Dentro de tres meses y 17 días puede que el panorama del país cambie ligeramente, siempre y cuando la sociedad lo demande y esté al pendiente de un proceso que desde siempre ha cargado con el lastre del fraude. El domingo 7 de junio, además de las gubernaturas en Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora se juegan 500 curules para diputados federales.
Y ahí vamos de nuevo, a repetir la historia con los mismos protagonistas, los mismos mecanismos y artimañas para convencer a la opinión pública de que la votación será “derecha” y que somos un país que ejerce la democracia. Se estrenan tres partidos, Morena, Humanista y Encuentro Social, es decir ahora tenemos diez opciones para elegir, claro con sus ya tradicionales alianzas como la del PRI con el Verde, el PRD con el PT entre otras.
Eso quiere decir entonces que el golpeteo ya comenzó, las notas sensacionalistas y los logros de cada uno de los partidos se tienen que cacarear.
Qué opinión le merece Guerrero y Michoacán, el primero de estos, un estado gobernado por el partido fundado por el mismísimo primogénito de Tata Cárdenas, el último gran héroe digno de estar en los libros de la SEP, el Partido de la Revolución Democrática, recuerde la historia reciente, el nombre de Ángel Aguirre Rivero, el gobernador que tuvo que pedir licencia después del caso Ayotzinapa; qué me dice de Ángel Aguirre Herrera, el junior que por culpa del sistema perdió la oportunidad de ser candidato por el partido del sol azteca a la alcaldía de Acapulco, una cosa sí le debemos reconocer y son los pantalones que tiene, o tenía para querer ser el presidente municipal de una de las ciudades más peligrosas del mundo. Pero la desgracia familiar y del partido no termina ahí, el Juzgado Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México dictó auto de formal prisión en contra del tío del junior de los pantalones bien puestos. Pero no sólo en contra de Carlos Mateo Aguirre Rivero (el tío en cuestión), sino que también de Luis Ángel Aguirre Pérez (el primo), la causa: lavado de dinero. No le parece que es como la apertura de una temporada de caza, todo sucede ahora que estamos acercándonos peligrosamente al “día D”. Lo que pasa en Guerrero no se queda en Guerrero y para eso está el gobierno tricolor, para exhibir la realidad en un estado que ni ellos mismos han querido meter mano, me refiero al Gobierno Federal, pero bueno, qué mejor que los conflictos sean en casa ajena.
Es decir, parece que existe una estrategia de desprestigio contra el sol azteca que se refleja y se vive con cada uno de los acontecimientos que suceden en el estado que colinda con el Pacífico. El mismo Cuauhtémoc lo veía venir y desde el 25 de noviembre del año pasado pintó su raya. ¿De verdad es tan importante borrar del mapa al Partido de la Revolución Democrática? Por lo menos debilitarlo hasta convertirlo en la cuarta o quinta fuerza electoral, ostentando la bandera de izquierda (de dientes para afuera) ¿qué partido tomaría su lugar?, es obvia la respuesta, entonces eso quiere decir que un hombre representa a la izquierda mexicana o está tan bien medido por el sistema que es más fácil controlarlo a él que los perredistas enardecidos por los constantes conflictos que se les achacan.
Primero Andrés Manuel, luego Cuauhtémoc y ahora lo está meditando Marcelo, quien dijo que en el PRD “definitivamente se acabó el espacio” para continuar con su proyecto político.
Son tiempos electorales estimado lector, todo se vale, hasta que las personalidades de los partidos cambien de parecer o dejen de comulgar con la ideología que en su momento defendieron con toda su fuerza.
Marcelo dijo “Yo veo mi futuro en función de mi proyecto político, no una cosa individual, no se trata de que seamos diputados como sea y donde sea, no es el plan. El plan es cómo fortalecemos el polo opositor que sería congruente con lo que estamos pensando”, esta declaración se dio a raíz de que el Consejo Político Nacional del PRD no avaló su candidatura plurinominal para la Cámara de Diputados. Entonces, nada para Ebrard quien carga con el fantasma de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.
No a la diputación, por consiguiente casi imposible la candidatura a la presidencia, no crea que es adelantarse mucho, las piezas se mueven de una manera tan anticipada que a veces perdemos de vista la maniobra fina. Además de la Línea 12 se le acusó de filtrar la información del caso “Casa Blanca” al equipo de Carmen Aristegui, y mire que adjudicarle el gancho al hígado que casi noquea equipo tricolor es delicado.
A cuál izquierda le apuesta entonces, ¿al Partido del Trabajo, a Morena, a Movimiento Ciudadano?, ¿tenemos izquierda en México?
Invitados a la firma de aquel Pacto por México, convulsionados por los hechos en Guerrero y Michoacán, sus figuras debilitadas, la imagen del partido a tres meses y 17 días de las elecciones no es muy sana que digamos.
Es temporada de caza que le pega al PRD, al PAN y al partido en el poder, que sigue sin entender que el gobierno no es partido y que el partido no gobierna.
Búsquele y verá, el camino al 7 de junio depara más sorpresas.
@ericazocar
