Es increíble cómo pasa el tiempo estimado lector, mire atrás y todo lo acontecido en este 2014 se puede resumir en pocas palabras, por lo menos en eso sí somos una nación constante; va a decir que soy pesimista pero no, de verdad no me gusta ver las cosas desde el lado negativo, sólo que este año, por más que le cambio de frecuencia no le encuentro lo positivo. Esas pocas palabras las encabeza la corrupción.
Considero que todos los males que nos aquejan tienen su origen en la corrupción y la tolerancia a ésta por parte de nosotros mismos. Aun y cuando la identificamos y la señalamos no la denunciamos, ¿qué pasa? De verdad tendremos en nuestro ADN el gen corrupto que insinuó Enrique Peña Nieto en aquella mesa de diálogo en el Fondo de Cultura Económica, ¿la recuerda?
De todos los conflictos, que de hecho no se ven lejanos ni han quedado en el olvido, dígame cuál es su génesis, la corrupción sin duda.
La corrupción dentro de los sistemas de gobierno municipales, estatales y federales, en los cuerpos policiales, en las oficinas de inteligencia, en la iniciativa privada vinculada y favorecida por dichos gobiernos, la corrupción de “bajo nivel” donde usted y yo participamos con tal de ahorrarnos tiempo, de no ir al corralón, de saltarnos turnos en los trámites o de plano no pagarlos, en ser los primeros antes que los 200 que están primero.
La corrupción da como resultado el soborno, sí, señor, vamos sobornando al jefe para que nos deje salir más temprano estos días, al fin que ni hay trabajo por hacer, vamos sobornando al cadenero de la entrada para pasar primero que todos en el “antro de moda”, dele una lana al del estacionamiento para que nos deje poner el coche más cerca del lugar a donde vamos, soborne al de reglamentos para que no multe al de bar que cierra una hora después de lo permitido, vamos sobornando al profe para que no me mande a extraordinario; y así transcurre la vida de nosotros los mexicanos. La corrupción se hace del soborno, el soborno del dinero, el dinero de poder y el poder mal empleado no conduce a nada bueno, ya lo dijo el tío de Peter Parker, un gran poder origina una gran responsabilidad.
El chayote para los medios impresos, la payola para la radio y los aceites para la industria de la construcción son sinónimo de soborno, pero en estos casos, querido lector, (si es que en estas fechas tenemos lectores vacacionistas) se les pasó la mano con los aceites. La charla pudo irse en el sentido de favor con favor se paga; yo te contrato compadre para que construyas toda la obra pública, la ingeniería civil de mi estado, el bello y pujante Estado de México y cuando llegue a la grande construyes pero para todo el país, al fin que es nuestro, tienes chamba asegurada y mucha feria; a cambio quiero que te pongas guapo, nos vas a tener que construir unas casitas para mí y para mis más fieles y allegados colaboradores, casas, señoras casas, casi palacios, uno nunca sabe cuándo se acabe esto, es mejor prevenir que lamentar.
Y así, la corrupción y el soborno filtrado a los medios electrónicos e impresos desatan un escándalo de dimensiones mayúsculas pero que no tienen repercusiones legales, por lo menos no hasta el momento.
Ya sabe, por menos que esto en países civilizados hubieran corrido a los políticos involucrados en el hecho, pero no, aquí no pasa nada, sobornemos de nueva cuenta para que el escándalo quede en eso, en tema para revistas para el corazón y del jet set.
Somos una nación que consume medios electrónicos más de lo permitido, aun y cuando las emergentes redes sociales están tratando de hacer equilibrio y los medios impresos desde su trinchera hacen lo suyo, su majestad la televisión es quien dicta la pauta. El conformismo y la distracción entran por el corazón.
Fue de gran impacto conocer la crítica que hizo el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Organización de las Naciones Unidas ONU a la Fundación Teletón con relación a la poca claridad de la recepción de recursos públicos.
Tan sencillo como el observar y recordarle al Estado Mexicano la obligación que tiene por brindar atención a las personas con capacidades diferentes desde los espacios que tiene para ello y cuestionar la donación a fundaciones como está soportada sin duda por la televisora más grande de México. Es decir, señor gobierno, para qué dona ese dinero si usted lo requiere para lo mismo, de entrada piense en el DIF Desarrollo Integral para la Familia, uno de los servicios que brinda es ese ¿o no?
Le digo que el génesis de todos nuestros males es la corrupción y por consiguiente el soborno, el abuso de autoridad, la soberbia. Para cerrar con el caso Teletón a final de cuentas no se llegó a la meta, Lucero abrió la boca y con toda la autoridad que le merece ser una estrella más del canal dueño del firmamento, fue infiel a la causa.
En fin, que le cuento a usted si vive en la misma aldea que yo. La corrupción se contrarresta con honradez, ¿conoce algún político que nunca haya caído en la tentación y sea honrado? Los legisladores locales y federales se ganaron con el sudor de su frente el aguinaldo, los bonos y las primas por desempeño, no hay más que decir ¿conoce algún funcionario público que nunca haya caído en la tentación y sea honrado? ¿a un representante del pueblo electo de verdad por la sociedad? Don José Mujica, ¿cómo le harían los uruguayos para hacerse de un presidente de ese tamaño? por qué nosotros no, si México está lleno de gente buena, honrada, sensata, por qué somos como las hormigas ante los saltamontes de la película de Disney, perdón mi referencia pero al buen entendedor, películas para niños.
Twitter: @ericazocar