- Interpretan en recital sus composiciones
- La distinción, por sus contribuciones a la tradición musical de México desde diversas trincheras: la interpretación, la composición y la docencia
Honrado, se dijo el compositor Federico Ibarra Groth al ser galardonado con la Medalla Bellas Artes que otorga el Conaculta y el INBA, y que le fue entregada en el Palacio de Bellas Artes la noche de este martes 10 de febrero por sus contribuciones a la tradición musical de México desde diversas trincheras: la interpretación, la composición y la docencia.
“Me siento muy honrado al haber sido distinguido con la Medalla que el instituto regala a los artistas. Doblemente honrado, al serme entregada esta medalla en una fecha significativa del Palacio, sus primeros 80 años de vida y además, compartir este honor con los amigos que me acompañan”, señaló tras recibir la presea.
Luego de un pequeño recital en que los asistentes pudieron disfrutar de una muestra del talento del compositor a través de la interpretación de la Sonata VII para piano solo, a cargo de la pianista Guadalupe Parrondo, el músico hizo un recuento de su relación con el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Recordó que su primer contacto fue como público, cuando de estudiante asistía a los espectáculos musicales para tener un mayor contacto con esta disciplina y ante la falta de recursos para comprar los boletos, pidió al maestro Luis Herrera de la Fuente que le dejara entrar a los ensayos de la Orquesta Sinfónica Nacional, que en ese entonces dirigía.
Su talento y vocación musical, a la cual ha dedicado más de cinco décadas, lo ha llevado a relacionarse y trabajar con diversas áreas del INBA, lo mismo la Ópera, que las compañías nacionales de Danza o Teatro, además de fungir como curador, consejero y asesor en diferentes ocasiones y a elaborar por encargo, obras que lo han puesto a prueba y han enriquecido su catálogo de composición.
Con la entrega de esta medalla, el Instituto Nacional de Bellas Artes, destacó su directora, María Cristina García Cepeda, celebra a un hombre de talento excepcional: un destacado músico, gran pianista, decano de la composición contemporánea y docente comprometido.
“Dueño de una sensibilidad renovadora, inconfundible y vigorosa ha conformado un vasto catálogo a lo largo de medio siglo que se caracteriza por la exploración de las formas y las técnicas compositivas.”
El trabajo creativo de Ibarra Groth, agregó la titular del INBA, toma la herencia de toda una generación de compositores del nacionalismo y la lleva a la modernidad de la música del siglo XX, en una obra con una fuerte vena dramática que ha hecho vibrar el corazón de varias generaciones.
Por ello, dijo, “me enorgullece entregarte la Medalla Bellas Artes como un reconocimiento a tu inagotable creatividad sonora y expresiva, así como tu innovación en el uso del lenguaje musical que te ha convertido en un pionero de la composición de vanguardia en nuestro país. Un reconocimiento a tu ejemplo de solidez técnica, de firmes posiciones estéticas y de un estilo musical maduro y pródigo en colores sonoros”.
Federico Ibarra, durante más de cinco décadas, ha conformado una obra que lo ha convertido en uno de los compositores más importantes y significativos de la música mexicana contemporánea, con un repertorio que va de sonatas a sinfonías, pasando por cantatas, suites y óperas.
Con una intensa producción tanto en cantidad como calidad, que incluye las óperas Alicia, Leoncio y Lena, así como Antonieta, un ángel caído, además de cuatro sinfonías, conciertos y sonatas para piano, violín y violonchelo, este arquitecto de los sonidos es profesor emérito de la UNAM.
Además, ha sido galardonado con la Medalla Mozart, el Premio Universidad Nacional y el Nacional de Ciencias y Artes 2001. Sus obras han sido interpretadas en México y otros países, como Australia, Polonia, Hungría, Estados Unidos, Brasil, Cuba, Francia, China y Sudáfrica.
Con información de Conaculta