Si bien el panorama de Aguascalientes ha cambiado en el último lustro, existe el deseo colectivo de ampliar los avances alcanzados. A principios de esta década se realizaron diversos estudios y análisis para determinar la agenda legislativa y los planes de gobierno, tanto a nivel municipal como estatal. Se detectaron algunas variaciones -como es de esperar en valoraciones que parten de distintas metodologías- pero hubo una constante. Tres rubros fijaban las prioridades de los habitantes de nuestro estado: empleo, seguridad y calidad de vida.
Cinco años atrás, la inseguridad, el desempleo y el deterioro de la calidad de vida de los aguascalentenses motivaron un contundente respaldo a las candidaturas del PRI. Por dar un ejemplo, en 2011, el centro de análisis de políticas públicas México Evalúa, presentó el Índice de Víctimas Visibles e Invisibles de delitos graves (IVVI), integrado con información oficial, en el cual se colocaba a Aguascalientes en el nada honroso noveno lugar nacional en incidencia de crímenes violentos. Recuerdo que estos resultados sorprendieron a muchas personas. Los datos eran concluyentes: 2010 había sido el peor año en materia de seguridad del cual se tenga registro.
En una reciente evaluación del INEGI, con cifras del año pasado, los indicadores de seguridad nos ubican como uno de los dos estados con la menor tasa de homicidios en el país. Este mes, la asociación civil México ¿Cómo Vamos? presentó el Semáforo Económico. Dicho estudio revela que fuimos el estado que más contribuyó al desarrollo económico del país -crecimos más de 12 por ciento; incluso más que China-. Nuestro estado destacó porque generó más empleos, redujo su informalidad, la pobreza laboral y aumentó su productividad por encima del promedio nacional. De acuerdo al análisis de académicos y expertos, con base en datos duros, coinciden al colocar a Aguascalientes en el primer lugar de desempeño económico en 2014. Han concluido que hacer crecer la economía no basta, hace falta que el crecimiento sea sostenido y redistributivo. Invitan a otros estados de la República a emular los aciertos del nuestro en materia de desarrollo económico y generación de empleos.
Por otro lado, en el rubro de calidad de vida, varias instituciones de reconocido prestigio internacional, entre ellas el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ponen a Aguascalientes como un ejemplo en materia de políticas públicas de prevención social de la violencia y la delincuencia. El BID busca casos exitosos de transformación urbana que aborden programas multidimensionales de prevención y convivencia ciudadana. Al buscar en México, encontraron la Línea Verde, que es hoy en día un modelo internacional de recuperación de espacios públicos que generan un gran impacto en la calidad de vida de los ciudadanos.
En tan solo cinco años se transformó por completo el panorama de Aguascalientes. Antes de 2010, durante doce años, el espejismo del cambio y la acción irresponsable de gobierno detuvo nuestro desarrollo, frenó el bienestar colectivo y el avance de la economía. Recuperar el rumbo no fue fácil. Pero lo sabemos, en un abrir y cerrar de ojos, se puede extraviar la senda del desarrollo.
Por esta razón, de cara a las próximas elecciones, debemos preguntarnos qué cualidades necesitan tener las personas a quienes deleguemos la responsabilidad de representarnos en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
En Aguascalientes sabemos lo que no queremos. No queremos que regrese la inseguridad, el desempleo y la ausencia de política social con sentido humano; por el contrario, deseamos que continúen las acciones para elevar la calidad de vida, sobre todo de las personas y familias con mayor grado de marginación. Por ello, precisamos gestores eficaces en la asignación de mayores recursos para consolidar el desarrollo alcanzado, portavoces de un federalismo innovador y responsable, representantes con conocimiento y capacidad política, que continúen sumando voluntades para generar más progreso y bienestar en los ciudadanos, las familias y en la sociedad en su conjunto.
Sabemos que no se lucha eficazmente contra la violencia y el desempleo con ocurrencias, visiones parciales y simplistas. Se combaten con acciones eficaces, como las que han abanderado en los últimos cinco años, los servidores públicos emanados del PRI que fueron electos por los aguascalentenses.
La labor fundamental de consolidar los avances del estado exige una actitud proactiva y plena disposición a la construcción de consensos. En el Congreso de la Unión necesitamos que nos representen actores del cambio y gestores del fortalecimiento de la transformación social y el desarrollo económico que vive hoy en día Aguascalientes.
Las candidatas y los candidatos del PRI a diputados federales, de mayoría relativa y representación proporcional, se han caracterizado por favorecer el vínculo de esfuerzos. Saben trabajar por lo que más quieren los ciudadanos de Aguascalientes. Tienen la determinación, la preparación y la capacidad que se necesita para alcanzar los mejores resultados. Con su voto, el próximo 7 de junio, usted podrá decidir si continuamos avanzando.