El momento por el que transita nuestra patria es muy preocupante. Y no faltan aquellos que creen que no hay salida. Considero que México es más grande que sus problemas, pero para salir de ellos se deben tomar medidas acertadas y apropiadas al momento. Por ejemplo, la impunidad en la que grupos de violentos y desestabilizadores se conducen, afectando la seguridad y las propiedades de los ciudadanos pacíficos, alterando el orden y en nombre del derecho a manifestarse impiden el libre tránsito de millones de ciudadanos que van a trabajar y a pagar impuestos para pagar los salarios de la burocracia y de los que afectan y atacan, esto por la permisividad que ha tenido el gobierno hacia estos delincuentes, algunos incluso criminales, pues las fosas que se han encontrado en el sureste no crea usted que son ajenos los “encapuchados” a esos homicidios. Así que gracias a la impunidad que se les otorga, cada día crece el número de rijosos y vemos con qué facilidad secuestran los suficientes camiones para moverse por todo el territorio nacional, contando con el combustible y la comida necesarios que a otros, aunque trabajen, nunca la tendrán en suficiencia para sus familias.
Algo verdaderamente increíble fue que el Gobierno Federal y los gobiernos estatales aceptaran la creación de las policías comunitarias y las autodefensas, con lo cual han eliminado o nulificado a las policías municipales, y ahora son los amos y señores de esas regiones, tienen su origen en las organizaciones delictivas o guerrilleras de esas latitudes. Durante la presentación por el presidente de la República de su decálogo para restaurar el orden y la legalidad, en ninguna parte del mismo escuchamos que se refiriera a la desaparición de esos grupos que ahora son “policías estatales rurales”, pero sí ofreció desaparecer a las municipales que en algunas partes estorban a los violentos.
Los grupos de choque que permanentemente están cerrando de manera arbitraria las autopistas, sobre todo en Oaxaca y Guerrero, lo hacen con la finalidad de estrangular la vida económica de esos estados, pues su principal ingreso, que es el turismo, va de una manera vertical a la baja, dejando a miles de mexicanos sin trabajo, esto ante la pasividad de los tres niveles de gobierno y los temores del judicial de ejercer su potestad de aplicar la ley.
Por otro lado, de una manera muy coordinada, se ve que siguiendo un plan maestro estos grupos se dedican a secuestrar camiones con insumos que necesitan para sus acciones delictivas, sabiendo que no corren ningún riesgo de ser detenidos y mucho menos enjuiciados. Por ejemplo, el secuestrar camiones para transportarse, pipas con gas, gasolina y diesel, comestibles, que cuando ya se hartaron comienzan, delante de las cámaras de televisión a “regalarles” a los que pasan y posteriormente, no contentos con los asaltos, queman las unidades sin importar el daño que causan, provocando que a la fecha exista ya escasez de artículos de primera necesidad en algunas partes del sureste.
Hoy nos encontramos ante un panorama, en la economía nacional, preocupante. Con una devaluación del peso, que aunque nos dicen que es pasajera, la semana pasada hubo devaluación diaria. Sobre el precio del petróleo a nivel internacional se habla que todavía puede bajar más, pues la guerra de los árabes contra los productores de Estados Unidos y Canadá, de gas no convencional, se antoja de larga duración y así vamos a sufrir una baja sensible en nuestros ingresos presupuestales, pues el petróleo significa la tercera parte de los mismos, y ahora que se aprobó el presupuesto nacional por el Congreso de la Unión en ninguna parte oímos o vimos en su aprobación, preocupación por lo que está pasando y mucho menos medidas de austeridad y recorte en el gasto, como lo amerita la situación. Esto verdaderamente preocupa, pues parece que el gobierno en sus tres niveles vive en un país diferente al que vive el pueblo.
Por otro lado vemos que están tratando de cubrir los faltantes con deuda y ésta ya está en niveles históricos, pues durante lo que los priistas llaman los “doce años perdidos”, por primera vez en la historia la deuda bajó, porque se estuvo pagando y no se pidió más prestado. Esto lo vamos a pagar caro, pues en economía no se puede ser frívolo. Vendrán tiempos de angustia.
Por último vemos que a pesar de que el mercado interno se encuentra semiparalizado, el Gobierno Federal anuncia obras faraónicas y gasto corriente a la alza y con una reforma fiscal regresiva que está propiciando un crecimiento de la economía informal muy preocupante.
A grandes rasgos le puedo decir que: O se aplica la ley sin distingos, se fortalecen las instituciones para que cumplan con las obligaciones que les prescribe la ley, se toman medidas de austeridad y racionalidad y vivimos en la realidad, o estos errores generarán problemas mayores y quienes lo sufrirán serán, como siempre, los que menos tienen.