La ópera rock o rock ópera, el orden de los factores no altera el producto, surge a finales de los años sesenta, la primera ópera rock de importancia es Hair, de 1967, después vinieron otras de importancia indiscutible, como Tommy de The Who, y de este mismo grupo no podemos ignorar Quadrophenia, o The Kids are Alright sería interesante preparar un banquete en donde el menú fuera justamente un repaso a algunas de las más grandes producciones dentro de este contexto de la ópera rock.
Indudablemente Jesús Christ Superstar es una de las más conocidas producciones musicales, ¿o será posiblemente la más conocida? Tiene algunos de los temas musicales más exitosos, independientemente del contexto de la obra, o mejor, en lugar de decir mejores temas musicales y para estar a tono con el lenguaje operístico, debemos decir arias, corales y recitativos (léase rechitativos), en toda la historia del género.
La autoría de la obra corresponde a una de las mancuernas de compositores más solventes en este contexto, Andrew Lloyd Webber en la música y Tim Rice en la adaptación de los textos bíblicos a las condiciones de la obra. Ellos mismos son responsables de otras grandes producciones musicales, como es el caso, por ejemplo, de José el soñador, también de fundamento bíblico, o Evita, obra basada en uno de los personajes más emblemáticos de América Latina, Eva Perón.
Jesucristo Superestrella es una de las obras musicales que más me han impresionado, fue una verdadera sacudida de una violencia incuestionable. En 1970 yo tenía siete años, la verdad a esa edad estaba muy lejos de tener un interés real en la música, pero recuerdo algunas de las reacciones surgidas a partir del estreno de la obra, fueron encontradas, por un lado la juventud reclamaba su derecho de vivir su religiosidad desde la trinchera de este tipo de propuestas y me imagino que sobre todo los católicos que se sentían amparados por el Concilio Vaticano Segundo. Los más conservadores se mostraban indignados por tal atrevimiento. Yo, con mis siete años de edad observaba todo con asombro. Lo que sí es definitivo es que Jesus Christ Superstar ha sido una de las obras más revolucionarias e intensas en la historia del rock y todas sus variantes. Como ya te comenté, es una de las obras que más violentamente me ha sacudido, quizás comparable con lo que representó para tu servidor Quadrophenia de The Who, pero de esto ya hablaremos, me encantaría hacerlo en una próxima ocasión. Originalmente Jesus Christ Superstar se editó como un álbum conceptual antes de la puesta en escena en Broadway, Nueva York, y en el legendario West End de Londres. Para la primera edición se contó con la participación del cantante Ian Gillan, histórico vocalista de Deep Purple, él es tenor y representa el papel de Jesucristo, el también tenor Murray Head era Judas, personaje muy importante porque toda esta historia como nos la presentan Andrew Lloyd Webber y Tim Rice gira en torno a él. Yvonne Elliman es la soprano y ejecuta el rol de María Magdalena, ella es la única que es también convocada para el rodaje de la película que se realizó un poco después. Para la versión en cine de la obra de Webber y Rice el papel de Jesucristo lo ejecuta Ted Nelly, y lo cierto es que no nos hace extrañar a Ian Gillan, de hecho a ninguno de los dos lo podríamos considerar como mejor, simplemente, cada uno de ellos hace su propia representación de Jesucristo de una manera muy solvente, pero con sus propios y respectivos recursos. Judas es llevado al cine por Carl Anderson, desde mi punto de vista, tú tendrás sin duda la mejor opinión, éste es el mejor Judas, tiene un rango de voz muy amplio que le permite alcanzar notas extremadamente altas, pero más allá de sus indiscutibles cualidades técnicas, el dramatismo y la intensidad de su ejecución de este singular rol, lo hace definitivamente el mejor Judas, además, y esto ya me parece un plus, sus facultades histriónicas le dan una mejor calificación.
Jesus Christ Superstar es indudablemente una de las producciones más ambiciosas en el rock, independientemente de su representación, ya sea en teatro o en el cine, la propuesta musical es de primer nivel, las diferentes arias, corales y recitativos, principalmente los encargados a Herodes, un bajo de calidad indiscutible, son verdaderas obras de arte. Tiene momentos intensos e indiscutiblemente dramáticos, creo, y lo digo con cierta duda, que el pasaje de esta ópera rock que más me gusta es el de la oración del huerto, el aria, que es ejecutada por Jesucristo y que lleva el nombre de “Getsemaní”, es el momento más intenso, el más dramático, el más doloroso, no sólo de esta producción, sino de la Historia Sagrada, es ese momento en el que la Biblia nos dice que Jesús sudó sangre, y del que el padre Larrañaga hace una exquisita reflexión en su libro El Pobre de Nazareth. Otros de los pasajes musicales que se han convertido en favoritos de los melómanos son, por ejemplo, “I don’t Know how to love him” en la voz de Yvonne Elliman, “Hosanna”, el tema central “Superstar” o “The Last Supper”, entre otros.
Independientemente de tus creencias religiosas, o de si las tengas o no, de si eres tradicional o te gustan las propuestas atrevidas, no podemos dejar de ver en Jesus Christ Superstar una de las más grandes producciones musicales de todo la historia.