Ayer en el centro de la ciudad se realizó una nueva demostración de apoyo y solidaridad con las familias de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero.
En punto de las 19:00 horas y sin apoyo de la autoridad vial, inició la marcha silenciosa convocada por la Fundación Andrés Vázquez Gloria, cargando esculturas y velas prendidas. Los manifestantes utilizaron medio carril para evitar problemas de vialidad y caminaron por la calle Madero hasta llegar a la Plaza de Armas donde colocaron las esculturas de cráneos formando de círculo que rodeara a la bandera, junto a velas y un gran pergamino que llevaba escrito un poema de David Huerta; poco a poco el transeúnte que observaba el acto fue uniéndose a la manifestación: niños, jóvenes, adultos y hasta adultos mayores, rodearon este símbolo patrio manifestando su desagrado por la violencia, la injusticia y la impunidad que corroe al país.
La idea nació por un proyecto que Andrés Vázquez Gloria realizó en Oaxaca hace unos meses, el cual consistió en una serie de esculturas de cráneos hechas de yeso con un molde de caucho para celebrar el Día de Muertos, en representación de los tres mil habitantes de la comunidad donde se colocaría la instalación; “al ver la situación del país decidí hacer otras 43 pieza para honrar a los estudiantes desaparecidos y acompañar a las familias en su dolor y rabia”.
A nombre de la fundación, se dio lectura a un posicionamiento donde se destaca que los actos de violencia en cualquiera de sus manifestaciones revela la más destructiva faceta de la naturaleza humana, “por otro lado afirmamos que el arte y la cultura es la contraparte de todo eso inhumano, el arte es el producto humano por excelencia”, a través de él puede lograrse la sensibilización y el despertar de las problemáticas que aquejan a la sociedad, “el arte y la cultura nos da la posibilidad de transformar el entorno de manera positiva”.
Andrés Vázquez Gloria hizo énfasis en que esto se ha convertido en un patrón de violencia que además de replicarse por la delincuencia y el narcotráfico, ahora -o siempre- lo retoma la propia autoridad gubernamental, siendo ese el verdadero problema, el cual la sociedad debe reclamar. Al cuestionarle sobre la conclusión de su convocatoria, el artista aseguró que dejarían las esculturas sobre la Plaza “al final los van a quitar, seguramente la policía, tal como sucedió con los estudiantes normalistas”.