A propósito de Julio Scherer García… - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Una vez más los titulares de medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, muestran la lamentable pérdida de un personaje de altura, no hace más de un mes se anunciaba el fallecimiento de Vicente Leñero, una de las figuras más relevantes del siglo XX; hoy, el mundo del periodismo vuelve a pintarse de luto, Julio Scherer García murió ayer por la madrugada a causa de un choque séptico; frenéticamente la noticia corrió por todo el país y América Latina, redes sociales, radio, televisión, periódicos, páginas web, todos hablaron de lo lamentable que es para el periodismo su fallecimiento.

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Para su hija María Scherer Ibarra es un paso más del que su padre le enseñó: “Mi papá lleva años despidiéndose. ‘Cuando sea flor…’, nos previene. Por fortuna, he alcanzado la madurez a su lado. Justo ahora, cuando mi amor por él alcanzó su plenitud, es el momento: yo también quiero honrar a mi padre, que nunca será flor. Será árbol. (Escrito enviado a Letras Libres en octubre del 2014).

Como iniciadores en este mundo del periodismo (me incluyo como joven reportera) tenemos el deber ético de seguir los pasos de los grandes; en la escuela siempre nos dicen que afuera, en el mundo real, la vida es dura y que por ello necesitamos prepararnos mejor entre libros, investigaciones y trabajos. En lo personal, tanto Vicente Leñero como Julio Scherer García, fueron y serán siempre mis maestros, pues, como muchos otros colegas, no conté con las bases periodísticas en la universidad y al salir a ese mundo real tuve la suerte de toparme con estas dos plumas, a las cuales cada vez que las leo continúan enseñándome.

Para algunos reporteros locales estos nombres no les son de relevancia, pero para otros, los que seguimos en la búsqueda de un periodismo crítico, las palabras se quedan cortas para definirlos. En busca de información me encontré a tres personas totalmente diferentes pero con una característica similar: Julio Scherer García.

Marco García Robles (comunicólogo, académico)

“Por mi edad no me tocó presenciar su trabajo en Excélsior, pero hasta nuestra época llegan los ecos de la gloriosa etapa del periodismo mexicano, a tal grado que este periódico se codeaba con los grandes del mundo, bien podías decir un New York Times, Le Monde y Excélsior. Principalmente se caracterizaba por ser -en años donde había una hegemonía gubernamental- un periódico crítico, ese modo de hacer el periodismo fue lo que llevó a la intervención gubernamental a atacarlo y en consecuencia de ello Scherer fundó la revista Proceso.

Para muchos de nosotros este fue un punto de inflexión en la historia moderna del periodismo mexicano, después de los Flores Magón, este es el acto más importante de transición; con creación de Proceso se dio el surgimiento de un periodismo independiente, crítico y bajo un esquema cooperativista, lo cual para los que hemos ejercido el periodismo, Scherer es toda una referencia de lo que debe ser el trabajo periodístico o a lo que se aspira  a ser un buen reportero”.

Desde su perspectiva, el legado de Julio Scherer está presente no sólo como director de Excélsior o Proceso, sino como maestro de generaciones periodísticas que están en activo por medio de sus investigaciones y libros publicados, todo ello quedará en la historia junto a Vicente Leñero y Carlos Marín, los cuales crearon el Manual de Periodismo (algo así como la biblia de nosotros los reporteros iniciadores), por lo tanto, su muerte dejará un vacío muy grande para los medios de comunicación de todo el país, “sé que hay personajes famosos que encabeza los titulares de los medios, pero creo que los grandes se han acabado con Julio Scherer”.


Alfredo Barba Chávez (exreportero de Excélsior)

“Antes que un gran escritor y periodista, don Julio fue un gran ser humano, tuve el privilegio de conocerlo cuando aún no entraba a Excélsior; era un hombre recio, muy estricto pero extremadamente generoso y noble; sabía enseñar nada más con hablar, aunque se escuche exagerado, predicaba el periodismo. Le encantaba leer, se acababa más de tres libros a la semana, tuvo dos licenciaturas (en derecho y en filosofía y letras), jamás se cansaba de decirnos la importancia que tenía el leer todo lo que nos llegara a las manos”. Con gran sentimiento, Barba Chávez indicó que cuando se encontraba con Scherer García en algún evento siempre los trataba a todos los reporteros con un cariño paternalista.

“El legado no sólo es por sus investigaciones sino también por la escuela que dejó cuando fue director de Excélsior cuando era el periódico número uno en América Latina y el diez o 12 de todo el mundo; para los reporteros que estábamos en otros medios nuestro ideal era llegar a trabajar con él. Cuando llegó a la dirección de este periódico trabajó duro para hacer real el lema del fundador -el periódico de la vida nacional-, don Julio siempre buscó que la gente capitalina se enterara de todo lo que sucedía en la provincia y la gente de provincia se viera reflejada en un periódico tan importante como Excélsior”.

Con 52 años de trabajo periodístico, Barba Chávez aseguró que siempre, desde la trinchera donde estuviera, cientos de periodistas querían llegar a ser como Scherer García; al entrar a Excélsior, dijo haber alcanzado el reflejo de su escuela aprendiendo la responsabilidad de la pluma, el escribir apegado a la realidad, el no falsear la información, nunca insultar al lector y sobre todo a responder por los errores.

“Tanto las viejas como las nuevas generaciones tenemos la responsabilidad de continuar el legado, aprender a no dejarse vencer por la estructura gubernamental, seguir los pasos de los grandes como el también gran periodista Vicente Leñero; su muerte nos deja un gran hueco difícil de llenar porque eran cerebros privilegiados”.

Salvador de León (investigador y docente de la UAA)

“Julio Scherer forma parte de este reducido sector de periodistas críticos que tuvo la valentía de enfrentarse al sistema en su momento con las ediciones del periódico Excélsior durante su época dorada, que fue cantera de varios periodistas importantes que significaron una nueva manera, no solamente de ejercer el periodismo, sino de enseñarlo a las nuevas generaciones, así como Miguel Ángel Granados Chapa y el propio Vicente Leñero”.

“Juntos generaron la revista Proceso como una manera de rastrear el periodismo crítico a pesar de los golpes estructurales del Estado, importante que este periodismo crítico, combativo y señalador que se generó en la década de los 70 le costó varias situaciones tanto personales como profesionales, pero también les permitió crear proyectos periodísticos y enseñar esta forma de hacer periodismo a las nuevas generaciones”.

“Para el investigador y docente de periodismo, hay figuras que resaltan en los medios locales que muestran este legado de Scherer, Granados Chapa y Leñero, otros más comunes en los nacionales como Carmen Aristegui que siempre se consideró discípula de Miguel Ángel Granados Chapa o el propio Javier Solórzano, “observamos nuevas generaciones que han seguido con este legado que se gestó en esta época tan difícil de la historia contemporánea de México (60 y 70)”.

Desde su perspectiva, más que una pérdida, la muerte de Scherer es parte de un ciclo, personajes como él lograron cumplir su ciclo en el periodismo nacional, “estamos en un momento muy difícil para el periodismo porque hay fuerzas estructurales que vienen del Estado, de la delincuencia organizada y del poco apoyo de la sociedad hacia sus periodistas”, momentos en que justamente la enseñanza y trayectoria de figuras como Scherer García entran para contraatacar.

Actualmente podemos encontrar experiencias de periodismo crítico y combativo de gran relevancia en todo el país, reporteros locales con plumas preparadas, ejemplificándose de zonas como Veracruz, Chihuahua y Sinaloa, entidades que han sido muy golpeadas por interese políticos fuertes, pero en donde el trabajo de un periodismo valiente se tiene muy presente.

Pase lo que pase, la historia del periodismo mexicano siempre quedará marcada con estos dos personajes que, reitero, pueden ser reconocidos o no por su nombre, pero todo interesado en el periodismo o en el área de la comunicación en sus múltiples vertientes, sabe y hace algo de lo que Scherer y Leñero dejaron como legado.

 


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