- Una comunidad mexicana en Chicago detonó su sed por el arte mexicano
- La imagen última es la materialidad de la imaginación y creatividad del grabador
En 25 años de trabajo artístico, Joel Rendón asegura que ya pasó lo más duro de su carrera, siendo los primeros cinco años la parte más complicada por la supervivencia y el desarrollo de su propio estilo: la réplica del arte mexicano bajo la técnica del grabado, “es muy raro que siendo mexicanos casi nadie se dedica al tema mexicano, siendo que es una herencia nacional”, es por ello que desde sus inicios decidió ser un vocero de la multiculturalidad que hay en México.
Lo más difícil para el grabador fue cuando salió de la escuela de arte pues en las aulas le enseñaron cosas que en la realidad no le funcionaban, “salí todo confundido de qué hacer como joven egresado, así que me fui a Chicago a una comunidad mexicana”, allá comenzó sus primeros pasos en un taller que ofrecieron de grabado.
Bajo un shock cultural, observó que su labor en esa comunidad era rescatar el arte mexicano, el cual en la escuela ya no se les enseña, “por mi cuenta y por mi riesgo, decidí hacer arte con símbolos mexicanos” para que a través del grabado difundiera esa idea de la mexicanidad; poco a poco fue creciendo su carpeta y con ella la popularidad entre la comunidad.
Rendón compartió que durante su adolescencia le tocó el sismo de 1985 en la Ciudad de México, época en la cual él se encontraba confundido queriendo estudiar Contabilidad, “el sismo me movió y me ayudó a definir que mi línea era trabajar en un sentido social, primero me involucré con gente del TGP pero haciendo caricatura y dibujo crítica social”, después al entrar a la carrera de Arte comenzó a unir la historia con la práctica, desarrollándose su habilidad con el lápiz y el dibujo con modelo.
Desde su perspectiva, no sólo el grabado está sufriendo pérdidas por la tecnología sino todo el arte manual en general, gracias a ese apantallamiento de la tecnología y la anarquía del no querer ver que estas técnicas son valiosas por su tiempo y riqueza, “por eso es importante que desde muy niños comiencen a tener esas experiencias con el arte manual, para que cuando crezcan tengan esa sensibilidad que sólo el arte regala”.
Para Joel Rendón, la imagen última es la materialidad de la imaginación y creatividad del grabador, la imagen es la que sorprende cada vez que se levanta el papel u otro material con el que se esté trabajando, “para mí es la satisfacción de mis trazos, aunque a veces en las primeras impresiones no son lo máximo, son las más importantes porque me ayudan a detallar la imagen como mejor se pueda observar”.
Durante su participación en la residencia artística en la Fundación Vázquez Gloria, Rendón encontró un espacio perfecto para realizar una serie de grabados que tenía proyectados desde meses atrás; se trata de grabados de 50×70 en linóleo, experimentando con el tema de las Viudas del Mezcal, una crítica al alcoholismo que confronta a la sociedad mexicana.
El tema mexicano siempre es buscado por este grabador, abordarlo en todos sus proyectos es la principal línea que se propone antes de pensar en cualquier otra situación, “en esta serie, por ejemplo, busco representar a las mujeres con esa sensualidad que derrochan, pero conjuntadas con la historia del mezcla y la muerte”. El interés temático siempre mueve a cualquier artista, muchos la llaman inspiración, otros simplemente enfoque, Joel Rendón considera ambas definiciones pues por un lado está el sentimentalismo y por el otro la razón; si a la muerte le agregas el agave, por sí solos ya hacen una composición y si se le va sumando más símbolos se va encontrando una connotación más enriquecida.
“Siempre hay algo que hacer, si no lo piden uno lo inventa” concluyó sonriente, recordando que el grabado no sólo es para las galerías sino para ilustrar libros, discos audiovisuales, murales y hasta programas de televisión, adelantando que para el 2015, en conjunto con instituciones, se comenzará a unir el grabado con la tecnología, realizando una animación con base en grabados de Rendón.