- El senador debió valorar que no llega a un estado con las mejores condiciones políticas
- El priismo aguascalentense no ha pasado buenas experiencias con los delegados que envía el Comité Ejecutivo Nacional
El priismo aguascalentense no ha pasado buenas experiencias con los delegados que envía el Comité Ejecutivo Nacional. En sólo un par de años, Jesús María Rodríguez, Mario Vargas Aguiar y José Manuel García han desfilado por las oficinas del partido sin lograr los objetivos de cohesionar a los grupos y bosquejar candidaturas.
Gabriel Arellano Espinosa, exdiputado y exalcalde capitalino, sabe que conforme pasan los días cobra mayor importancia el puesto que Miguel Ángel Chico ocupa desde el viernes 24 de octubre.
–¿Al delegado no le estorba su trabajo en el Senado?
–Seguramente él habrá medido eso, si aceptó venir a Aguascalientes seguramente sabe que ser delegado del Comité Ejecutivo Nacional no es una vacilada, al contrario, es mucho trabajo político, y más en un estado donde la situación no es precisamente la mejor. Hay que hacer mucho trabajo político, él sabía a lo que se enfrentaba y seguramente tomará su trabajo con todo interés.
–¿Cómo fue que se rompieron los canales de comunicación entre PRI Aguascalientes y PRI México?
–No lo sé porque yo no soy parte del comité, soy delegado, soy consejero, pero no soy miembro de la operatividad diaria en el partido. Yo no digo que se hayan roto, simplemente hay cambios, desgraciadamente pasamos por tres delegados, no nos ayudan en nada. Si no iban a estar aquí mucho tiempo, pues que no vengan a Aguascalientes.
“Aguascalientes requiere delegados que por lo menos duren todo un proceso. Necesitamos que este delegado se quede todo el proceso, de aquí hasta el 7 de junio de 2015, trabajando intensamente con los priistas”.
–¿Chico ya se ha sentado con quienes quieren contender?
–Está trabajando. Yo creo que es más allá de los quieren contender. El PRI no son solamente los contendientes o los candidatos, el PRI es una gran organización de expresiones, muy importantes, con mucha representatividad, es a donde debe llegar. Debe llegar a convivir, a “escuchar”, y lo pongo entrecomillado, más que a ser escuchado.
“Veo a un Miguel Chico muy enterado de la problemática política en Aguascalientes, venimos de dos derrotas lamentables para el partido. Eso nos debe ocupar, no preocupar. Logra unión en dos los priistas, somos miles”.
Arellano señaló que el delegado poco tiene que decir a la militancia. Antes de discursar, subraya, debe poner atención a lo que quieran contarle.
“Yo considero que ahora con Miguel Chico, el senador, y con nuestra nueva dirigencia, tanto con Paco Guel como con Juan Manuel Gómez y los nuevos secretarios, podremos hacer un trabajo político urgente, ya estamos en año electoral, ya no hay mucho que estar pensando”.
–¿Cómo siente la dinámica en su partido? ¿Primero se piensa en 2015 y luego en 2016?
–No hay de otra, no sé a qué te refieras con el 16, con eso te digo todo. Para los que dicen ser priistas el interés es el 2015.
Apuntó que el plan presidencial requiere “un Congreso ad hoc” al Poder Ejecutivo, para concretar toda una serie de modificaciones secundarias que proceden de las llamadas reformas estructurales.
“Obviamente ese Congreso tendrá que ser de priistas convencidos, de priistas leales a él y al PRI. Creo que en ese sentido tendrán que ir las candidaturas por Aguascalientes el año que entra”.