El pasado 25 de febrero, la Conferencia Nacional de Gobernadores celebró la 48 Reunión en la ciudad de Durango, a la que asistió el presidente de la República, Enrique Peña. En su mensaje a los gobernadores de los estados de la República, tuvo un señalamiento que es interesante tomar en cuenta para poder observar e identificar una forma de manejar el gobierno.
Tomo del sitio de la Presidencia de la República, en la red, los siguientes párrafos del mensaje del presidente: “Aquí vale la pena decir que para cumplir con este objetivo, de darle plena vigencia al Estado de Derecho en todo el territorio nacional, es fundamental que todos los órdenes de Gobierno trabajemos de forma conjunta y que jalemos parejo. No cabe hacer excepciones, no cabe nadar de muertito, evadir la responsabilidad y dejar que sea el Gobierno de la República el único que afronte su responsabilidad”. En otro párrafo expresa: “No caben acuerdos ni caben negociaciones que sean para exceptuarse o sustraerse de la aplicación de la ley”.
Tomo otra parte: “Ustedes han estado invariablemente presentes en los esfuerzos que el Gobierno de la República ha venido desplegando para generar condiciones de mayor calidad de vida para todos los mexicanos, esa también es su responsabilidad, esa también es su misión y es su tarea, y en esa están ustedes también comprometidos… Y sepan, también, que tendrán en el Gobierno de la República a un Gobierno aliado, que más allá de ver en razón de colores, de origen partidario, a los gobiernos con quienes tenemos relación, lo que nos importa, lo que interesa al presidente de la República y a su Gobierno, es generar condiciones de bienestar para toda la sociedad mexicana, y una mejor Nación, para eso estamos trabajando, para eso hemos hecho cambios, para eso hemos emprendido transformaciones”.
La primera pregunta en la reflexión es ¿qué significa, en el contexto de los gobiernos, ‘nadar de muertito’? La respuesta la tomamos de las palabras del presidente, cuando señala que los gobernantes de todos los niveles, deben asumir y desempeñar sus responsabilidades de gobierno, y no dejar que sea el Gobierno de la República el único que enfrente responsabilidades; es decir, cuando un gobernante simplemente ‘sigue la inercia’ de los presupuestos que llegan de la federación, en realidad, no aporta gran cosa a la transformación de la sociedad y la solución de sus problemas.
¿Qué significa ‘seguir la inercia’ de los presupuestos? Recordemos, que los estados de la República, como es el caso de Aguascalientes, reciben, prácticamente, más del 90 por ciento de su presupuesto, del Gobierno de la República a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Además, este presupuesto viene ‘etiquetado’ para los diferentes rubros de los programas, como son educación, salud, vivienda, apoyos empresariales para el campo, la industria y el comercio, obra pública, etcétera.
Si bien el primer campo señalado en el ‘nadar de muertito’ fue el del cumplimiento del Estado de Derecho, posteriormente el presidente Peña apuntó que el generar condiciones de mayor calidad de vida para los ciudadanos también es responsabilidad, misión y tarea en la que están comprometidos los gobernadores.
El crecimiento del PIB es, generalmente, el indicador que tomamos para revisar cómo va un gobierno; no obstante, en ocasiones ese indicador no refleja con claridad lo que está resultando con un modelo de desarrollo, como el de nuestro estado, que ahora está siendo orientado al sector de la industria automotriz y a las empresas extranjeras.
Es comprensible, por lo tanto, que a partir de la entrada en funcionamiento de la Planta Automotriz Nissan II, el indicador del PIB en Aguascalientes se haya ido, favorablemente, al alza. El Gobierno del Estado contabiliza ya más de 108 nuevas empresas instaladas en el estado, y con el inicio de la construcción de Isewan Terminal Service, “el boom de la industria automotriz da para que Aguascalientes reciba nuevas empresas durante los próximos 15 o 20 años” (LJA, 19 febrero), que superará también la cantidad de empleos nuevos hasta ahora contados.
Sin embargo, es útil recordar cómo creció el PIB en los tres primeros años de la actual administración, comparado con el crecimiento de los mismos tres primeros años de la pasada administración (ver cuadro citado en la colaboración del 7 de septiembre del 2014, con información del Inegi):
ADMINISTRACIÓN | PRIMER AÑO | SEGUNDO AÑO | TERCER AÑO | PROMEDIO |
2004-2010 | 4,04 | 8,99 | 5,79 | 6,27 |
2010-2016 | 4,25 | 3,80 | 3,95 | 4,00 |
¿Cuál es el significado, entonces, de la presencia de la nueva Planta de Nissan en Aguascalientes y de la próxima construcción de otra para el armado de vehículos de lujo? Una respuesta, considero, que es consecuente al escenario observado, es que la transnacional ha venido a hacer la tarea del desarrollo económico a Aguascalientes, circunstancia que le ha permitido a la actual administración ‘nadar de muertito’.
De ahí que cuando el Gobierno del Estado difunde un promocional en radio y televisión, en el que un hombre le dice a otro que “el Gobierno está creando muchos empleos…”, y que con la industria automotriz seguirán llegando más empresas, pareciera que da a entender que el desarrollo económico de Aguascalientes ya está hecho por las empresas extranjeras, y que el Gobierno ya asumió su propia identidad con esta transnacional.
Desde luego, que esta circunstancia no es menospreciable, aunque tampoco sustituye el amplio sentido que tiene el hacer gobierno, en el que deben estar presentes todos los sectores de la sociedad. Es por ello que el señalamiento del presidente de la República, cuando dice que es necesario ir “más allá de ver en razón de colores, de origen partidario”, buscando la generación de condiciones de bienestar para toda la sociedad, trasciende con ello las meras relaciones públicas de fiestas y celebraciones que ahora solemos ver, y la multiplicación de ‘apoyos’ a los ciudadanos que no son incidentes en la transformación de la calidad de vida.