- La museografía no es un elemento aislado, es el arte de transformar un discurso duro en una interpretación fácil y con emociones
Si en algún momento ha escuchado algo sobre museografía pero nunca comprendió qué realmente significaba, le dejaremos una pequeña charla obtenida con la artista visual Ofelia Martínez García de la empresa museográfica Margen Rojo, quien puso énfasis en la necesidad de olvidar la división de temas en diferentes espacios y empezar a trabajar una museografía realmente completa.
“A ese discurso retórico que puede complicar su comprensión nosotros debemos de traducirlo en un discurso museográfico fácil de entender”, por tanto el equipo de museografía es el responsable de configurar -junto con el área de investigación o curaduría- un discurso con el se va a tratar de comunicar con el visitante.
Hablamos del equipo de museografía, pues ésta no sólo la hace una persona, “es todo un conjunto de especialistas que unen esfuerzos para construir de manera colectiva un determinado discurso”, están los diseñadores de interiores, los gráficos e industriales, arquitectos, expertos en medios audiovisuales, músicos y hasta filósofos.
Se convierte en un grupo de expertos en diversas disciplinas que se sientan a discutir el cómo se vincularán y organizarán los contenidos temáticos, de tal manera que se le permita al visitante comprender el discurso museográfico sin mayor dificultad, “es que cuando hablas con expertos o personas que están muy metidas en el tema fácilmente comprenden lo técnico pero el público más general termina por irse del museo si su museografía no fue bien estudiada”. Por ello se considera que los museógrafos son los traductores de un discurso duro a uno más amable, didáctico y lúdico para el visitante común.
La Museografía sin límite
“Si observamos a los museos desde un punto de vista institucional nos percataremos de las duras divisiones que ya no corresponden a la forma en que se está produciendo el conocimiento; por un lado está el Museo de Arte, por el otro el de Historia y por otro el de Ciencia y Tecnología, pero no, el ser humano llega al conocimiento por muchas lecturas.”
La propuesta de esta artista visual desde hace 20 años, es que la museografía trabaje sin límites, que se olviden que son museos de una sola disciplina, sino que adquieran una proyección mayor que permita al visitante llegar al conocimiento, pero desde las perspectivas de las diversas disciplinas.
Ahora que las exposiciones y galerías se pusieron “de moda”, los espacios museográficos deben aprovechar para aterrizar mejores ideas en colectivo, y no dejar de lado el componente teórico-estético que en muchas ocasiones se olvida por la rapidez con la que se pretende hacer el proyecto.
De ahí el que Martínez García califique a la museografía como arte y no sólo como un elemento aislado, puesto que en ella se estudia el manejo de la luz, el espacio, la composición, el discurso, todo aquello que pueda transformar un discurso rígido y difícil de comprender en una fácil interpretación acompañada de una emoción en el visitante.
“En cierto modo algunos artistas visuales estamos cansados de que en todos los museos ves el mismo discurso, en el mismo orden y nada más cambiadas algunas cosas, los museos son más allá de eso”, por ello desde sus investigaciones y trabajos tanto en México como en Sudamérica y Europa, han logrado encontrar nuevos caminos en la búsqueda de una museografía más completa.
Mientras muchos piensan que la museografía es sólo una técnica artesanal, esta artista visual junto con el equipo de Margen Rojo han trabajado por posicionarla como una actividad estética, donde puede haber un sin número de artistas con diferentes puntos de vista para que en lo colectivo se interprete de diversas maneras un mismo discurso; todo con la finalidad de que el visitantes las asuma y finalice una interpretación propia.
Desde el punto de vista de Ofelia Martínez García, la museografía en México tiene un nivel muy avanzado en comparación con países de primer mundo incluso, ya que la variedad de artistas de diferentes disciplinas han logrado encontrar distintas formas de llevar a cabo el trabajo de la museografía.
“Desde hace 20 años cuando empecé a salir a otros países me percate que realmente México tiene muy buena museografía, en su mayoría sí hay un cuidado especial antes de colocar un proyecto”, la razón desde su punto de vista es que el país cuenta con instituciones académicas de gran nivel, y con una gran cantidad de talentos que van creciendo década tras década.