- Por falta de recursos, el INBA no se encargó del montaje de las obras; museógrafos del ICA lo trabajaron con el jurado
- Detrás de toda exposición hay todo un trabajo de análisis, aunque no lo parezca
Desde el sábado que fue entregado el Premio Nacional de Arte Joven en Aguascalientes en su edición número 35, la Galería de la Ciudad y la Benjamín Manzo alberga la exposición de las 52 obras elegidas de jóvenes oriundos del centro y bajío del país; algunos visitantes han manifestado una clara ausencia de un curador o museógrafo por el acomodo y la elección del tipo de obras.
Como director de Museos y Galerías del Instituto Cultural, Anuar Atala explicó un poco sobre la elección de las obras, la construcción de la exposición y el modo de trabajo que se lleva en la materia, con lo que se aclara que para un concurso como este no se requiere de curadores, sino de jurados calificadores especialistas.
Desde un inicio, el jurado elegido revisa todas las obras enviadas, ya sea por diapositivas digitales o fotografías impresas; una a una se analiza profundamente para elegir un promedio de entre 50 y 60 obras para la exposición global, a partir de ahí se seccionan las ganadoras de los premios y menciones honoríficas, pero con la característica de que en esta etapa ya los jueces tienen la obra en sus manos y no por fotografías.
Esta elección se basa en la propuesta, la factura, el que haya congruencia entre el discurso, el título y lo que estás viendo, en sí todas las cuestiones formales de la obra, “no se van por una temática específica, aunque sí podemos encontrar tendencias y es normal en estos concursos”, al tomar en cuenta en cuenta que los autores son jóvenes que plasman la realidad del país y sus situaciones sociales, políticas, económicas y culturales; tal fue el caso del stop motion sobre una narcoejecución hecha por un habitante del municipio de Rincón de Romos, Aguascalientes.
Aunque los discursos intimistas, estéticos o lo personal de cada autor aún aparece, ya son los menos, pues desde la edición pasada se observan obras representativas de la cuestión social y política.
Cuando ya se tienen todas las obras el jurado y equipo del Instituto comienzan a trabajar en la realización de la exposición en galería, generalmente se tenía la visita de personal del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Instituto Nacional de Bellas Artes, quienes se encargaban del diseño y montaje, pero en esta ocasión no llegaron por falta de recursos, “ahorita el INBA tiene algunos asuntos económicos pero la verdad es que no nos pegó, tenemos un equipo bien preparado para hacer esa chamba”.
Con ayuda de los museógrafos locales Mario Grimaldo y Lorenzo Macías, el jurado se involucró en el diseño de la exposición con base en asuntos de temática, cromática y dimensiones para evitar que una obra “se comiera”, Atala reconoció que en cada exposición esto se trabaja arduamente, pero al final las lecturas siempre son diferentes, algunas funcionan y otras no, pero siempre se puede perfeccionar el trabajo.
La obra de uno de los ganadores oriundos de Aguascalientes, Leonardo Barrera Macías, fue separada en su colocación, pues se trató del premio (El esclavo del mes); otra obra fue seleccionada para exponer (Esta feria la pasé llorando), por lo que es válida la decisión de los museógrafos, “malo que fuera una sola pieza y la separaran, ahí sí la están quebrando y caerían en un error fatal pero no es así, esto es válido”.
Una de las quejas presentadas al personal que cuida la galería, es que no se informa dónde se encuentra la otra parte de la exposición, lo que causa que el visitante se quede con la idea a medias. Por cuestiones de espacio y dimensiones de las obras, el equipo tuvo que preparar la galería Benjamín Manzo (planta alta de la Casa de la Cultura) pero se olvidó de colocar un anuncio en la planta baja, “pediremos que coloquen un display para informar a los visitantes”.
Anuar Atala aseguró que se puede perfeccionar el trabajo, y en materia de museografía siempre hay detalles que no gustan a todos pero también se debe de tomar en cuenta todo el trabajo que está detrás de cada exposición, tal es el caso de la elección de obras, autores, iluminación, elementos ornamentales, audio (en caso de ser necesario), ventilación, todo un análisis previo que en equipo se realiza, aunque no lo parezca.