- La agrupación teatral oriunda de Perú ha logrado la captación de dos mil 500 asistentes en una semana
- Para este grupo, los festivales les han funcionado como un trampolín para demostrar que en Perú se hace teatro de calidad
Canto, baile, brincos, teatro, risas, llanto, gritos. Un mundo de historias metidas en un pequeño baúl mágico traído desde Perú por seis amantes del teatro popular: así es como Teatro del Disfuerzo acompaña al Corredor Cultural Carranza desde el 18 de abril con dos funciones al día enganchando no sólo a niños, sino también adultos.
Cada función los actores suben al escenario de Culturas Populares con sencillos overoles de color azul, naranja, amarillo y verde, apoyados de un baúl de madera lleno de máscaras, juguetes, bolsas, pelucas, pelotas, capas, todo lo que se pudiera necesitar para representar a los personajes que el público inventa.
Miguel Vargas Miky, productor y actor del grupo, es uno de los iniciadores del proyecto junto a Walter, quien no pudo asistir en esta ocasión a Aguascalientes por cuestiones de trabajo, “es que no nos dedicamos sólo al teatro, cada uno tiene su trabajo independiente porque así lamentablemente moriríamos de hambre”, y es que en su país natal la vida teatral es complicada, pues los espacios para la presentación no son comunes y la sociedad no es muy asidua a pagar por ver teatro.
Desde el 2005, esta agrupación conformada por más de una docena de “niños treintones”, decidió reunirse para entretener a las personas con su característico estilo clown e improvisación teatral, que a diferencia de la mayoría de los grupos peruanos, trabajan de manera independiente en pequeños foros y eventos.
Su historia inició con las vivencias de Walter, quien es oriundo de una provincia de Cusco, en Perú, donde jugaba mucho con lo que se encontraba, ya fueran piedritas, hojas, cucharas, plástico, basura, “ahí se le ocurrió hacer un show donde se utilizara la imaginación y algunas cuantas cosas que le ayudasen a recrearlas”, reuniéndose con otros amigos prepararon el espectáculo El baúl mágico, con el cual se cuentan tres historias, una de animales, una de superhéroes y una fantástica. “Hacemos que los niños y los adultos, porque son los que más se divierten, digan la base de la historia, los personajes y su seguimiento”, con base en ello el grupo lo va representando.
Bajo las sombras de la instalación Sky Umbrella Project, los peruanos han impactado en los transeúntes que sin conocerlos detienen su andar por el Corredor para ser parte del espectáculo, “normalmente subimos a los niños pero también hemos tenido adultos que se meten tanto en la historia que también quieren subir”, enfatizándose que la frase de que todos tenemos un niño adentro no sólo se queda en palabras.
A poco más de una semana de presentaciones, el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura registra un promedio de dos mil 500 asistentes sólo a las presentaciones de este grupo, “está súper emocionante que hay familias que han asistido desde el día que empezamos, los niños no dejan de participar y los adultos también”, lo que le deja como manifiesto importante a lo que será el Entepola 2015 (Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano), ya que ellos son los embajadores del evento.
Los disfuerzos reconocieron que al haber elegido como público principal a los niños, de alguna manera siempre están a la expectativa de qué se les ocurrirá y si no se aburrirán, pues son el sector más complicado de llegar por su transparencia como espectador, “los niños son muy sinceros, si no les gusta lo que están viendo se paran y se van o dejan de prestarte atención para jugar con otras cosas”, es por ello que nunca dejan de ensayar, sobre todo de dialogar como grupo y encontrar cada manera de entenderse en el escenario.
Aunque en esta ocasión son sólo cinco actores los que visitaron la verbena por cuestión de recursos y tiempo de presentación, son los que más se conocen y han trabajado la improvisación de forma más continua, “Manchis y yo (Mike) nos conectamos muy bien porque ya tenemos muchos años como compañeros de escenario, nos conectamos tan bien que ya sabemos cómo se va a mover uno y otro, es como si fuéramos una persona”, lo que ha hecho que nunca se pierda el hilo de la historia y el entretenimiento del espectador.
En cada presentación primero observan qué tipo de público tienen enfrente para imaginar un poco las historias que representarán, no es lo mismo el espectador argentino que el mexicano, una de las características que encontraron en Aguascalientes fue la gran participación que tienen los niños, “en algunas veces nos ha pasado que sólo tenemos a uno o a dos niños como máximo arriba, pero aquí tenemos casi a todo el público (se ríen), es muy emocionante”.
En el caso de las primeras funciones, Manchis y Miky jugaron un poco con los modismos mexicanos y locales como el “reborujado”, “Papantla” y “chido”, con sus personajes ya en escena hacían que el público los nombraran al hacerles creer que no podían pronunciar las palabras, metiendo más al público en la historia, “nos agarramos de las cosas que vemos más comunes en los lugares que visitamos para hacerlas situaciones chistosas”.
Siendo su segunda vez que visitan la entidad, Teatro del Disfuerzo dice encontrar a un estado rico en cultura y con gran apoyo de la autoridad y de la sociedad para quienes se dedican a la vida artística y cultural, contrario a lo que sucede en Perú; “allá es muy difícil conseguir una sala para hacer algo, normalmente siempre terminamos en algunas muy pequeñitas, además es muy difícil convocar a grandes masas sino tienes una cara que salga en la televisión”, tanto en Distrito Federal como en Aguascalientes se percataron de los públicos sedientos de más actividad sobre todo teatral.
Después de meses de trabajar en los alrededores de Perú, un amigo del grupo le platicó al productor sobre la existencia de un festival de teatro popular: el Entepola, “contactamos en Chile al director general, hasta que logramos que nos dejaran participar incluso sin que nos hayan visto en escenario”, ante un público de más de cinco mil personas en un coliseo gigante cautivaron a los organizadores por mantener al público entre risas e ideando las historias.
Posteriormente comenzaron a moverse entre festivales cercanos al sur de Chile, Argentina, y México, “la verdad es que ha sido maravilloso pero a la vez nos desespera no poder irnos a más por el rollo de nuestros trabajos”, bromeándose con que son los únicos peruanos que trabajan para poder dedicarse a lo que más les gusta: el teatro.
Para este grupo, los festivales les han funcionado como un trampolín para demostrar que en Perú se hace teatro de calidad sin necesidad de ser caras bonitas y modelos de tele”, con el espectáculo del baúl mágico se retan en cada viaje para mejorar las historias y la manera de conectarse según el público. En el caso de esta Feria Nacional San Marcos fue uno de ellos al proponer que se trabajaran dos funciones al día durante las tres semanas, “sí es mucho esfuerzo porque tenemos que estar inventando muchas historias, pero mientras veamos al público así de emocionado y participativo nosotros no pararemos”.
¿Qué es el teatro para ustedes?
“El teatro es lo que nos motiva, nos encanta y nos hace vivir, el hecho de subir al escenario tener enfrente a todo un público y que además toda esa gente te siga, ¡uff! no sé cómo explicarlo, es una sensación tan genial que sólo alguien que esté en el escenario puede entendernos.”
Para estos teatreros, la función de la disciplina es más que sólo entretener, es una base cultural pero totalmente educativa, es una forma de llevar a las personas mediante el entretenimiento, todo tipo de información educativa. Por ejemplo, en su país natal además de presentarse en salas culturales trabajan con empresas para capacitar a los empleados por medio de su espectáculo, al final la improvisación teatral tiene como base el trabajo en equipo, parte fundamental de cualquier empresa, organización o sociedad en general.
“Aquí en la impro no hay rangos, todos somos iguales, aquí uno improvisa no para sí mismo sino para que el otro se luzca y se logre crear algo en conjunto: una gran función.”
Teatro del Disfuerzo es agrupado por Álex, Talía, Juliana, Germán (Manchis), Miguel (Miky) y el director Walter. Como todos son considerados una familia de teatreros no quisieron etiquetarse con sus apellidos sino por como “los amigos nos llaman”.