- Concluye Observatorio de Violencia Social y de Género la primer georreferenciación de la violencia en el estado
- El hacinamiento de violencia feminicida está en la salida San Luis, Norias de Paso Hondo y Guadalupe Peralta
Visualizar los lugares donde ocurre la violencia sexual y sus características ayudará a combatirla, es por ello que el Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes dedicó casi un año al trabajo de georreferenciación de la violencia en la entidad, subrayándose como alerta la violación sexual a niños en el oriente de la capital.
La presidente de la asociación, Mariana Ávila reconoció haber sido un trabajo muy pesado por la poca información que se maneja en los diferentes medios; suponiendo que los medios toman como base los boletines de prensa de la Procuraduría General de Justicia, los datos son muy diversos, “no se dan los domicilios exactos -entendemos que por protección a las víctimas-, algunos datos vienen diferentes y eso ha dificultado el análisis”.
Entre los resultados se resalta que el tema de la violencia (sexual y feminicida) se centra en la víctima y casi no hay análisis de dónde viene el victimario, “nosotros le apostaríamos a identificar de dónde están saliendo las personas que están violentando” y de esa manera establecer estrategias correctas.
La mayoría se concentra en el municipio de Aguascalientes en la zona oriente, lo cual puede ser por diferentes factores como la cantidad de población, de inseguridad y de ausencia de políticas públicas que son consecuencia de una discriminación institucional, pues la ciudad ha sido planeada urbanísticamente hablando para concentrar en un espacio reducido a una gran cantidad de población, violentando sus derechos humanos. Justo la georreferenciación de las violencias permite que las autoridades encuentren medidas para desarticular esos tipos de violencia.
“Encontramos este hacinamiento de violencia feminicida en la salida San Luis, Norias de Paso Hondo y Guadalupe Peralta”, aunado a un problema de hacinamiento muy grave que las autoridades no han atendido, pues han permitido que se construyan fraccionamientos en condiciones inhumanas que dañan la dignidad de las personas, siendo parte de los factores que causan la cultura de la violencia.
Violencia sexual infantil
Durante el monitoreo se encontró que por semana se denuncian varias violaciones hacia una niña o un niño por un adulto, siendo alrededor de una diaria denunciada formalmente, más las que se quedan en silencio al interior de los hogares; como activistas social y feminista, Mariana Ávila lamentó que la cultura de la denuncia sea tan escasa que no se pueda realizar estadísticas exactas para poder combatir la totalidad de los casos.
“Estos resultados nos hablan de un problema muy fuerte de salud sexual y de una cultura de sometimiento a la violencia por parte de los adultos”, porque la mayoría son hombres adultos y conocidos y las violaciones se dan dentro de la casa. A pesar de que la autoridad judicial y de salud no lo ha aceptado, el abuso sexual infantil es una de las problemáticas en el estado más graves y alarmantes.
En el caso de los municipios, la violencia se muestra de manera más distanciada por aplicarse generalmente en las comunidades alejadas de la cabecera; el problema es que se han encontrado cuerpos de mujeres asesinadas en el oriente de la capital que son provenientes de otros municipios como Jesús María o Calvillo.
Ávila explica que las personas que cometen estos delitos (feminicidio-violencia sexual) saben que en esta zona difícilmente van a encontrar patrullaje y seguridad, por lo que fácilmente pueden cometer el delito en la cabecera pero arrojar los cuerpos en las comunidades; “la infraestructura del estado está pensada para las empresas, para las élites y no para la ciudadanía ni mucho menos para las mujeres”.
El que se esté permitiendo el crecimiento desmedido en ciertas zonas de los municipios, causa que se estén creando focos rojos para la delincuencia y la violencia, esto a pesar de los múltiples estudios realizados sobre polígonos de pobreza y de inseguridad, “han querido resolverlos con talleres de cuatro meses con un día a la semana y con personas ajenas a lo cotidiano de la zona”, siendo políticas insuficientes que no logran nada más que reforzar la violencia hacia la mujer y a los menores.
Desde la perspectiva del Observatorio, en la entidad hay una ausencia de políticas públicas y de planteamientos serios respecto al tema de violencia como un delito, además de un pésimo acceso a la justicia, “los funcionarios de primer contacto con la persona que va a denunciar, se encarga de que las denuncias no continúen”, tanto por el trato como por el tiempo que se tiene que esperar para recibir justicia.
Al Observatorio ya la Colectiva Feminista A.C. ha legado solicitudes de acompañamiento en las denuncias de casos de feminicidios donde las autoridades cerraron el caso como suicidio o accidente, todo por no hacerse la investigación correcta ni a las personas señaladas como culpables.
“Nos hemos topado con funcionarios públicos incluso de la Agencia Especial y Ministerio Público que nunca están porque trabajan medio turno como si fuera fin de semana”, y otros que invitan a la víctima a desistir de la denuncia. Razón por la cual se planea crear una clínica jurídica que ofrezca estos servicios de acompañamiento de manera gratuita y aumentar la confianza de la ciudadanía en la denuncia formal.
Junto a otras organizaciones civiles del mismo ramo, se buscará reunirse con autoridades encargadas de la planeación urbana para presentarles los resultados de la georreferenciación, acompañado de un análisis más profundo con expertos en el tema de desarrollo social sustentable; esto tendría que ir de la mano con reuniones de trabajo con los alcaldes, gobernador y hasta legisladores locales.