La misma historia / De imágenes y textos - LJA Aguascalientes
03/07/2024

En la moda, como en las historias que nutren el espectro televisivo y político de nuestra sociedad mexicana, no hay nada nuevo bajo el sol. La falda corta o pantalón ajustado fue un éxito en los setentas, entonces sin riesgo los diseñadores pueden repetir cada cinco años la fórmula para satisfacer el gusto y las necesidades del público; a final de cuentas lo vamos a consumir. La historia de la joven humilde que llega de una localidad remota a trabajar como empleada doméstica a la casa más rica de la Ciudad de México y se enamora del hijo de los señores, siendo correspondida por éste y ocultando su amor hasta que descubren que ella, la muchacha, en realidad es hija de uno de los hombres más adinerados del pueblo y es así como la familia del junior acepta la relación, no sin antes tener a un personaje antagónico que indiscutiblemente es la novia del joven Ilizaliturri de la Macorra y Góngora (de abolengo, sino cómo), quien le hará la vida difícil a María, pero el amor vence ante todo, y con el ya clásico “vivieron felices por siempre” limpiamos nuestra última lágrima y esperamos con ansia la próxima producción del señor de Llano.

Tan inofensiva como la moda o las historias de la pantalla chica, así nos presentan (sin anestesia) la vida de nuestros empleados de lujo; me refiero a la clase política que gracias a nuestros impuestos el erario público se nutre y saca la nómina de tan particulares personajes de la vida nacional. Ya sin separar ni distinguir la delgada línea del género periodístico, lo mismo encontramos en revistas para el corazón que en primeras planas de semanarios políticos los acontecimientos de los citados personajes.

No me diga que no se enteró de la boda entre Manuel Velasco, gobernador constitucional de la hermana república chiapaneca, y la famosa actriz, cantante, modelo, empresaria y demás atributos que se le quieran colgar a Anahí Giovanna Puente Portilla.

Cuando la farándula entra a la política, pudo ser el título de esta columna, sin embargo tan trillado el caso como el título, y aunque lo padecemos en carne propia no entendemos, ¿será que nos tienen bien adiestrados?

Nuestro primer mandatario, criticado hasta el cansancio (por méritos propios), se emparenta con una actriz mexicana que si bien gozaba de popularidad entre los amantes de las telenovelas ahora se encuentra en los cuernos de la luna, o bien en el ojo del huracán. Pareciera que el modelo a seguir es ese, el político abiertamente casado con la actriz; la nueva versión de la historia de amor del sexenio parece repetirse en ese bello estado sureño de la República mexicana, donde el realismo mágico es cosa de todos los días y como tal, cobijado por el género que hizo famoso al maestro Gabo, la historia cuenta que el joven político con excelente futuro, buen mozo, responsable y carismático, avalado por el partido en el poder, gobernante de unos de los estados más pobres de esta pobre nación, por fin desposa a la actriz del momento y vivirán felices por siempre en la modesta Tuxtla.

Me gustaría que me tomaran en cuenta para escribir el guión de esa historia, la verdad está bien fácil desarrollarla, mire usted; El joven Manuel hará un excelente papel como gobernador de su estado, eso le valdrá para que la atención de los reflectores nacionales se dirijan hacia él, con mayor frecuencia la sociedad mexicana, hasta los de la frontera norte comenzarán a escuchar de las hazañas casi épicas y entonces comenzará a crearse esa especulación tan dañina sobre las posibilidades de hacerlo presidente de esta tierra. Su esposa dejará la vida del espectáculo para dedicarse de tiempo completo a ser la primera dama chiapaneca, tendrán tres hijos y los educarán como se debe. Después de un tiempo, el joven Manuel dejará de ser gobernador pero se enfocará a su meta, su única meta, la Presidencia de la República; su esposa lo apoyará, sus hijos serán ejemplo a seguir y su partido hará todo lo que esté a su alcance para coronarlo. Padecerá un poco por las desacreditaciones de los otros partidos políticos, le acusarán de fraude pero nada ni nadie le impedirá llegar a Los Pinos.

La historia terminará cuando el joven Manuel y su esposa estén cobijando a sus hijos, con el beso de buenas noches se despedirán, cerrarán la puerta de la recámara y aparecerán los créditos finales.

La misma historia, nos arriesgamos a escuchar las mismas historias y no chistamos. El tiempo no perdona, el pulso nacional no mejora y nosotros como sociedad no podemos reaccionar por el exceso de información, de ocupaciones y preocupaciones individuales.

Endeudados, creciendo al mínimo, casi nada, sosteniendo una nómina política que no corresponde a los resultados que se entregan, sin un orden real en las agendas que se deben atender de manera inmediata; según #semáforo económico cada uno de nosotros debe alrededor de los 560 mil pesos por finanzas del Gobierno Federal, es decir, además de los impuestos que pagamos usted y yo, nos toca desembolsar esa cantidad.


Sorprendente, no cree, solamente puede pasar aquí, mientras estamos listos para recibir alegremente las bodas entre políticos y actrices, nuestras deudas se incrementan a tal grado que ya no alcanza y seremos invitados a pagar con intereses lo que se debe, pero que ni usted ni yo nos gastamos.

Las historias de éxito son las que ameritan ser contadas una y otra vez, identifique alguna que le haya convencido y conmovido, apunte los casos de éxito y replíquelos por todos lados. No creo que sea muy sano seguir con nuestro patrón de presidentes bonitos y esposas actrices.

 

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Twitter: @ericazocar

 


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