En esta cocina tenemos ponche navideño de frutas bien calientito y unos hidrocálidos tamales blancos (sin relleno) bien dorados y crocantes, para recibir a los senadores por Aguascalientes Miguel Romo Medina, Fernando Herrera Ávila y Martín Orozco Sandoval, con todo y su recién votada Reforma a la Ley General de Vida Silvestre, para eliminar definitivamente del territorio nacional los circos con animales silvestres.
La agencia Notimex nos informa que el Senado de la República aprobó por unanimidad un dictamen con el que se erradicará el maltrato y crueldad hacia los animales en circos, zoológicos, unidades itinerantes, comercios y colecciones privadas; así como la crianza de las especies protegidas.
Al modificarse también la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, se asentó que el maltrato es todo hecho, acto u omisión del ser humano que ocasione a los animales dolor, deterioro físico o sufrimiento y que afecte su bienestar o ponga en peligro su vida, así como su exposición en condiciones de sobreexplotación.
El pasado martes 9 de diciembre, el Pleno del Senado de la República aprobó reformas a diversas leyes que prohíben el uso de animales de vida silvestre en circos y en espectáculos marítimos, y establecen multas de hasta 55 mil salarios mínimos a quienes violen la disposición.
No hay mate para Aurelio. ¡Por supuesto! Que en esta cálida cocina, no tenemos mate (infusión de yerba, de sabor sumamente amargo) para Aurelio Atayde, que impunemente vino a Aguascalientes para golpear al ecologista diputado Gilberto Gutiérrez Gutiérrez y a varios jóvenes hidrocálidos conservacionistas. De hecho, en esta cocina tenemos los navideños juguetes “espantasuegras” para hacerle sendas trompetillas al ché Aurelio, toda vez, que triunfó la razón y no le va a quedar más que dejar de maltratar animales para llenarse los bolsillos de pesos mexicanos.
¿Caballo en contra? A esta cocina llegó un mensaje de algún personaje, otrora impecable analista. ¿El mensaje? Que esta cocinera dejara de hablar a favor de los animales “porque nos juega el caballo en contra”. Ante la reforma aprobada, tendríamos que preguntar si el Senado de la República le juega a alguien en particular “el caballo en contra”. Tendríamos que preguntar, si con su voto, Miguel Romo Medina, Martín Orozco Sandoval y Fernando Herrera Ávila, juegan a los “caballos en contra” o, si simple y llanamente, se trata de avanzar en el camino de los derechos humanos de tercera generación, entre los que se encuentra el Derecho Ecológico y sus provenidos ambiental, animal, sustentable, etc. La investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, María del Carmen Carmona Lara, ha concluido que las medidas que se adoptan en esta materia, son en función del entendimiento de la necesidad de proteger los derechos del otro, entre los que se encuentra el principal, a la propia vida y a la supervivencia. Esta postura, también llamada libertaria, tiene como principal defensa los derechos de las futuras generaciones.
Valió la pena el mandarinazo. Uno de los jóvenes animalistas que resultaron con lesiones, tras la acometida de Aurelio Atayde y sus guaruras, escribió en su cuenta de Facebook “valió la pena el mandarinazo” -bueno, el no escribió precisamente mandarinazo-, ante la aprobación por parte del Senado de la República de las reformas en contra del maltrato y la explotación animal.
¿Quién tenía la razón? En las reformas aprobadas por el Senado, se estableció que corresponde al Gobierno Federal expedir las normas oficiales que determinen los principios básicos para el trato digno y respetuoso de los animales en condiciones de cautiverio, exhibición, transporte, alimentación, explotación, manutención y sacrificio.
Cuando en Agüitas se regresó el asunto a Comisión bajo el argumento de que “las dos partes tienen razón” (sic); en el dictamen aprobado en el Senado de la República se expuso que lastimar a algunos animales silvestres con el afán de diversión, negligencia, ignorancia, con acciones directa u omisiones que causen sufrimiento a los mismos, no es ético, pero esto no es claro en algunos sectores de la población.
El plantón y la razón. Los senadores de la República, no necesitaron montar un plantón, porque en lo que respecta al maltrato de animales silvestres en los circos, afortunadamente, privó la razón.
Gracias a cada una y cada uno de los noventa y un legisladores que votaron en contra del maltrato a los animales silvestres. Falta aún mucho que recorrer en el camino por el respeto pleno a la vida animal. Pero, por ahora ¡Gracias!
¡Nos vemos en la próxima! Recuerde que en esta su cocina, se come, se lee, se estudia y se conversa de todo; particularmente de política.
Nota: Aquí esperamos a Miguelito, Fer y Martín; senadores por Aguascalientes, con su ponche y tamalitos.