Salvo por la inconformidad anunciada por algún militante distinguido ante el Comité Ejecutivo Nacional al que no le aceptaron sus registros de precandidatos, al término del actual periodo de precampañas (18 de febrero) podría confirmarse que el Partido Acción Nacional (PAN) habrá de postular a Gerardo Federico Salas Díaz como su candidato a diputado por el primer distrito electoral federal con cabecera en Jesús María; al igual que a la señora Arlette Muñoz por el Distrito II y al señor Jorge López Martín en el Distrito III, con cabecera en el municipio de Aguascalientes. A lo largo de 40 días naturales, los 14 precandidatos panistas registrados deberán realizar eventos de carácter interno en los cuales van a dirigirse exclusivamente a los militantes afiliados a ese partido, quienes podrían formar parte de la correspondiente Convención Distrital.
Los precandidatos son: para el primer distrito: Gerardo Federico Salas Díaz, quien deberá superar en simpatías al señor Alfonso Alejandro Jurado Ávila y apersonarse en conjunto, o por separado, ante los tres mil 416 militantes afiliados al PAN en esa demarcación electoral para darles a conocer sus propias virtudes. En el segundo distrito: Arlette Ivette Muñoz Cervantes, si desea ser la candidata tendrá que sepultar a Raquel Soto Orozco y, sin embargo, no será nada sencillo, pues ambas deberán apersonarse ante unos cinco mil 300 militantes afiliados a su partido; finalmente, en el tercer distrito electoral federal, ante una cifra de militantes no mayor de cinco mil 400 militantes afiliados, la puesta en escena correrá a cargo del multicitado Jorge López Martín, quien deberá superar a la tropa insubordinada que encabezan el regidor José Refugio Muñoz de Luna, Arturo González Estrada, Juan Guillermo Alaniz de León, y Sarahí Macías Alicea.
Adicionalmente el PAN registró en el escenario interno a una quinteta de aspirantes a diputados por el principio de representación proporcional, quienes podrían realizar sus propias precampañas internas para alcanzar el propósito de integrar las listas plurinominales del PAN rumbo a la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión. En este caso, suponemos que los cinco aspirantes deben tener la misma posibilidad de manifestarse frente a los 14 mil 190 afiliados al PAN en todo el estado de Aguascalientes.
Si tenemos en consideración la reducida cifra de miembros afiliados al PAN que publicó el INE el pasado 12 de enero, tendríamos elementos racionales para cuestionar la dimensión de su proceso interno. Difícilmente comprenderemos la razón por la cual ese instituto político tenga la necesidad de desplegar una amplia y escalofriante campaña mediática para que sus 14 mil 190 afiliados conozcan a sus aspirantes a candidatos. Esta aparente y desmedida precampaña podría ser calificada como un gran derroche de recursos públicos. Siendo racionales, el número de militantes afiliados al PAN no justificaría realizar más de un evento “multitudinario” por cada distrito para que su militancia conozca más a fondo a quienes aspiran a ser sus candidatos. Lamentablemente, la congruencia no va de la mano de la farsa en materia de política electoral.
El actual despliegue de comunicación política y de propaganda del PAN, supuestamente dirigido a sus militantes afiliados, es excesivo si tenemos en cuenta el número total de militantes de ese instituto político. Por lo tanto, debemos pensar que tal despliegue corresponde, más bien, a una estrategia de “posicionamiento” del nombre de sus posibles “candidatos”. Por ejemplo: resulta obvia esa estrategia al observar las múltiples fotografías que aparecen en carteles o prensa local. En ellas aparece el logotipo del PAN casi oculto seguido por nombre de Jorge López Martín, que se destaca con monumentales letras mayúsculas; en una segunda línea aparece la frase “diputado federal” en un tamaño muy destacado; finalmente, en una tercera línea, casi imperceptible, se anuncian letras chiquitas con la frase “precandidato”. ¡Chulada!
Esa propaganda parecería un acto anticipado de campaña, ya que López Martín no tiene el derecho de promoverse como diputado federal, sino en todo caso, como precandidato a diputado federal. En otras palabras, parece querer engañar a los electores. Alguien podría justificar tal propaganda como “mañas” que aparecen en todo proceso electivo y posiblemente le asista la razón porque en política son muy pocos los ciudadanos que respetan el principio de legalidad; por lo general, pretenden burlarse de las leyes electorales.
En suma: tengo la impresión de que la precampaña del PAN será muy costosa, innecesaria y golosa. Legalmente, cada precandidato registrado tendrá derecho de gastar hasta 224 mil 74 pesos, con 72 centavos, cuyo origen y destino deberá comprobarse fehacientemente ante el INE. Por lo pronto, tengo la impresión de que el PAN le ha puesto el cascabel al gato; que reta a la Unidad Técnica de Fiscalización del INE para que demuestre su verdadera capacidad para verificar el origen y el destino del gasto en precampañas.