- La novela más radical, más ambiciosa y más difícil de leer: Julio Ortega
- La obra parte sobre todo de la idea de que la realidad está por ser inventada y el lenguaje es como una caja de herramientas que sirve para reconstruir la realidad que está mal hecha
En la celebración 40 años de Terra Nostra de Carlos Fuentes. Lectura dramatizada, realizada este martes 12 de mayo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, participaron la periodista y viuda del escritor, Silvia Lemus, el crítico y catedrático peruano Julio Ortega y el actor Xavier Mark. En su oportunidad, Julio Ortega consideró la obra de Carlos Fuentes como la más radical, la más ambiciosa y la más difícil de leer.
En este sentido, el crítico peruano señaló que quizá sea una novela imposible de leer, porque muchas personas terminan con otra lectura. Terra Nostra es una novela vigente que a 40 años de su publicación genera reflexiones en el estudio y análisis de la cultura hispana.
En Terra Nostra “los personajes no se explican por su pasado, se explican por su proyecto futuro, pues se están rehaciendo permanentemente, vienen de la historia, del mito, de la memoria y son personajes que se construyen a partir de elementos de la cultura popular”.
Para Julio Ortega la novela festejada parte sobre todo de la idea de que la realidad está por ser inventada y el lenguaje es como una caja de herramientas que sirve para reconstruir la realidad que está mal hecha.
“Cuarenta años después resulta más útil ahora. Está vigente, porque en la época en que apareció los modos de leer la realidad, la política, la historia, la sociología, las ciencias y cada una de las clases sociales, las razas, las naciones, daban la identidad a las personas”, indicó el catedrático en The University of Texas at Austin y Brandeis U.
Cuando alguien preguntaba cuál es tu identidad, pensabas en tu clase, en la familia. Ahora no es así. Hoy la identidad es la cultura, la cultura literaria, la artística, la cultura popular, la información, la tecnología, o sea que nos he mos liberado de esas genealogías.
Incluso el profesor de Literatura latinoamericana precisó que Pedro Páramo se explicaba por su padre; Juan Preciado, el héroe, se explica por el padre; Octavio Paz dijo que somos hijos de una violación. El pasado estaba traumáticamente definiendo a las personas. El primer libro que destruye esos mitos, la explicación de las personas por su pasado es obviamente Terra Nostra.
Comentó Julio Ortega que lo que él haría es subir Terra Nostra a internet, pues “es un hipertexto, está hecho con muchos textos”, incluso consideró que de pronto alguien podría inventar un programa para navegar Terra Nostra, lo cual le pareció interesante.
“Increíble el primer animal que soñó con otro animal”, así comenzó Silvia Lemus la referencia a las cuatro décadas de Terra Nostra, novela escrita por Carlos Fuentes y terminada en Francia en el año de 1975.
La periodista y viuda de Carlos Fuentes recordó que lo primero que escuchó sobre Terra Nostra fue Carne, esferas, ojos grises junto al Sena, el cual inicia así:
“Increíble el primer animal que soñó con otro animal. Monstruoso el primer vertebrado que logró incorporarse sobre dos pies y así esparcía el terror entre las bestias normales que se arrastraban con alegre natural cercanía con el fango claro…”
Al compartir algunos recuerdos de su estancia en París al lado de su esposo Carlos Fuentes, Silvia Lemus señaló que “Él diariamente escribía. La novela la preparó durante muchos años; diez años es lo que le correspondió darle a esta novela”.
En la última parte de la celebración por los 40 años de la primera edición de la obra de Carlos Fuentes, el actor Xavier Mark dramatizó varios apartados, como La dama loca, La memoria y los labios y finalizó con el pequeño pasaje El sueño de Celestina.
Para cerrar el actor Xavier Mark pidió consejo de Silvia Lemus respecto a si un actor debe interpretar una novela o leerla sin tanta interpretación, a lo cual la periodista respondió: Si está solo, leerla como la leemos todos, o actuarla como lo hizo, “porque usted es singular”, respondió Lemus.
Con información de Conaculta