A fuego lento / CIUDADANÍA ECONÓMICA

Las fábulas, los símbolos, las historias, las parábolas, las alegorías, los cuentos han sido siempre excelentes técnicas para explicar, enseñar y transmitir ideas. Viene al caso una alegoría propuesta en el libro del escritor estadounidense y activista por los derechos humanos Marty Rubin “The boiled Frog Syndrome”, publicado en 1987, y que dice así:

Imaginen una cacerola llena de agua fría en la que una pequeña rana está nadando. Se enciende un pequeño fuego que va calentando el agua lentamente, a fuego lento. Al cabo de un rato el agua está tibia. A la rana esto le parece agradable, y sigue nadando, …. la temperatura empieza a subir, …. ahora el agua está caliente, …. un poco más de lo que suele gustarle a la rana. La rana ya no goza como antes, se siente un poco cansada, pero no se inquieta y además, el calor le produce algo de fatiga y somnolencia. La temperatura sigue subiendo…. cada vez más…., está muy caliente. A la rana empieza a parecerle desagradable. Lo malo es que se encuentra sin fuerzas, así que se limita a aguantar y no hace nada más. La rana comienza a encontrar la situación desagradable, pero está tan débil que decide seguir aguantando sin hacer nada. Así, la temperatura del agua sigue subiendo poco a poco, nunca de una manera acelerada, hasta el momento en que la rana acaba hervida y muere sin haber realizado el menor esfuerzo para salir de la cazuela.

Si la hubiéramos sumergido de golpe en un recipiente con el agua a cincuenta grados, se habría puesto a salvo de un enérgico salto. Un deterioro, si es muy lento, pasa inadvertido y la mayoría de las veces no suscita reacción, ni oposición, ni rebeldía.

Comenzaremos el año 2015 con un largamente acumulado calentamiento de nuestro caldero social. A partir de enero seguirá poniéndose a prueba la resistencia de la población mexicana con el ya tradicional aumento mensual en el precio de de los energéticos. La entrada en vigor las nuevas tarifas de telecomunicaciones, con las cuales el gobierno presume bajar por fin los precios de la telefonía celular y de larga distancia, oculta un engaño típico de nuestra clase gobernante: nadie nos dirá que, a pesar de ser accesible desde hace dos décadas la tecnología para ofrecer servicios a bajo precio, nos cobraron de más durante todos estos años.

El deterioro económico, social y político que experimentó nuestro país en 2014 no es más que el resultado de varios decenios de abuso desde el poder, incluso con el descarado uso de la violencia, en beneficio de la casta gobernante.

En una esclarecedora recopilación de nuestra historia a la luz de lo acontecido en las últimas semanas, el Lic. Joaquín Ortega Arenas nos recuerda que la versión oficial ha ocultado sistemáticamente los abusos del poder y traiciones de casi todos nuestros gobernantes del México independiente. En un texto que ojalá pronto vea la luz pública, el brillante erudito expone crudamente y con impresionante claridad los conocimientos y experiencias personales de nueve décadas.

En varios pasajes de esta recopilación histórica, Don Joaquín narra las traiciones, purgas y asesinatos cometidos por Guadalupe Victoria, Antonio López de Santa, Ana Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y varios próceres más de la historia moderna. La historia negra del ejercicio del poder a espaldas y a expensas del pueblo mexicano acumula varias décadas que explican el actual hartazgo y desprecio que nuestra población siente hacia la clase política en la actualidad. Una historia en la que los asesinos aparecen como “héroes de la patria” y nombran todas las calles y avenidas, y pueblan los monumentos históricos y los libros de texto gratuitos.

En materia económica cita que el Tratado de Bucareli prohibió a México producir maquinaria especializada (motores, aviones, etc.) o maquinaria de precisión, y construir puertos de altura, por lo que supuestamente, México no ha salido aún del atraso que dicho tratado le causó. México, apunta el hijo de Don Joaquín, el Lic. Joaquín Ortega Esquivel, está secuestrado desde hace mucho tiempo, obligado a un desarrollo económico tardío, dependiente siempre el capital extranjero. Sin estructura económica propia, las relaciones políticas en nuestro país han prohijado una burguesía nacional como apéndice del aparato estatal y la burguesía burocrática.

Un aparato estatal constituido sobre la base de las relaciones personales, de un “capitalismo de cuates” (crony capitalism le llama el Nobel de Economía Joseph Stiglitz) que mantiene una estructura de privilegios, una actividad política a base de camarillas y grupos mafiosos de poder por cuya causa no hemos alcanzado la equidad jurídica de todos los individuos que caracteriza a las sociedades capitalistas modernas.

El Lic. Ortega Esquivel ejemplifica: “Para realizar cualquier actividad o acceder a cualquier beneficio, el pueblo excluido debe pagar a quien detenta cualquier privilegio, en moneda de sumisión, ‘apoyo político’, en dinero o en especie y esto, que en cualquier sociedad de personas iguales ante la ley se llama corrupción, en México es consustancial al sistema, el sistema circulatorio del Estado.”

Es un Estado incapaz de tener una economía que genere fuentes permanentes de ingreso, forzando a millones de mexicanos a emigrar en busca de un sustento y a varios millones más a sobrevivir en la economía informal o irregular, sin ingresos estables -muchos incluso sin las prestaciones de ley-, que permitan la satisfacción de las necesidades básicas.

Con miras al 2015, el Estado apuesta el olvido y la conformidad, o cuando menos a la aceptación de facto de la restauración de la calma anterior y la continuidad de la vida política. Los ciudadanos se plantean qué hacer ante la continuidad de las desapariciones y los nuevos muertos. Porque lo que pasó en Iguala no ha sido lo último.

Excesivamente largo es ya el período en que, a fuego lento, el clima sociopolítico se ha calentado. La gente se cuestiona ya si nos vamos a conformar y a quedar nuevamente callados. Y se extiende más la percepción de que los partidos son iguales en los hechos y en la corrupción, aunque traten de diferenciarse en los programas y en las declaraciones.

El actual estado de violencia y las normativas de control dictadas por el Presidente de la República acusan temor por la pérdida de autoridad. La apuesta está en hacer cualquier cosa para distraer nuestra atención, confundir nuestra memoria histórica y controlarnos para evitar que recuperemos nuestro poder personal. Luego, esta es precisamente la solución: Si queremos remontar este estado de violencia, cooptación, corrupción y atraso económico y social, es fundamental conocer la historia verdadera de nuestro país, organizarnos y esclarecer la conciencia para que no tengan cabida más los controladores.

Mientras haya quienes insistan en la violencia, el poder de la mayoría de la población, en proceso de despertar, está en la organización. Si unos tienen las armas, nosotros tenemos el poder de la razón.

No debemos aceptar que nos arrebaten más vidas, porque los ciudadanos por propio derecho, en total apego a la ley, podemos saltar enérgicamente del agua hirviendo. Facultarnos y apoyarnos solidariamente para transformar de fondo el sistema corrupto y devolver el gobierno al pueblo. Que este 2015 sea el año de la consciencia y la presencia ciudadana pacífica y activa.

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