas y formativas para las nuevas generaciones de profesionistas. Debo decir que cuando esta cocino-política estudió Derecho, todo era teoría jurídica y códigos. Una “clínica” consistía en la simple reproducción de documentos o escritos jurídicos. Ese tipo de “formación” nos mantenía muy lejanos de la práctica en un proceso, procedimiento o audiencia ¡Vaya! Nos formaba como profesionistas “de papel”, con enormes deficiencias en la práctica legal; por lo tanto, un egresado de entonces (al menos de la universidad a que yo acudí) debía aceptar un pago miserable en algún despacho legal, para que los abogados en ejercicio, sirvieran como modelo de ejercicio profesional. Luego entonces, al egresar de la carrera, a uno le esperaban varios años de penuria económica, hasta que se hubiera uno moldeado, con la consecuencia lógica de que también se reprodujeran las malas prácticas y los viejos vicios de la profesión ¡Hágame usted el favor!
Mis alegatos de cierre. No queda más que felicitar a la UAA por el esfuerzo material, para brindar a sus alumnos de la carrera de Derecho una Sala de Juicio Oral tan adecuada para su formación. Por acercar a estos jóvenes a académicos tan brillantes como Morales Brand, pero con esa calidad humana y esa capacidad para enseñar con paciencia a chicas y chicos tan jóvenes, lo que -sé por experiencia- no es nada fácil. Y por abrirnos sus puertas a la sociedad hidrocálida en este tipo de ejercicios, lo que cumple a cabalidad con esa expectativa de ser una luz que se prodiga, que nos alcanza y que nos ilumina a todas y todos.
¡Nos vemos en la próxima! Recuerde usted que en esta su cocina, no sólo se come. También se lee, se estudia y se conversa de todo, particularmente de política.
CODA. ¡Objeción! a las acciones en esta última etapa de campaña, de las y los candidatos que contienden por las diputaciones federales en Aguascalientes. Sólo hemos visto una disputa propagandística, francamente sucia y plena de infracciones a las normas que rigen la materia ¿Cómo pretende ser legislador (a) quien no respeta el derecho vigente? De pena ajena.