- Más de 600 mil asistentes han visitado la Feria
- Se solidarizan con los sucesos en Guerrero permitiendo pancartas y carteles con información de los normalistas
Un año más la Feria Internacional del Libro Guadalajara captó la atención de todo México, Estados Unidos, Sudamérica, Asia y Europa; el Expo Foro se vistió de azul en homenaje al país invitado: Argentina, así como en solidaridad con los hechos en Ayotzinapa, Guerrero, colocando una manta de casi dos metros en la entrada del lugar con la siguiente frase:
“La FIL Guadalajara se solidariza con los familiares y amigos de los estudiantes desaparecidos y de los fallecidos en Ayotzinapa, Guerrero; condena el clima de violencia en cualquiera de sus formas. Hoy más que nunca impulsemos la palabra como el mejor recurso que tiene el ser humano”
En un largo recorrido por los más de mil 900 editoriales procedentes de cuarenta y cuatro países, se puede percibir los colores, la textura y la relevancia del escenario más grande del libro. Con ayuda del hashtag #SomosLectores en Twitter, la FIL ha llegado a lectores de todo el mundo, muestra de que la lectura tradicional no está peleada con los avances de la tecnología.
Sección de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, mujeres, profesionistas, intelectuales, de todo puedes encontrar en la FIL, convirtiéndose en todo un festín que pone a temblar al bolsillo de los presentes; justamente hablando de dinero, se le cuestionó a cierto número de asistentes sobre cuánto pretendía gastar en la feria, a lo que sorpresivamente respondieron: “Es que nosotros no venimos a gastar, venimos a invertir en educación”, los sonrientes jóvenes cuestionados siguieron su camino en busca de más inversiones, siendo las novelas y títulos sobre política las más consumidas por este sector.
Desde 1987 cuando la Feria Internacional del Libro comenzó sus actividades por iniciativa de la Universidad de Guadalajara, pocos apostaban su sobrevivencia por la dificultad que tiene un evento de tal magnitud, hoy registra a más de 600 mil visitantes de todo el mundo, solicitudes de más de dos mil casas editoriales y medios de comunicación interesados en ser parte de la feria así como más de 500 presentaciones editoriales durante de libros.
Cada año recorren sus pasillos editores, agentes literarios, promotores de lectura, traductores, distribuidores y bibliotecarios, que acuden a realizar intercambios comerciales y profesionales.
El programa contempla más de 600 horas de actividad en tres áreas de acción: editorial académica y cultural, deja en el estado de Guadalajara y entre las editoriales participantes, una derrama económica de más de diez millones de pesos, según organizadores y coordinadores de la misma.
La FIL Guadalajara se ha consolidado como punto de encuentro para la discusión entre lectores, escritores, académicos, estudiantes y público en general; que desde 1993 disfrutan a un país invitado, el cual comparte lo mejor de su producción editorial y un poco de su cultura. Este año Argentina repitió su colaboración con un estilo sencillo, azulado y serio, donde destaca su interés por continuar la tarea del Programa Sur de Apoyo a las Traducciones, esquema que desde 2010 otorga subsidios para la publicación de obras de autores argentinos en todo el mundo.
En el pasillo L puede destacarse el ecológico stand de la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes, un espacio de no más de 18 metros cuadrados hecho de cartón reciclado con ligeros diseños con vinil; lugar dedicado a aquellos escritores independientes que por falta de recursos no pueden pagar un espacio por sí solos en la FIL (ya que son muy costosos) pero que al unirse logran tener presencia entre los miles de asistentes al foro sin afectar sus finanzas.
Aunque generalmente las ferias de libros son para vender libros, la FIL Guadalajara también sobresale por su labor de negocios e intercambio cultural, utilizando las mañanas para la visita a las empresas, distribuidores y editoriales independientes en busca de convenios y tratos comerciales.
Una de las situaciones observadas durante el recorrido de La Jornada Aguascalientes en esta edición de la Feria, fue la seriedad del evento, escuchando algunas voces en desacuerdo por el lugar, la “exagerada seguridad en la entrada” y la alza de los costos tanto para entrar a ella como en la venta de los libros, “sabemos pagar por calidad pero en ocasiones alteran los costos de los libros sin pensar en los bolsillos de los demás, nosotros nos llevamos cientos de libros pero su precio es muy elevado, antes salía con más de diez libros hoy solo pude llevarme cuatro”.
Como en todo, hay voces a favor y voces en contra, sin embargo, se debe reconocer que este evento, por ser uno de los más importantes de México, tiene su peso en la atención de públicos, siendo esta la razón por la que se considera como el escenario más grande para la venta de libros y revistas.