De los 12 millones de paisanos, que con o sin documentos se encuentran en los Estados Unidos, alrededor de 160 mil son originarios de Aguascalientes. Los consulados mexicanos en la Unión Americana han expedido millones de matrículas consulares buscando que los connacionales cuenten con una identificación reconocida por autoridad acreditada ante los Estados Unidos. De hecho, el país planea un aumento de personal y horarios de su red consular en Estados Unidos para responder a un aumento de la demanda de mexicanos que buscan documentos de identidad con motivo de la acción ejecutiva del presidente Barack Obama.
Según el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, las matrículas expedidas a los aguascalentenses, durante los últimos años se han mantenido entre los ocho y los nueve mil documentos, lo que habla de una migración internacional permanente y sostenida.
La otra cara de la migración son las remesas, o las transferencias de recursos, originada por remitentes (personas residentes en el exterior que envían recursos económicos a sus familiares en México) para ser entregadas en territorio nacional a los beneficiarios (personas residentes en México que reciben el dinero de los migrantes).
En el primer bimestre de este año las remesas que recibieron las familias mexicanas se elevaron a 3 mil 466 millones de dólares, lo que representa un incremento de 7 por ciento respecto del mismo periodo del año pasado, informó el Banco de México.
Sólo en febrero, el flujo de recursos enviado por los mexicanos residentes en el extranjero fue de mil 839.15 millones de dólares, que si bien representó un incremento respecto del mes previo y comparado con el mismo mes de 2014, todavía se mantiene por debajo de los 2 mil 234.58 millones captados en diciembre pasado, indican los datos divulgados por el banco central.
En Aguascalientes, durante el 2014 se recibieron 323 millones de dólares, cifra superior en 20 millones a la del año 2013, pero inferior a los 379 enviados a la entidad durante el 2006 año de máximo nivel de envíos.
En promedio se han cobrado 324 millones dólares anuales durante los últimos diez años, lo que nos arroja un promedio de 900 mil dólares diarios, dinero verde cambiado en la plaza por las tres mil familias cotidianamente beneficiadas, para gastarlos en pesos, básicamente en artículos de la canasta básica, dado que el promedio de la remesa se ubica en los 300 dólares por mes y por familia.
A pesar del bajo promedio de las mesadas, existe la inversión productiva (convertir las remesas familiares en capital de inversión). Muchas viviendas y negocios se han levantado gracias a las remesas. Eventualmente, se reciben recursos para fechas especiales como Navidad y Día de las Madres. A los padres, se les envían recursos para sembrar y a los pequeños para seguir estudiando. De las obras comunitarias, las eclesiásticas se encuentran entre las más socorridas por los clubes de migrantes de Aguascalientes.
Fuente: Banco de México, reporte trimestral de remesas por entidad federativa
En las comunidades rurales, consideran que la pobreza familiar se encuentra asociada a la falta de integrantes del hogar trabajando en la Unión Americana. Pero también se lee la ausencia de los emigrados como una amputación familiar dolorosa y cuya pérdida tarda mucho en ser superada. El fenómeno migratorio entraña muchas pérdidas y suele ser una violencia en sí mismo desde el origen, el tránsito y el destino.
El duelo migratorio está relacionado con la pérdida temporal de la familia y los amigos, de la tierra, de la lengua, de los alimentos y tradiciones, de la seguridad y la ambivalencia. Eventualmente, se repiten las fases del duelo con los retornos, porque entrañan una nueva pérdida.
El duelo migratorio suele quedar como un proceso doloroso, íntimo y reservado, no siempre se verbaliza al exterior, ni incluso con las personas más cercanas y de mayor confianza. En este tipo de sociedades no se favorece la expresión emocional de nuestros miedos, temores, pérdidas… todo aquello que pueda ser entendido como mostrarse vulnerable o débil, hay que ocultarlo. Sin duda esto dificulta los procesos. ¿Cuántos de estos duelos nos han derivado en procesos de suicidio…?
Erich Fromm (1985) establece que una de las ideas que más confusión generan, respecto al sentido de la vida, es la de creer que la vida es justa o lógica. Para él, hay tres hipótesis que explican el aumento de suicidios en la sociedad contemporánea:
- El considerar a la vida como una empresa justa, en donde se hacen balances en los que se evalúa el fracaso o el éxito: “El individuo se suicida exactamente como un hombre de negocios, se declara en quiebra cuando las pérdidas exceden de las ganancias y cuando ha perdido la última esperanza de recuperarlas”.
- La sensación de tedio y de monotonía de la vida, como consecuencia del modo enajenado de vivir; y
- El anonimato social o anomia, que consiste en pasar inadvertido y carente de vínculos profundos a pesar de estar rodeado de gente (retoma esta hipótesis de Durkheim, 2000)
Uno de los sucesos de vida de gran impacto en el individuo y su familia es la separación de alguno de sus miembros, sobre todo cuando ésta implica gran distancia física, incertidumbre y periodos prolongados de alejamiento (Martínez, 2008). La migración es considerada como un suceso de vida estresante, que va acompañado de múltiples procesos psicológicos de ajuste y adaptación (Farley et.al., 2005; Salgado de Snyder & Díaz-Guerrero, 2003).
Hay que revisar nuestro estado de pérdidas y ganancias de Aguascalientes para ver por qué el suicidio y la violencia se presenta con tanta regularidad entre nosotros.
Dinámica de los Hogares con o sin migrantes
Fuente: Elaboración propia con base en el texto Migración y salud mental: un problema emergente de salud pública de la Revista Gerencia y Políticas de Salud, Bogotá, Colombia 2007
Son más altos los valores de ansiedad, depresión, alcohol, psicosis, delincuencia, violencia y otros, entre los hogares con migrantes que entre los no migrantes (Salgado N. 1996) la autora expresa que “la migración internacional no se traduce en una simple movilización geográfica, sino que es un fenómeno complejo que afecta principalmente las esferas psicológica y social tanto de los que activamente participan en él, como de aquellos a quienes afecta la migración en forma directa”.