Los festejos institucionales por el Día Internacional de la Mujer son una muestra palpable de la crisis grave que habita el país entero y Aguascalientes no está ausente de este colapso, por el contrario es un estado sumido en una carencia de oficio político, de visiones y decisiones acertadas en sus once municipios, principalmente la capital, que es donde habita más del 70% de la población de la entidad, donde hay un estancamiento peligroso para las mujeres.
Así, ciegos, los dirigentes estatales y municipales van haciendo agendas de celebración por el Día Internacional de la Mujer contradictorias, irrelevantes y francamente sexistas, porque no tienen ni la menor idea de lo que las mujeres necesitan, porque para hablar por las mujeres hay que pensar, conocer y escuchar un abanico grande de diversidad y estar libre de roles y estereotipos arcaicos.
Aquí en Aguascalientes da pena mirar a las y los responsables de generar políticas públicas que respondan a la ancha brecha de desigualdad que afecta a las mujeres regalando despensas y otorgándoles lugares en tianguis para vender sus “artesanías”, organizando ferias del empleo incipientes donde el campo de las ventas y la limpieza es lo ofertado para las mujeres.
Discursos simulados, acciones improvisadas, cualquier cosa puede ser nombrada a favor de la igualdad, hasta una corrida de toros. Qué desastre, qué amargo pensamiento se tiene sobre las mujeres, creen que dando flores cumplen nuestra demanda milenaria que es tener poder sobre nosotras mismas.
El municipio supuestamente reconoce a las mujeres que superan barreras en oficios no tradicionales, les entrega despensas y así esta instancia les recuerda sutilmente que el papel de la mujer es únicamente la cocina, el cuidado y la alimentación de otros, tareas a las que han sido confinadas eternamente. De nada sirve que sean albañilas, electricistas, carpinteras, policías, todas recibieron su despensa en una canasta, así, coquetamente, se les dio el reconocimiento y el apoyo de las supuestas instituciones consolidadas que a fin de cuentas les ordena seguir sirviendo gratuitamente a la familia, las vuelve al redil. Quienes están al frente de las instancias de la mujer, en este caso municipal, no tuvieron la habilidad o la suspicacia de dar por ejemplo un apoyo económico directo, o un paquete de herramientas propias del oficio que desempeñan, algo que incentive y mejore las barreras que van superando, no, eso no, en cambio lo que sí les entregan es su despensa y con eso justifican la creación e implementación de políticas públicas en beneficio de las mujeres.
Y del otro lado, el Gobierno del Estado anda por las mismas, se vanagloria tanto de haber inaugurado la feria de mujeres artesanas, porque bueno, ellas no son artistas, no son pintoras o escritoras o escultoras, dramaturgas, no, ellas son artesanas y la política creada para apoyarlas consiste en darles un lugarcito para que vendan su artesanía, ¿Cuánto ganaron? ¿Realmente ese tianguis las saco del apuro, las impulsó al empoderamiento económico? Impensable posicionar a las mujeres artistas, a todas, incluyendo a las que hacen arte con sus manos y el barro, sus manos y la tela, con los alimentos, darles a todas verdaderamente un apoyo constante y sonante, invertir en las mujeres artistas y dejar de generar divisiones abismales racistas y clasistas entre unas y otras.
Así es como se justifican cuantiosas cantidades a las que los gobiernos estatales y municipales acceden a nombre del desarrollo, la justicia y la erradicación de la violencia hacia las mujeres. Esa es la forma a su conveniencia, en que han entendido la transversalidad de la perspectiva de género en los distintos gobiernos, indigna que en plena conmemoración del 8 de marzo la respuesta a las distintas luchas históricas y demandas sea dar despensas y lugares para vender.
Dónde están los megaproyectos para las mujeres, los millones invertidos a su nombre. Mientras a empresas como Nissan se les beneficia con políticas entreguistas, con hectáreas de terrenos donados, “incentivos económicos” millonarios, extensiones fiscales, todo para que nos dejen aunque sea la maquila de sus autos, porque los grandes y poderosos puestos de esa empresa desde luego que no benefician a quienes habitamos Aguascalientes, el trato es entre el gobierno y ciertos empresarios, eso queda claro, la tajada es para ellos.
Y en el municipio, ni que decir, mientras a las mujeres se les entregan despensas de apoyo o como ahora dicen “becas alimenticias”, a empresas como CAASA, que viven lujosamente de la extracción del agua y su comercialización, se le entregan millones, año con año se le aseguran contratos casi vitalicios, cobrando en contubernio con el gobierno municipal el vital liquido a precio de oro. Lo dicho, el pacto no es entre el gobierno y las mujeres, ni pensarlo, el pacto es usar todos los recursos en beneficio de la elite masculina. Todos, empresarios, taurinos, presidentes, gobernadores, bares, todos sacando raja del 8 de marzo, y no faltan las flores que pululan en nombre de los partidos políticos.
Como dije, es peligroso el atraso para las mujeres de Aguascalientes, sigue pendiente el centro de justicia al que se destinaron varios millones de pesos, de poco sirve el esfuerzo, los malabares que hacen quienes encabezan los institutos de la mujer que buscan responder, si mientras quienes dirigen a nivel estatal y municipal no tienen ni la menor idea del significado de trabajar a favor de las mujeres. El atraso en Aguascalientes sigue siendo peligrosamente omiso para miles de nosotras.
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@Chuytinoco