- La entidad aumenta su nivel de lectura por gusto y no por obligación en los niños y jóvenes
- Los municipios más alejados de la zona urbana son los más afectados por la ausencia de programas de fomento a la lectura
A pesar de que las cifras nacionales no son tan llamativas en materia de lectura, Aguascalientes ha logrado aumentar su nivel de lectura en la población infantil y juvenil según reporta la responsable del Programa Nacional de Salas de Lectura en Aguascalientes, Pilar García, quien puntualizó que gracias a los mediadores de lectura hay más niños acercándose a los libros por gusto y no sólo por obligación de sus maestros.
El año pasado se dio a conocer la graduación de 27 maestros que cursaron el diplomado especial como promotores de lectura, de ellos 23 solicitaron el segundo módulo para especializarse ya como mediadores del programa nacional, requisito de capacitación profesionalizante con un valor curricular por parte de la UAM.
Lo interesante de esto es que van a abrir Comunidades lectoras en los municipios donde hay cierta debilidad de salas de lectura; específicamente en comunidades de Asientos y San José de Gracia.
Mientras que en la capital se continúa trabajando con los 56 mediadores existentes desde hace 15 años cuando nació el programa nacional en la entidad, todos siguen con su labor en pequeños grupos de salas de lectura, los cuales en fechas conmemorativas como hoy, Día Mundial del Libro, se unen y participan con intercambio de ejercicios e ideas.
Según el análisis de Pilar García, el nivel de lectura en Aguascalientes es medio (rumbo a alto) comparativamente con los estados del sur, en donde hay muchas salas de lectura pero el nivel escolar promedio es muy bajo; ahora con el programa de ICA Literaria donde se visitaron las comunidades de municipios del interior, se percataron que la entidad tiene buen nivel de lectura pero que la debilidad sigue cayendo en la falta de continuidad y seguimiento de los programas.
Es por ello que desde la planeación del ciclo 2014-2015 del programa se especificó como objetivo principal el seguir con el trabajo ya hecho en las comunidades, fortalecerlas y mejorarlas, sobre todo en las primarias y secundarias donde se enfoca el público principal de las salas de lectura, “recordemos que son los niños y jóvenes los que en un futuro se verá reflejado todo este trabajo cuando se conviertan en adultos lectores”.
Por medio del programa ICA Literaria Yo sí leo, se han visitado a casi la totalidad de las escuelas en donde nunca se había tenido un acercamiento con proyectos culturales y de fomento a la lectura, especializándose en los municipios de mayor rezago debido a su lejanía con la zona urbana.
Con él se trabaja una semana con talleres entorno a la lectura con poesía, narración oral, ciertos géneros que hagan de ese primer contacto con el libro, una experiencia gozosa para lograr captar la atención del niño o adolescente.
Por mes toca visitar a una escuela primaria o secundaria en los diez municipios del interior, este ciclo 2014-2015 es la segunda vuelta al estado atendiéndose a más de mil 300 niños entre agosto y abril.
Como extensión del programa nacional, no se tienen estadísticas de manera global sin embargo García indica que entre los sondeos internos se registra que el tipo de público al cual se llega más con las salas de lectura y actividades de fomento a la lectura, es a los niños; “algunos papás llevan a sus hijos por primera ocasión a una sala de lectura primero con la intención de usarlas como guarderías pero después tiene un reflejo positivo pues los niños terminan enamorándose de la lectura”.
Se insistió en que por ser un estado pequeño con sólo once municipios, el trabajo de fomento a la lectura e incremento en el nivel de la misma en la entidad, ha sido un atarea mucho más sencilla que en entidades como Chihuahua o Oaxaca, donde las dimensiones son tan extensas que los resultados son más tardados.
Algunos datos sobre la lectura en México
Si bien México no figura en los rankings internacionales de países con mayor nivel de lectores, las autoridades y organizaciones civiles han buscado por diferentes medios disminuir la problemática, con el incremento de los lectores desde edades muy pequeñas. En el último gráfico mundial, México ocupó el lugar 24 (de 20 países que más leen) con 5.5 horas a la semana.
La Unesco indica que los países que más leen son: India (10.7 horas a la semana); Tailandia (9.4 horas a la semana); China (8 horas a la semana); Filipinas (7.6 horas a la semana); Egipto (7.5 horas a la semana); República Checa (7.4 horas a la semana); Rusia (7.1 horas a la semana); Suecia y Francia (6.9 horas a la semana); Hungría y Arabia Saudita (6.8 horas a la semana); Polonia (6.5 horas a la semana); Venezuela (6.4 horas a la semana); Sudáfrica y Australia (6.3 horas a la semana); Indonesia (6 horas a la semana); Argentina y Turquía (5.9 horas a la semana); y Canadá (5.8 horas a la semana).
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) registra que el 40 por ciento de los mexicanos jamás ha pisado una librería, el trece por ciento nunca ha leído un libro y el 70 por ciento lee lo mismo o mucho menos que antes. La Encuesta Nacional de Lectura 2012 indicaba que en el 2006, los mexicanos leían en promedio 2.6 libros al año, mientras que para el 2012 la cifra llegó a sólo 2.94 libros al año.