Soy un adulto y me gustan los dibujos animados, ¡listo! ¡lo dije! Y me gustan mucho más desde que soy mamá, pues tengo pretexto para ver las películas animadas que quiero más de una vez sin necesidad de dar explicaciones. Así que no es de sorprender que sea una fan de las cintas de Ánima Estudio…aunque sólo de la trilogía de Leyendas, que conste que de Don Gato mejor ni hablamos.
A partir de que en 2007 apareció La leyenda de la Nahuala, me cautivaron los personajes que desde entonces forman la pandilla de caza fantasmas de esta serie. Junto con mi hijo, entonces de cinco años, aprendí a disfrutar las peripecias de Leo San Juan, Don Andrés, Alebrije, Teodora, Xóchitl y todos los otros personajes que se les fueron sumando a lo largo de las dos primeras entregas -sí, incluyendo a la Nahuala y a la Llorona- y que continúan ahora con La leyenda de las momias de Guanajuato, la cual me gustó mucho y con la que me reí como hacía mucho no lo hacía con una cinta animada, pero que debo reconocer, me pareció la menos agraciada de las tres.
Para mi gusto, este filme es el menos cuidado de la trilogía, puede que tenga más producción y más trabajo de animación “moderna”, y sin duda hay mucho más detalle en el diseño de arte, pero a mí me gustaron más las animaciones de las dos primeros largometrajes quizás porque eran más “artesanales” y más cercanos a lo que es una película animada de terror, recuerdo que con la historia de La llorona tuve un par de sobresaltos -si no sustos- cuando aparecía este personaje y por momentos me descubrí siendo yo la que apretaba la mano de mi hijo en ciertos momentos cruciales de la trama…eso no sucede en esta tercer “Leyenda”.
Tal vez es que los productores pensaron más en su audiencia infantil a la hora de planear esta película y le “bajaron dos rayitas” a la intensidad de sus “monstruos” y a la construcción del suspenso, pero lo que es a mí, me quedaron a deber en ese aspecto, aunque debo admitir que mi hijo no tuvo problemas con este cambio, así que lo más seguro es que yo -y otros adultos como yo- no somos ya el nicho de mercado al que este filme está dirigido.
Sin embargo, a pesar de que considero que tanto las momias -que más bien parecen zombies-, la trama y toda esta película están más revolcadas en azúcar que sus predecesoras, no dejó de ser una muy agradable experiencia el disfrutar de ella, pues si bien uno no se lleva muchos sustos, sí comparte muchas risas con el resto de los espectadores, y reír, en estos tiempos, nunca será algo malo.
Como recordarán -y si no es así, les cuento- la última vez que vimos a nuestros protagonistas acababan de terminar con la terrible Llorona y antes de que pudieran regresar a su hogar, les llegó una solicitud de ayuda de Xóchitl -una de las niñas fantasmas- que había sido capturada por las terribles momias en Guanajuato.
Aquí es donde inicia La leyenda de las momias de Guanajuato, cuando Leo, Teodora, Don Andrés, Alebrije y las calaveritas de azúcar llegan a la ciudad justo cuando acaba de suceder un accidente en una mina, mismo que fue provocado por un misterioso personaje quien, invocando a Mictlantecuhtli, ha abierto un portal entre el mundo de los vivos y los muertos, el cual ha provocado que los difuntitos que deberían estar descansando, corran rampantes por la ciudad aterrorizando a todo el mundo (hagan de cuenta como un episodio de The Walking Dead).
Para arreglar el problema, nuestros héroes tendrán que unir fuerzas con la pequeña Valentina, quien tiene un interés especial en el asunto, con un alebrije sesentero y hasta una Dulcinea en potencia. Todos ellos desempeñan una importante labor durante la historia, pero más importante aún es que colaboran para hacer de esta cinta una agradable experiencia para quienes nos acercamos al cine a disfrutar del largometraje.
Después de ver El libro de la vida, parecería que la animación de este filme fue hecho por principiantes pero en cuestión de entretenimiento yo creo que cumple, y cumple bien, finalmente no se trata de una competencia; lo más importante es decir que La leyenda de las momias de Guanajuato es una película infantil que podrá divertir a toda la familia, pues, en esta ocasión -a diferencia de las dos entregas anteriores- los más peques no tendrán que quedarse en casa.
Productor: Ricardo Arnaiz, Fernando de Fuentes, José C. García de Letona y Mariana Suárez Molnar; Dirección: Alberto Rodríguez; Guión: Ricardo Arnaiz, Dulce María Guerrero, Jesús Guzmán y Alberto Rodríguez: Música: Leoncio Lara; Edición: Roberto Bolado; Voces: Benny Emmanuel, Rafael Inclán, Eduardo España, Mayté Cordero, Andrés Couturier, Ale Müller, José Luis Orozco y Andrés Couturier; Duración 1 hora 20 minutos.
