Memento mori. Anoche, poco antes de las 22 horas, falleció en el Hospital Militar de la Ciudad de México, el general José de Jesús Hernández Rivera, quien fuera uno de los más discretos y eficaces combatientes del crimen organizado… Recién, aquí en Aguascalientes, el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, el duranguense Jorge Herrera Caldera, presumía cómo había pacificado a la Comarca Lagunera, al casi erradicar la violencia de esa región que integran Ciudad Lerdo y Gómez Palacio, Durango; y Torreón, Coahuila. El pacificador fue el general José de Jesús Hernández Rivera quien llegaría como comandante de la X Zona Militar de Durango como general de Brigada y se retiraría en 2013 como general de División, un caso atípico, aquejado con los primeros síntomas de un cáncer… Estos últimos meses, el general Hernández Rivera recibía en el hospital todos los días a sus compañeros de armas, quienes se tomaban con él la foto del recuerdo, hasta que llegara el general Eduardo Bahena Pineda, entrañable amigo de toda la vida, y con el consentimiento de la esposa del militar enfermo, canceló las fotografías y las visitas… José de Jesús Hernández Rivera es uno de tantos héroes inadvertidos que vieran la primera luz en Aguascalientes, donde le sobreviven tres hermanos, a quienes -con la viuda, sus hijas y su yerno- esta redacción envía su más fraterno pésame…
Simpatías y diferencias. La Comisión Estatal de Derechos Humanos entregará el Galardón Pro Homine esta mañana, para reconocer a los ciudadanos que han puesto su grano de arena en la materia. Una lectura es que la legislatura local, siguiendo los pasos de la administración de Enrique Peña Nieto decide “festejar” tardíamente el Día Internacional de los Derechos Humanos; otra (a la que nos apegamos con más cariño) es que Anayeli Muñoz ha tenido que empujar a la visibilidad la comisión correspondiente ante el desgaste de la figura del ombudsman, quien, como la propia diputada del Verde ha señalado, ha gastado toda la pólvora de su prestigio en infiernitos mediáticos; y de acertar en el comentario, flaco favor le hace la comisión de diputados a una CEDH que al conocerse el nombramiento de Jesús Eduardo Martín Jáuregui levantó las más altas expectativas, y que se ha ido desgastando a causa de su protagonismo; no es lo mismo presumir que se ha rechazado muchas veces la dirección del Instituto Cultural de Aguascalientes, que enfrentar la aceitadísima maquinaria burocrática de los recomendados del Congresito que lo recibieron en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, máquina contra la que Martín Jáuregui ha hecho realmente poco, sobre todo porque con el mejor ánimo de la gente buena no quiere pisar los callos de quienes desde su puestecito en el Congreso local apoyan la influencia o el compadrazgo para dejar encargos; lo que no es nuevo, no se nos olvida que muchas de las broncas que tiene el Órgano Superior de Fiscalización todavía hoy, provienen de la defensa a ultranza que Arturo Robles hiciera de las prebendas que se supone que corresponden a los diputados; sí, hoy el escenario es otro, pero esas rémoras están ahí.
Galardón Pro Homine. Como sea, hoy se entregará este reconocimiento y los candidatos son: Xicoténcatl Cardona, Héctor Manuel Cedillo, la agrupación Conciencia Ecológica de Aguascalientes, Roxana D’Escobar, Jesús de la Torre Rangel, Aurora Leal Martínez, Greta Papadimitriou y Miguel Sarre Iguíniz, así de diversa es la lista de nominados. Nunca está demás reconocer el mérito ciudadano, así como tampoco está de más ponerse las pilas en las labores de oficio. Por allá del 30 de julio Eduardo Martín Jáuregui calculó que en seis meses habría un diagnóstico sobre la tortura en Aguascalientes. Ya es diciembre y estamos sobre la hora. El ombudsman no estaría solo en la redacción de ese estudio, pues la comisión nacional acudiría en apoyo. El propio Martín Jáuregui dijo que nadie podía fiarse de las cifras oficiales sobre este gravísimo delito, con probable epicentro en las corporaciones policiacas. “Lamentablemente no son confiables los datos que tenemos, pensamos que el 20 por ciento de las entidades del país tienen, en los últimos cinco años, menos de dos recomendaciones por año en materia de tortura. Eso significaría que estamos prácticamente en jauja, lo cual no es cierto”. Ojalá la etapa de los premios dé paso a la de las sanciones, en caso de haber tortura, como tantas y tantas veces se ha denunciado ante la opinión pública y ante órganos del Estado.
Como digo una cosa, digo otra… este mal de subrayar la desconfianza en los estudios con los que se cuenta no es nueva, por todas partes se emplea como justificación de un hecho cuando nos rebasa, como el sonado caso de abuso sexual en una primaria de la comunidad de Norias de Ojocaliente, donde se presume que un menor de ocho años fue víctima de abuso sexual al interior de su aula a manos de cuatro compañeros de su mismo grado y grupo; al de por sí terrible hecho, se suma la indolencia y pasmo de los funcionarios encargados de dar respuestas. Ante la denuncia desesperanzadora, poco importa el despliegue de fuerzas vivas y funcionarios realizados por el Instituto de Educación de Aguascalientes y la Comisión Estatal de Derechos Humanos; ante la agresión de qué sirve que al llegar los medios ya se encontrara “un gran número de trabajadores”, el mismísimo titular del IEA, Francisco Chávez Rangel, acompañado del jurídico de la dependencia, sicólogos, trabajadores sociales y, ah, presumen las declaraciones oficiales: “hasta personal de la CEDH”.
Inútil. Esfuerzo vano si ante la denuncia de la madre del menor abusado, el director de la primaria, Martín Serrano Herrera, sólo atina a manifestar que está agotadísimo en la redacción de su informe para cumplir con los protocolos que la ley marca, un documento que podrá tener listo en uno o dos o tres días, mientras en los salones de su escuela (su responsabilidad) hay acusaciones terribles. Ante la estupidez burocrática (no encontramos otra descripción, usted disculpe, lector), no puede tener más razón la coordinadora del Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes, Mariana Ávila Montejano, cuando demanda que se requieren políticas públicas que promuevan la prevención de la violencia, lo cual sólo se logrará con instituciones profesionalizadas con perspectiva de género, fortalecidas y coordinadas entre sí. El acoso escolar en el estado tiene niveles preocupantes y se necesita una estrategia integral y eficiente para atenderlo.
Vuelta de tuerca, y regresamos a la facilidad con que los funcionarios eluden su responsabilidad al descartar los datos oficiales con tal de no responsabilizarse, pues de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano de Seguridad Escolar del Instituto de Educación de Aguascalientes, se recibieron 163 denuncias, desde el año 2013 al 24 de junio del 2014, sobre lo que Ávila Montejano señaló que “Son 42 casos de violencia escolar, 11 de acoso escolar, 49 de bullying, 23 de agresión escolar, 5 intentos de suicidio, 18 casos de adicciones, 8 por atentados al pudor y 7 denuncias por problemática familiar; todo esto vía transparencia”. Recordó que el organismo que encabeza Chávez Rangel, tan solo este año, presumió la instalación de 200 buzones en 200 secundarias en situación de riesgo, para incentivar la cultura de la denuncia en relación con el acoso escolar. De hecho, el presunto candidato al Distrito III (como muchos se empeñan en presumir) informó que en una segunda etapa se agregarían 400 buzones dentro de una nueva normativa que establece la Ley para la prevención y erradicación de la violencia en escuelas públicas y que fue aprobada en el Congreso del Estado… Ajá, sí, ¿y sirve de algo cuando funcionarios como Martín Serrano Herrera se justifican señalando que ya mero acaban el reporte al que los obliga el protocolo? Tristeza e ira, no hay de otra.
La del estribo. Una y otra vez, de nueva cuenta la administración de Carlos Lozano de la Torre dispuso echarle la mano a los municipios, que incapaces de llevar sus cuentas, extienden la mano para pedir, demandar, que el gobierno estatal les dé un empujoncito para poder cumplir con sus obligaciones; poco hay que presumir ahí, poco aporta la desfachatez de los presidentes municipales que en vez de hacer la tarea se confían a que les prestarán dinero; pero es como dijo el alcalde de Cosío, Gustavo Padilla Adame: “Si en algo he fallado, créanmelo que jamás lo he hecho con mala intención”… pues sí, de esa estatura (chiquitos) es nuestra clase política.
@PurisimaGrilla