La lucha libre nos recetó de niños, a la generación de los setenta-ochenta, sábados muy agradables viendo cómo El Santo consolidaba una auténtica liga de la justicia que luchó con los más disímbolos criminales que incluían lo mismo seres de ultratumba, villanos transnacionales o simples ladronzuelos. Y aunque El enmascarado de plata no inauguró este género cinematográfico, por las cintas clásicas, la gran cantidad que filmó y, definitivamente, por el ícono en que se transformó, debemos considerarlo el padre del cine de luchadores, además como dice José Xavier Nava en el especial de Somos (octubre de 1999) es, junto con Pedro Infante y la Virgen de Guadalupe, uno de los tres mitos más perdurables de la cultura mexicana. Entre todas las cosas que se han escrito de este mítico luchador, me encanta una entrevista ficticia que Fernando Rivera Calderón hizo a El Santo en el especial de Arena de Lucha Libre de febrero de 1994.
A diferencia de mi compañero editorialista Francisco Trejo, yo no tenía acceso al cable así que me conformaba con ver los cinco canales del proletariado, y sí, con todo y Siempre en Domingo cuando íbamos a la casa de mi abuela (mi mamá Romana, como nos acostumbraron a decirle cuando llegábamos y le besábamos la mano) y coreábamos todos en verdadera unión familiar (al menos en mi caso no era horrendo) canciones de Ana Gabriel, sobre todo aquella famosísima Amigos, simplemente amigos que a pesar del conservadurismo de la época, no nos importaba (o no concientizábamos) que se trataba de unos amantes o incluso de un par de lesbianas que esconden su amor. Pero fuera de esta digresión, además del programa del dictador del espectáculo masivo mexicano Raúl Velasco, nos chutábamos las películas de luchadores, ahí en el canal dos estoy seguro que El Santo, Blue Demon y compañía fincaron la fama a la que los mitos freakis, como el de versión topless de las buenísimas acompañantes del Santo (principalmente Lorena Velázquez y Noelia Noel, artífices de nuestras chaquetas mentales de niños) o de los supuestos premios en grandes festivales europeos, simplemente sirvieron para consolidar a nuestra estirpe gladiadora como afiche de cafés (y demás productos de la mercadotecnia alternativa) de toda la fauna intelectual y pseudointelectual.
La lucha libre sigue siendo hoy en día una marca mexicana que han tratado de imitar en Estados Unidos, ahí tenemos la WWE, o cinematográficamente la pésima Nacho Libre (2006) pero también la excelente Mucha Lucha (2005), largometraje de la serie animada homónima y que retoma toda la tradición mexicana, sobre todo esta idea de las máscaras con tantas y tantas caracterizaciones que aderezan la belleza visual del espectáculo del cuadrilátero, esta serie se musicalizó con la ya clásica cumbia Mucha Lucha de Los Chicos del Barrio, célebres además por El baile del Gavilán.
En Aguascalientes hay un grupo de luchadores que se denominan Hidrowarriors, un conglomerado de jóvenes que hacen de este deporte y espectáculo y una forma de vida; además de su propia marca y estilo, patentan la idea de la lucha libre como un deporte que aleja a los jóvenes de los vicios y fomenta el sano esparcimiento de las familias. Por ello dan exhibiciones en diferentes puntos de la ciudad e incluso hacen trabajo social, como cuando apoyaron al Teletón este año; además, dan clases a los jóvenes que se acercan y quieren practicar esta actividad física.
Desde que arrancó su campaña, el candidato del PRI Gregorio Zamarripa comenzó a acercar el deporte a las familias del distrito I, con una consolidada carrera como abogado (especializado en derecho penal) y como político (ya fue alcalde y diputado local) le queda claro que una de las principales soluciones para mover a México es impulsar a los jóvenes. Por ello ha ofrecido en el área rural diversas funciones de lucha libre. Pero no se trata sólo de esta actividad física que fomenta, sino que a diferencia de otros candidatos, ha expuesto propuestas serias para el campo mismas que pueden ser consultadas en su página web. Esta asociación deporte-propuestas sumada a otros factores lo hace una excelente opción para representar a los aguascalentenses en el Congreso de la Unión, y bueno, va a ganar porque al final de cuentas Gregorio Zamarripa es de ¡Mucha Lucha!