- Inservibles e incongruentes los pactos y estrategias que ha promovido el Gobierno Federal.
- El pacto serviría para conducir las demandas derivadas de las protestas: dirigencia de la CROM
Pese a que el Gobierno Federal ya ha presentado una estrategia alterna a la crisis por la cual atraviesa el país, las condiciones indican que sus propuestas son insuficientes para contrarrestar la descomposición de la cual ha sido partícipe la sociedad mexicana, quien dicho sea de paso, se ha servido a manifestar su desconfianza ante lo impulsado el pasado jueves por el titular del ejecutivo, Enrique Peña Nieto.
Al respecto habló Jesús Ramírez Ramírez, secretario general de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), quien señaló que la crisis de México demanda un pacto social que deje fuera a los partidos políticos, organizaciones que al igual que el gobierno, aceptó, han prostituido la utilización de los pactos como herramienta para legitimar sus intereses particulares.
El dirigente de la CROM en el estado afirmó que el pacto social que se debe configurar, derivado del descontento social, tiene que representar a toda la población y debe dejar fuera a los partidos políticos, organizaciones que, adujo, han secuestrado al país, y como una acción de contrapeso al denominado Pacto por México, política que aseguró, fue una vacilada, un pago por evento a modo de cada partido, con el que se logró ceder en las negociaciones para que el PRI, PAN y PRD se sirvieran con la cuchara grande.
Estableció que dicha descomposición debe tener solución, impidiendo que una banda de ladrones continúe desplazando a otra, como claro reflejo de los resultados de la alternancia política efectuada desde el año 2000.
Ramírez Ramírez cuestionó los resultados de las llamadas “Reformas Estructurales” y preguntó cuáles son las pertenencias con las que cuentan los mexicanos, al advertir que desde 1931, Luis N. Morones, entonces dirigente de la CROM, se hizo la misma pregunta al criticar la riqueza nacional entregada a manos de los extranjeros, que ni con las acciones expropiatorias, el Estado mexicano pudo garantizar la administración y distribución de la riqueza del país.
El pacto social, explicó, respondería a un país sin brújula, que necesita de un líder sin aspiraciones electorales y personales, un pacto ampliado a toda la sociedad, que dé formalización y orden a las exigencias y protestas expresadas mediante las manifestaciones.