- Hicieron un recorrido por los escritos políticos y cartas que dejó como prueba de su profunda convicción social
- “Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres”, una de sus declaraciones más célebres y recordadas
Durante la ceremonia cívica conmemorativa por el XCVI aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, el subdirector de Vinculación de la Dirección de Educación Media y Superior del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), Ricardo Aviles Tiscareño, refirió que para honrar su memoria debemos recordarlo no sólo como un hombre de armas, sino también de ideas claras y principios sólidos.
El funcionario señaló en su discurso que a los grandes héroes de la historia se les debe conocer tanto por sus dichos como por sus hechos, y Zapata dejó fehacientes pruebas de una inteligencia agud, sostenida en los principios de la justicia, la honestidad y el compromiso con su gente.
En el Manifiesto al Pueblo, escrito el 20 de abril de 1917, el héroe revolucionario mostró su espíritu pacifista, abierto al diálogo y a la conciliación al sentenciar que “La nación exige un gobierno reposado y sereno que dé garantías a todos y no excluya a ningún elemento sano, capaz de prestar servicios a la revolución y a la sociedad”, con lo que expresaba claramente cómo concebía al movimiento revolucionario: “Nuestra obra será, pues, ante todo, una labor de unificación y de concordia”.
Aviles Tiscareño exhortó a los asistentes a que honren a Zapata “y a todas las mujeres y hombres que, como él, aman la tierra y le entregan su vida; imitando su conducta, respetando sus convicciones y costumbres, defendiendo sus derechos; honrémoslos construyendo un México mejor para vivir y ser feliz”.