- Pedro de la Serna pidió la sumatoria de todas las fuerzas políticas
- El Consejo Coordinador Empresarial difunde su nuevo Código de Integridad y Ética Empresarial
- Dice el CCE haber colaborado con las tareas anticorrupción a través de un código de ética
Hermanado con el Partido Acción Nacional, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pidió a todas las fuerzas políticas apoyo para el pretendido Sistema Nacional Anticorrupción. No hacerlo, según Pedro de la Serna López, sería tanto como dejar al país “entre dos grandes ciclones”.
El presidente del CCE en Aguascalientes añadió que México no destaca por su probidad en los sectores público y privado: “Nosotros los empresarios ya firmamos, ya nos pusimos a trabajar en esto, esperamos que la clase política haga lo suyo, porque la corrupción se presenta en todos los niveles… nuestros hijos están viendo esto que se vive como algo muy normal… queremos que se acaben los moches, estamos en proceso de campañas, seguramente se estará ofreciendo dinero, y después viene la retribución, es lo que queremos evitar al máximo”.
–¿Bastará una ley para acabar con la corrupción si quienes la aplican son los funcionarios?
–Bastará una ley para hacer los máximos esfuerzos.
De la Serna retomó el Código de Integridad y Ética Empresarial presentado este martes por la dirigencia nacional del CCE. A través del documento, expuso en una rueda de prensa compartida con el diputado José Ángel González, parte del sector patronal se adhiere a las actividades anticorrupción.
–¿El consejo cómo puede vigilar que sus agremiados no cometan estas prácticas?
–Siento que debe haber penas para quien incurra en ellas, hacer campañas por medio de ustedes donde se vea hacia dónde queremos ir.
El Código de Integridad y Ética Empresarial, al cual se sujetarán los militantes del Consejo Coordinador Empresarial, se divide en una docena de puntos.
Prohibición a la corrupción, transparencia, integridad en las inversiones, integridad en las relaciones de negocios, transparencia en la prohibición de adaptaciones con fines políticos, libertad en la participación política de los colaboradores, existencia de controles de verificación, responsabilidad en la política para evitar la corrupción, compromiso con la cultura de la honestidad e integridad en los negocios.
Se suman a la lista el desarrollo de programas de cumplimiento, comunicaciones internas y confiabilidad, y fomento a la cultura de la integridad y transparencia en los negocios.