- Club Rotario crea la medalla Ciudadano Ejemplar para reconocer la labor de personas solidarias en las áreas de educación, medicina, trabajo social, derechos humanos y educación ambiental
Al ser una organización de profesionistas empresarios comprometidos con la sociedad, el Club Rotario de Aguascalientes entrega desde hace quince años una medalla reconocimiento a diversos ciudadanos que entregan su vida a hacer el bien común en distintas áreas; este año se entregó este reconocimiento titulado Medalla Rotary Ciudadano Ejemplar a once aguascalentenses en las áreas de educación, medicina, trabajo social, derechos humanos y educación ambiental.
Leonorilda Álvarez Noriega
Médico especialista en cirugía reconstructiva, quien con el objetivo de mejorar la vida de los niños con padecimiento de labio leporino y paladar hendido creó el Centro estatal de atención para labio leporino y hendido de Aguascalientes, en el cual se concentran todos los servicios terapéuticos bajo un manejo integral de los pacientes. Su labor consiste en la presentación de varios proyectos previos ante la Secretaría de Salud y la gestión de recursos en la Secretaría de Desarrollo Social, así como con la integración de un grupo de médicos altruistas.
Actualmente, este centro cuenta con 750 pacientes provenientes de todos los municipios del estado y entidades vecinas como Jalisco, Zacatecas y Guanajuato. Hasta le fecha ha realizado nueve mil 330 acciones terapéuticas, cuatro mil 45 consultas y 60 intervenciones quirúrgicas gratuitas, “esto ha sido una oportunidad para crecer como ser humano, al conocer a personas que suman voluntades para conseguir que alguien que esté en un condición vulnerable, pueda lograr una sonrisa plena y mejor calidad de vida”.
María Antonieta Chávez
Desde hace varios años tiene una labor social con niños y jóvenes con discapacidad en busca de desarrollar sus habilidad motrices y síquicas a través del arte, específicamente de la pintura; con ayuda de un grupo de voluntarios conformó la asociación Kimakol, que se ubica en la calle General Barragán de la zona centro de la ciudad, en la cual se otorgan clases dos veces a la semana a alrededor de 40 alumnos de entre tres y 25 años de edad.
Su finalidad es que niños y jóvenes con discapacidad obtengan herramientas para tener una vida independiente, al encontrar en el arte una manera de sustento económico. “Me deja una gran satisfacción, realmente me dejan más de lo que yo dejo, me deja una gran enseñanza de valorar lo tenemos en la vida como la salud y la familia”.
Efrén González Cuéllar
Desde hace 49 años ininterrumpidos dedica su vida a la docencia, compartiendo a alumnos de bachillerato sus conocimientos jurídicos, filosóficos e históricos, así como su experiencia como docente. Fue maestro en el Instituto Autónomo de Ciencias, posteriormente del Bachillerato Petróleo y de la Universidad Autónoma de Aguascalientes; ha sido reconocido en las áreas de historia, filosofía, ética, lógica y derecho.
“No me he jubilado porque convivir con jóvenes y compartir mis aciertos y errores me da vida; esto es trascender, dejar algo en ellos para seguir viviendo en el recuerdo aunque llegue a morir jamás dejaré de existir si alguno de ellos me recuerda.”
Lucrecia González
En el 2010 da inicio a la asociación De mi Mano a tu Mano, dedicada al cuidado de personas con discapacidad severa. Para el Club Rotario, Lucrecia es una persona generosa, llena de amor y solidaria, además de ayudar a niños y jóvenes con discapacidad entrega alimento y abrigo a familiares de los internos del Hospital Hidalgo, realiza colectas de ropa y alimento para llevarlos a comunidades vulnerables así como medicamentos, ropa y alimentos para comunidades huicholas en el estado.
También imparte cursos de flamenco a personas con síndrome de Down, pláticas a familiares con hijos en problemas de adicción y jóvenes con tendencia suicidas.
Rocío de Lourdes Hernández Olivares
Desde el 2003, cuando nace su hijo con síndrome de Down, se da a la tarea de fundar con cinco niños la asociación Niños por Siempre; sin tener un lugar fijo, trabajan en parques, casas y espacios prestados con terapias físicas, ocupacionales, de lenguaje y aprendizaje importantes para su desarrollo e independencia. Actualmente cuenta con 35 niños en edades de entre los dos y 35 años.
“Es un esfuerzo de muchos años de trabajo, de la lucha constante por sacar a los pequeños, porque ellos necesitan tener siempre una atención desde que nacen y durante toda su vida, yo creo que si no hiciera esto no estaría viviendo, ya no puedo estar sin mis pequeños”.
Margarita Martínez Risso
Desde 1995 comenzó su labor social en el grupo religioso Cáritas en la parroquia Tres Aves Marías, a pesar de ser una persona de la tercera edad no ha bajado el ritmo de trabajo, pues participa en colectas para entregar 60 despensas mensuales a familias de escasos recursos, cursos y talleres dirigidos a personas en estado vulnerable en materia de desarrollo personal, familiar y social; apoyos a familias con el pago de gastos médicos y funerarios, así como becas educativas a niños en educación básica.
“Hacer sentir a las persona que Dios nos ama y que todos somos hermanos, por eso hay que darnos la mano unos a otros; en el grupo tratamos de inculcar la superación personal y comunitaria; son muchas las lecciones de vida que recibimos aquí.”
Marlen Niepman de Arteaga
Hace 20 años comenzó con los programas sociales de la compañía La Huerta, enfocados a los empleados de la empresa y a sus familias, entre los que destacan la entrega de 800 becas educativas a hijos de empleados. Dirige la guardería donde además de cuidar a los 87 niños, se les enseña los principales valores, educándolos para ser adultos responsables.
A sus 85 años sigue al pendiente de todos los detalles, “siempre he pensado que todos tenemos el mismo derecho (incluso gente que no tiene dinero) de superarse, la guardería nació para ayudar a las familias que debían trabajar, para que no dejaran a los niños en casa o en la calle”; para esta agricultora, las empresas exitosas tienen el compromiso de regresar un poco de lo que la sociedad les ha dado a través los apoyos sociales.
María Teresa Orvañanos
Durante casi dos años, esta profesionista participó en la misión indígena en el estado de Chihuahua, ayudando en labores relacionadas con la salud, educación, catequesis y proyectos productivos de los indios tarahumaras; colaborando con los promotores en la capacitación de más elementos decidió adoptar a un niño tarahumara sin familia.
“Cuando una se da cuenta de cómo se vive en la sierra, de todas las carencias que tienen, uno aprende a que muchas veces nos complicamos la vida por cosas sin importancia, cosas materiales que no son relevantes.”
Casa estancia para ancianos Mati
En 1979 Carolina Villanueva de García fundó la Casa Hogar el Abuelo Mati, con el deseo de que existiera un lugar donde se le proporcionara a los adultos mayores no sólo los cuidados físicos y médicos, sino también las necesidades de comprensión y amor propias de su edad.
Desde su fundación hasta el día de hoy han brindado atención a mil 17 abuelos desamparados, los cuales han tenido un lugar digno donde vivir; al día atienden a 60 personas adultas con hogar, alimentación, atención médica, terapias física ocupacional, y atención espiritual. Es exclusivo para ancianos en pobreza extrema y abandono.
Guardias Ambientales de Aguascalientes
En el año 2006 un grupo de ambientalistas preocupados por la afectación que vive el entorno ambiental fundaron la asociación civil Guardias Ambientales de Aguascalientes, donde su principal objetivo es la educación para combatir la contaminación y afectaciones a la ecología. Con 25 integrantes oficiales realizan actividades de recolección de basura, limpieza de arroyos, programa de vigilancia en áreas naturales, educación ambiental, monitoreo de especies biológicas y combate de incendios.
Mancomunidad de la América India Solar (MAIS)
El reconocimiento fue entregado a la presidenta de esta organización civil, Ma. del Carmen Wvotto, la cual ha dedicado su vida a la educación y lucha por los derechos de los pueblos indígenas, el acercamiento cultural y espiritual, rescate de tradiciones y en la defensa de sus derechos fundamentales; Casa MAIS trabaja para que vivamos en paz sin violencia y en respeto mutuo, en busca de lograr equidad y oportunidades para indígenas en el estado.
“Conocer la diversidad de las culturas mexicanas, participar de esa energía de los pueblos originarios, ver sus necesidades me deja entender cómo es que en tan gran riqueza cultural que tiene nuestro país, hay tanta pobreza material.”
