Lourdes Dávila Castañeda dio un accidentado paso al frente para refutar a Otto Granados. El desencuentro no llegó a polémica. Menos a debate. Quedó en un simple escarceo de sólidos argumentos del segundo contra lugares comunes de la primera, quien dijo en la entrevista concedida al reportero Luigi Rivera:
“Le tengo mucho respeto a Otto Granados Roldán por haber sido uno de los mejores gobernadores del estado, pero está equivocado, el PRI no va a perder en el próximo proceso electoral federal intermedio”. Así lo señaló la secretaria general del PRI y diputada local, Lourdes Dávila Castañeda, quien agregó, su comentario, está fuera de lugar, pues no se pueden anticipar ni derrotas, ni triunfos.
Esta es en respuesta al comentario editorial del ex gobernador priista Otto Granados Roldán, en Buenos Días Aguascalientes, en donde señaló que el PRI está perdiendo espacios ante el PAN y que en Aguascalientes seguramente perderá los tres distritos federales.
Destacó Lourdes Dávila que en el tricolor se está trabajando en la organización de las estructuras y en apretar las tuercas necesarias para ganar, pues en ninguna parte del país, se pueden dar triunfos por sentados, pero tampoco derrotas: “Aguascalientes no existe ni un distrito ganado o perdido, no podemos adelantar resultados, trabajados en la organización de las estructuras y asignar trabajos a cada quien porque no estamos dispuestos a adelantar una derrota o a festejar un triunfo, no es tiempo de hablar de triunfos y derrotas”.
Al ser cuestionada sobre si ha tenido acceso a algunas encuestas, la funcionaria partidista señaló que así es, pero que no puede hacer comentarios al respecto: “Hace algunos días vi algunas, no puedo hablar de estas cosas, pero yo creo que la encuesta de todos los días, cuando salimos a la calle, nos habla de personas que tenemos buenos perfiles de abanderados, ningún distrito tiene dueño” (Radio Grupo, 24/02/2015).
Las palabras de Dávila Castañeda confirman la sabiduría de Martín Barberena Cruz, al escribir en su muro del vecindario -léase redes sociales-, hace dos años: “Curiosa esta fórmula de periodistas metidos a política, es como cambiar de sexo”.
La Priisima… Grilla, perdón, La Purísima…, se unió a Dávila Castañeda en algo así como el Dream Team tricolor, al pronosticar desde el viejo casino de Birján que “la moneda está en el aire, pues” (23/02/2015).
Porque la gran historia se forma de pequeñas historias -no de una, parcial e incompleta-, Otto Granados le refutó sus dichos a Dávila Castañeda, al reiterar que su opinión estaba sustentada en cifras, en estadísticas históricas, no sólo en percepciones:
“Mi colaboración de la semana pasada, a propósito de las elecciones, causó cierto revuelo, y la secretaria general del PRI -por cierto, recién llegada a las filas de ese partido, según entiendo que desde el PAN, de donde proviene- tocó el tema, ahora sí que con la fe del converso.
Hay algo que tiene razón la dirigente, soy uno de los mejores gobernantes; pero su respuesta era usual hace 40 años, pensé que hablaba con Andrés Valdivia o Toño Reyna….
En la política moderna uno tiene que analizar con realismo; dice que tiene encuestas pero no las muestra. La más reciente de Parametría marca la distancia del PRI y PAN con 5 puntos. Hoy el PRI tiene una intención de voto 23 por ciento, lo que quiere decir que el PRI va arriba y abajo en los estados, al ser Aguascalientes una plaza fuerte para el PAN, donde ha ganado 5 de 7 elecciones municipales, dos de cuatro gubernaturas, en estricta lógica parece real que gane, pero en política no importa los deseos, sino los resultados” (Radio Grupo, 25/02/2015).
Me queda claro que como analista, Lourdes Dávila Castañeda es muy buena astronauta; pero además, su credibilidad está en el nivel cero de la gráfica, revisemos: como jefa de prensa del candidato del PAN a la Presidencia Municipal de Aguascalientes (año 2007), pregonó el avasallador triunfo de Arturo González Estrada… y perdió el panista; como vocera de la campaña del candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Aguascalientes (año 2013), cantó la gloriosa victoria de Paco Chávez Rangel… y perdió el priista; y como candidata a diputada local por el PRI (año 2013), gritó a los cuatro vientos que ganaría fácilmente al panista Leobardo Montañez Castro… y perdió la priista; como secretaria general pronostica un triunfo del PRI en junio próximo… y seguramente hilvanará su cuarta derrota consecutiva: 0-3 o 1-2, señalan las cuentas rancheras.
De inconsistentes augurios, reiteradas infidelidades y permanentes derrotas está asfaltado el camino de la antes panista, ahora priista, diputada y dirigente estatal cocinada en el horno de microondas tricolor.
Porque alguien tiene que escribirlo: Mis textos son alterados, aclaro para todos los efectos. Me deslindo de las colaboraciones modificadas en este espacio. Ponen en mis manos palabras que no son de mi propiedad, sino del señor Joaquín López-Dóriga, como lo supuso el lector que me escribió un correo.
Les fascina suprimir cursivas y agregar comillas dobles, algunas sin cerrarlas. La persona que maqueta mis colaboraciones debiera saber, por ejemplo, que los apodos (Los Tucanes del Congreso), las palabras o frases irónicas (anatocismo político), citas textuales extensas (como las de esta entrega) y los títulos de programas (Un kilo de ayuda) se escriben en itálicas, como bien recomienda el Manual de estilo de Proceso, mi Evangelio al momento de aporrear el teclado.
El estilo es el traje de gala de la palabra.
