Ferguson. El Gran Jurado decidió no presentar cargos contra el policía Darren Wilson por la muerte de Michael Brown, ocurrida el 9 de agosto, cuando Brown y Wilson se enfrentan y el agente dispara contra el joven; el testimonio de los testigos es contradictorio, unos aseguran que Brown estaba desarmado, otros, sobre todo las fuerzas de seguridad señalan que intentó atacar a Wilson y no tuvo más opción que defenderse. Ese hecho detonó una serie de manifestaciones violentas y disturbios callejeros en Ferguson, Misuri, al grado que el 16 de agosto, el gobernador Jay Nixon, declara el estado de emergencia e impone un toque de queda, desbordado por la ola de protestas, tanto violentas como pacíficas. Ayer, Bob McCulloch, fiscal del condado de St. Louis, indicó que el Gran Jurado no pudo probar que a Michael Brown le hayan disparado por la espalda, el oficial Darren Wilson no irá a juicio. Como reacción inmediata a esa decisión, comenzaron, de nuevo, los disturbios en Ferguson.
Casa Blanca. Tras conocerse la decisión del Gran Jurado, Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, difundió un mensaje para llamar a la calma. Inició señalando que los padres de Michael Brown han pedido evitar la violencia en las protestas, ya que la familia de Brown pidió una respuesta pacífica y cuatro minutos y medio de silencio tras conocer el fallo, pero inmediatamente se desataron los primeros altercados en Ferguson. Obama dijo que hay maneras de canalizar las preocupaciones constructivamente e insistió en que las manifestaciones se lleven a cabo en el marco de la institucionalidad: “Tenemos una nación que se basa en el régimen del derecho. Hay estadounidenses que la aceptan y otros que están enojados, lo que es comprensible, pero estoy con los padres de Michael Brown, que se manifiesten de manera pacífica”, expresó el mandatario. Dijo el presidente de estadounidense: “nunca hay excusas para la violencia”.
Debilidad. Barack Obama reconoció que en algunas partes de los Estados Unidos, todavía “hay una fuerte desconfianza en las instituciones” y que aún hay retos pendientes para anular la discriminación racial, sin embargo: “En las últimas décadas hemos hecho grandes progresos en las relaciones raciales, he sido testigo de ello en mi propia vida, pero sigue habiendo problemas, las comunidades de color no se los inventan”…
Semejanzas. En México, no un joven, 43 son los desaparecidos, a los que no queremos llamar asesinados para obligar a las huestes de Jesús Murillo Karam a que no cesen en la búsqueda, para que aclaren el móvil; es pronto para señalar cómo le irá a Barack Obama con su mensaje, si podrá amainar o tranquilizar las protestas (al cierre de edición todo parece indicar que sí), en México, a Enrique Peña Nieto no le podría estar yendo peor en cuanto a tiempo de respuesta y comunicación eficaz, las protestas no cesan, la sociedad organiza con más frecuencia su indignación y, por si fuera poco, la prensa extranjera ha vuelto los ojos sobre el país, para señalar el fracaso de su administración, apenas el fin de semana Le Monde, publicó los textos “Revuelta de los mexicanos contra el Estado-mafia”, “Polémica por la suntuosa ‘Casa Blanca’ de la esposa del presidente mexicano” y la editorial “Las horas sombrías de México”, dice el diario francés sobre el presidente: “Su incapacidad para erradicar la complicidad entre el Estado y el crimen organizado, fue puesta en evidencia. Impunidad y corrupción. Fue la gota que derramó el vaso para los mexicanos, víctimas desde hace años de la impunidad de los criminales y la corrupción política”. Semejanzas y diferencias, ¿qué es lo que distingue a Barack Obama y a Peña Nieto?, no sólo es una cuestión de oportunidad, de timing, se relaciona con la legitimidad; para pensarse pues.
Acá en el ranchito. Mientras tanto, en Aguascalientes, pareciera que la sociedad sigue inmune pero no indiferente a la situación nacional, lo que la clase política no acaba de entender, ya a unos minutos del proceso electoral del 2015, PAN, PRD y PRI, los “tres caballeros” (es que decir los tres grandes nos da pena ajena) no acaban de salir de su pasmo y se empeñan en la metida de pata; el PAN con Paulo Martínez López a la cabeza, no acaba de digerir que es incapaz de negociar con Jorge Varona y su bancada mixta, y se empeña en dirimir en los medios posiciones que está obligado a lograr en la mesa de negociaciones, así que Jesús Rangel de Lira se queda en la Mesa Directiva y ni un solo panista los acompaña; ante la renuncia de Adolfo Suárez a la coordinación de la bancada blaquiazul, aparte de la vociferación de Martha Márquez y Mario Álvarez Michaus, ¿quién está concertando con los del PRI?… ¿nadie? Del PRD no se puede decir más, el pez por su propia boca muere, ante el desorden que dejó Óscar Estrada (y del que es cómplice el diputado Cuauhtémoc Escobedo), no les queda más que aceptar que desde hace mucho renunciaron a ser incluyentes, dicho por el propio Emanuelle Nájera, se han desligado de la militancia y se reparten los puestos de dirección como pago de prebendas, si las elecciones están a dos minutos, ¿de qué le servirá ahora a los del sol azteca comenzar (apenas) a buscar acercamientos?
Y para acabarla. Las deterioradas cosas apenas comenzaban a clarear en el Comité Directivo Estatal del PRI, cuando al gobernador Carlos Lozano, según dice Gabriel Arellano, se le ocurrió que una diputada de reciente militancia, y peor aún, con historial panista, debía asumir la secretaría general del órgano. Lourdes Dávila ha dado varios saltos largos. De coordinar las actividades de prensa de Arturo González Estrada pasó a vocera del tricolor, a diputada, a presidenta de la Diputación Ppermanente y ahora a este último cargo. A decir verdad, otros priistas ubican a Lourdes Dávila como gente del círculo de Carlos Penna Charolet, quien tuviera a su cargo Comunicación Social de Gobierno del Eestado. Sea como sea, lo cierto es que la llegada de espontáneos no ha hecho otra cosa que dividir al ya de por sí fraccionado tricolor, donde abundan militantes de toda la vida en espera de un chance para servir al país desde el más desgastado de los partidos políticos. No hace más de dos semanas que a Gabriel Arellano se le veía contento. Incluso aventuró que “ahora con Miguel Chico, el senador, y con nuestra nueva dirigencia, tanto con Paco Guel como con Juan Manuel Gómez y los nuevos secretarios podremos hacer un trabajo político urgente, ya estamos en año electoral, ya no hay mucho que estar pensando”. En el PRI no están bien las cosas, pero quién sabe si tan mal como dice el exalcalde, a fin de cuentas es el ardor hablando, pues con el nombramiento de Lourdes Dávila, las piezas que Arellano Espinoza había logrado colocar y que le aseguraban una candidatura, se ven poco menos que nulas, ¿o no?
La del estribo. Y, como dicen por ahí: si no le gusta, pues que se vaya; aunque ese tren ya se le pasó a Gabriel Arellano, pues si bien asistió orondo al informe de Oswaldo Rodríguez, diputado por Movimiento Ciudadano, se rumora que en las mesas donde se le tendió la mano al exalcalde, él hizo el feo, ¿será?
@PurisimaGrilla