- Ante temor a las denuncias, la CEDH conocerá el expediente armado por el Colectivo SerGay
- La homofobia emitida por los gobernantes cala de manera particular en la población
- Las autoridades cometen un error al no generar una materia educativa para fomentar la aceptación de la diversidad
20 asuntos procedentes de Jesús María y otros 46 de la capital. En los dos últimos años el Colectivo SerGay de Aguascalientes ha conocido 66 casos de agresiones escolares producidas por la intolerancia ante las diferencias sexuales.
No toda víctima, señaló Julián Elizalde Peña, titular de esta organización civil, se atreve a acudir a las autoridades.
“Creo que son temores que nacen de lo que han aprendido, de una cultura gubernamental corrupta” que relega esta clase de asuntos. Sin embargo la Comisión Estatal de Derechos Humanos se ha comprometido a intervenir después de recibir los reportes.
Elizalde insistió en que se trata de una materia que merece altas atenciones de la esfera oficial:
“El bullying homofóbico, sobre todo en la secundaria, es grave, es de un impacto lamentable porque muchos jóvenes llegan al suicidio por el rechazo y el acoso (…) en los trabajos también es algo muy común. Alguien comentaba que no hay reportes en la Comisión Estatal (de Derechos Humanos), a la gente le da miedo la denuncia, hay mucha gente que oculta su orientación sexual en sus trabajos por temor a que los corran.”
Las administraciones, consideró, han fallado por omisión al no incluir dentro de los planes de estudio alguna materia que fortalezca la aceptación de la diversidad sexual, racial y social.
Añadió que el Distrito Federal podría servir como ejemplo para Aguascalientes por los avances en el campo legislativo y en el de la educación.
El activista criticó la postura de funcionarios como el gobernador Carlos Lozano de la Torre, Blanca Rivera Río, presidente del DIF estatal, y el diputado Luis Fernando Muñoz López, quienes se han expresado en contra de temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Son palabras homofóbicas y que tienen un peso más grave en las personas porque son instituciones de gobierno. Los gobiernos tienen que garantizar los derechos humanos de la ciudadanía (…) como instituciones desafortunadamente llegan a mucha de la población, son voces llenas de odio, estigmas que se perpetúan en la sociedad y que finalmente repercuten en las personas que vivimos esta orientación sexual.”
La legislación local ha presentado algunas mejoras, apuntó Julián Elizalde. El Código Municipal de Aguascalientes menciona, desde noviembre de 2014, que no habrá discriminación en el Ayuntamiento por motivos de orientación sexual o identidad de género.
“Ahora falta que realmente lo lleven a la práctica, el reto que tiene el presidente municipal es que se implemente, se sensibilice a las instituciones, sobre todo a los cuerpos policiales, que son los principales perpetradores de violencia a los derechos humanos, específicamente de esta población.”
A los uniformados les faltaría capacitación para atender a los homosexuales que conviven en la vía pública, y para hacer lo propio cuando se dirigen a una mujer transgénero, cuyas identificaciones oficiales en ocasiones no coinciden con su apariencia física.