- Desde hace 10 años se creó la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes con la finalidad de mejorar el trabajo de estas editoriales
- Con apoyo del Fondo de Cultura Económica organizan la Feria del Libro Independiente desde hace cinco años
Uno de los mayores obstáculos que presentan las editoriales independientes son los recursos para participar en eventos editoriales magnos, los cuales son utilizados como trampolín para la venta de sus productos en áreas distintas a las comunes, ya sea en otras regiones o en otros países; por ello, algunos de los sellos dedicados a la publicación de títulos alternativos y de escritores noveles, se unieron en el 2004 para la creación de la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes (AEMI).
Durante su participación en la Feria Internacional del Libro Guadalajara, con un stand diseñado por Juan Carlos Cano, de Editorial Mangos de Hacha, a base de cartón y vinil, el librero Eusebio Melgar compartió con La Jornada Aguascalientes un poco de la historia de esta Alianza estratégica y la importancia de esta sinergia entre las personas que día a día luchan por mantener vivo el poder del libro en físico y la creación de nuevos lectores.
La AEMI se conformó hace ya diez años, en noviembre del 2004, con el objetivo de participar activamente en el fomento a la lectura entre todos los públicos así como en la promoción de las editoriales mexicanas independientes, “actualmente la conforman doce casas pero siempre estamos en crecimiento, porque la labor de un librero y de una editorial es nunca cerrarse al egoísmo, sino a mantenerse abiertos a nuevas ideas”.
Esta Alianza está conformada hasta el momento por Editorial Aldus, Ediciones Arlequín, Ediciones de Educación y Cultura, Ediciones El Milagro, Editorial Ficticia, Itaca, Juan Pablos Editor, Lunarena, Mangos de Hacha, Mantis Editores, Nitro-Press y Trilce Ediciones.
“Luego como independientes, no tenemos los recursos suficientes para asistir a eventos como la FIL Guadalajara u otros escenarios importantes en el mundo de los libros, el unirse fue una manera de abaratar costos pero también para hacer una especie de frente común ante las grandes editoriales que oscurecen la labor de las casas editoriales pequeñas”.
Participar en cualquier feria de libro o evento editorial genera gastos muy elevados, pues además de pagar el espacio la editorial debe costear el envío de los productos, la estancia de al menos dos personas en el estado donde se ubique el evento, alimentos, transporte y demás; todo genera una serie de gastos que en ocasiones se puede traducir en inversión de anuncio comercial, mediante la AEMI se ha logrado mantener un proceso cíclico de los recursos de cada editorial, lo cual ha aportado para que cada una de ellas pueda continuar con su trabajo de edición y recolección de nuevas plumas.
Siendo ésta la labor más destacable de las editoriales independientes, “no sólo se editan títulos consolidados sino que siempre buscamos nuevas colecciones y nuevos escritores para la gente joven”, aprovechándose de los enlaces que se logran hacer en las ferias y eventos magnos, se rompen esas barrera que luego las instituciones crean por la burocracia, “hay cientos de talentos jóvenes que les cierran las puertas por no tener experiencia, es ahí donde entran las editoriales independientes”, las cuales se arriesgan a las nuevas plumas en busca de escritores exitosos.
Hay editoriales como Ediciones Acapulco que además de apostarle al diseño de contenido le suma a la manufactura de sus libros; o Textofilia que edita principalmente poesía, ahora comenzó con ediciones de libros infantiles de muy buena calidad que han tenido gran respuesta entre este sector y los padres.
El objetivo de la Alianza es además de todo lo mencionado, el buscar la consolidación de los sellos particulares de cada una de las editoriales, dialogar los aciertos y atender los errores, analizar desde todas las voces, qué mejoras pueden tener como editoriales independientes “creamos casi a una familia aquí en la Alianza”.
Parte de la labor de AEMI es mantener una circulación de productos editoriales, de las plataformas de lanzamientos en las diversas ferias y no quedarse con la típica frase de “es mío”, sino compartirlo siempre con toda las editoriales que conforman la alianza.
Una de las tareas que se propusieron es la realización anual de la Feria del Libro Independiente, esto con el apoyo del Fondo de Cultura Económica, la cual convoca a más de 80 editoriales de todo México desde hace cinco años y que va creciendo en el interés de la población, edición tras edición.
Según la presidenta de esta alianza, Deborah Holtz, en la primera edición se tuvieron 50 sellos participantes, de los cuales se tuvo una venta de 198 mil 507 pesos; para la tercera edición se sumaron doce sellos más, reportándose ventas de más de 600 mil pesos, mientras que para esta quinta edición, efectuada en mayo pasado en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica en el Distrito Federal, se contaron con casi 20 mil ejemplares vendidos provenientes de 80 casas editoriales mexicanas y por primera ocasión, una editorial extranjera proveniente de Chile: LOM Ediciones dirigida por Paulo Slachevsky.
