En noviembre del año pasado, durante el Parlamento de la Juventud Iberoamericana 2014 auspiciado por Red Iberoamérica Líder, la bella politóloga y lider del Movimiento Cívico Nacional de Guatemala, puso en boga la frase del escritor argentino Mariano Grondona: “El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica”.
Razón no le falta ni al argentino ni a la guatemalteca, quien subió a debate internacional uno de los cánceres más perniciosos que dañan a la sociedad, pero que paradójicamente no la matan.
En este marco internacional, la joven activista atacó como luego se dice popularmente, duro y a la cabeza, para desnudar lo mismo a la izquierda que a la derecha, a los conservadores o a los socialdemócratas, quienes eternamente se han servido del populismo para perpetuarse en el poder.
Retoma planteamientos filosóficos clásicos y los empaca perfectamente en la actual realidad que prevalece en ampliar regiones de Latinoamérica, cuyos regímenes han perpetuado la miseria, en aras del control social y con ello, erigir y sostener sus imperios.
Hablar de la República, la Democracia y el Populismo, es hablar de la historia contemporánea de países como México, en donde tenemos más claro el ejemplo de que el populismo ha desarticulado instituciones, la electoral, por ejemplo o a torcido constituciones, para ponerlas al servicio de la oligarquía.
Jugar con el hambre es la receta más antigua que el poder ha empleado para someter a las mayorías bajo sistemas totalitarios. Ni el tripartidismo mexicano ha podido instaurar la democracia plena, mucho menos ha acabado con la pobreza y la miseria, sino que por el contrario, la ha alimentado, la ha reproducido justamente con el populismo.
El populismo se ha encarnado en todos los regímenes de América Latina, sólo basta echar un vistazo y recorrer las naciones de la región para ver que lo mismo la izquierda que la derecha han logrado sostenerse gracias a que existe una población mayoritariamente pobre. El populismo mata la dignidad de las personas; usa a los ciudadanos como simples estadísticas y ven en la gente sólo votos.
La joven activista propone el uso de la tecnología como un arma eficaz para acabar con el populismo. Su planteamiento es interesante porque dice que será justamente el uso de redes sociales, lo que propiciará un gran debate latinoamericano mediante el que se genere intercambio de ideas, aspiraciones y propósitos políticos para derrocar al populismo.
Ahora cuestiono, ¿acaso será posible hablar de una gran Primavera Latinoamericana?, sólo el tiempo lo responderá.
*/Título inspirado de la frase “El Populismo Ama Tanto a los Pobres que los Multiplica” de Mariano Grondona, periodista, escritor, ensayista, profesor y pensador argentino.