Las Expectativas Empresariales (EE) se elaboran con los resultados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) del INEGI, construida por las opiniones de 1,553 empresas en relación con el personal ocupado por las empresas, las cuales permiten conocer, casi inmediatamente después de terminado el mes en cuestión, la opinión de los directivos sobre el comportamiento de variables relevantes de los sectores Manufacturero, de la Construcción y del Comercio.
Haciendo una comparación anual de las Expectativas Empresariales del sector manufacturero sobre la utilización de su planta, equipo e inventarios de productos terminados, se registraron incrementos de 1.8 puntos de manera individual, la demanda nacional de sus productos 1.7 puntos y las relacionadas con la producción ascendieron a 1.5 puntos durante febrero de 2015; en la construcción, los indicadores sobre la percepción del total de contratos y subcontratos subió hasta 2.7 puntos y del valor de las obras ejecutadas como subcontratista creció casi dos puntos; en el sector comercio las expectativas sobre las compras netas se elevaron 5.2 puntos y sobre el inventario de mercancías 4.4 puntos, todas cifras comparadas contra las que se tenían en febrero de 2014.
Fuente: Diferencia anual del Indicador Agregado de Tendencia por Sector Económico del mes de febrero del 2015
Esta encuesta se apega a las recomendaciones internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) por lo que sus resultados son pertinentes.
Los Indicadores de Opinión de cada sector reflejan las opiniones de los entrevistados que califican jerárquicamente una variedad de situaciones relativas a las empresas. Se trata entonces de indicadores de carácter eminentemente cualitativo. Los indicadores de este tipo resultan ser útiles para adelantar tendencias de la actividad económica.
Así la ven los empresarios; los consumidores ven un plano complementario. Tenemos que la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO), en su serie original al mes de febrero de 2015, nos muestra que el Índice de Confianza del Consumidor se situó en 90.3 puntos, casi 10 puntos porcentuales abajo de la marca de enero de 2003 que se toma como valor de 100. En los últimos tres meses el valor ha venido decreciendo. Pese a ello, 2015 se aprecia con un valor superior en 6.8 puntos porcentuales, en relación con la confianza del consumidor de la misma fecha del año anterior, calificado con 84.5 puntos.
La confianza del consumidor mide el grado de optimismo que los consumidores sienten o tienen sobre el estado general de la economía y sobre su situación financiera personal. Qué tan seguras se sienten las personas sobre la estabilidad de sus ingresos determina sus actividades de consumo y por lo tanto sirve como uno de los indicadores claves en la forma general de la economía. En esencia, si la confianza del consumidor es mayor, los consumidores están haciendo más compras, impulsando la expansión económica.
Las expectativas empresariales y la confianza de los consumidores se dan en el contexto de una Economía aún muy Informal, que genera el 24.8% del PIB nacional producida por el 59.0% de la población ocupada en condiciones de informalidad versus el 75.2% del PIB elaborado por el Sector Formal con el 41.0% de la población ocupada formal, es decir, que por cada 100 pesos generados de PIB del país, 75 pesos lo generan el 41% de ocupados formales, mientras que casi 25 pesos los generan el 59% (gran mayoría) de los y las ocupados en la informalidad.
En México, la Economía informal aporta uno de cada cuatro pesos, cifra semejante a países como España, Argentina, Sudáfrica y la India; pero se dedican a ello seis de cada diez personas ocupadas, cuya productividad y recursos es muy baja.
De los millones de personas dedicadas al sector informal la mayoría cuenta con edades entre los 25 y los 44 años, lo que evidencia una carencia significativa de empleo formal, dado que en ese grupo de edad contamos con personas, de ambos sexos, con educación media y superior en plena etapa productiva; a esa cifra, habrá que agregar a todos aquellos que se encuentran desempleados y que suman (según la entidad) entre uno o dos más, de cada diez, de los dedicados a la economía informal.
Datos de: www.unionjalisco.mx
En Aguascalientes contamos con una PEA ajustada al cuarto trimestre del 2014 de 507 mil 211 personas, de las cuales sobre el 5.5% se encuentran desempleadas (27 mil 896). En la informalidad, INEGI reporta un 44.9% o una cifra de 227 mil 737 efectivos que aportan el 22.9% de la economía estatal.
Porcentaje del Valor agregado bruto de la Economía informal
(Sector de Actividad Económica)
Las expectativas empresariales y la confianza del consumidor se encuentran moderadamente favorables o declinando, al término del primer trimestre del 2015; en un contexto en donde uno de cada dos integrantes de la PEA en Aguascalientes se encuentra en la economía informal o desempleado.