En estos días nos hemos dado cuenta de una serie de desmanes cometidos por grupos de “encapuchados”, y de otros llamados “maestros”, que va desde el secuestro de vehículos, toma de casetas en autopistas y cierre de las mismas, violando el derecho constitucional de libre tránsito de miles de mexicanos. Otros quemando palacios municipales y gubernamentales, cierre de negocios y centros comerciales, quema de vehículos y robo de las mercancías que transportaban; pintas en las que se manifiestan por una lucha de clases y en las que satanizan a los que trabajan y pagan impuestos para que les paguen sus becas y sus salarios a los violentos y que a cambio etiquetan a estos como “capitalistas”.
Pero ¿por qué se ha desencadenado este tipo de movimientos que están siendo aprovechados por los extremistas y violentos de todo tipo? Creo que ha sido la falta de sensibilidad de los tres niveles y órdenes de gobierno de no entender que la corrupción y la impunidad estaban llegando a su clímax, la cual ya no es tolerable. Con temor observamos que hay gobiernos municipales a las órdenes de los criminales; gobiernos de los estados unos sin ejercer su misión de gobernar, dejando vacíos que aprovechan grupos violentos para imponer su ley y adueñarse de las entidades, por ejemplo Oaxaca, Michoacán y Guerrero, y en cierto nivel el Estado de México y Morelos. A raíz de eso, se han cometido crímenes terribles, entre ellos el de los normalistas de Ayotzinapa, qué fue lo que detonó la serie de protestas que tienen al país en vilo.
Pero esto no es fortuito, por ejemplo, el estado de Tamaulipas, con un gobernador incapaz de poner orden, inclusive sin aclarar el homicidio de su mismo hermano, que de hecho era el candidato casi ganador. Ese estado sigue siendo el número uno en secuestros y homicidios a nivel nacional. Todas estas incapacidades de dar seguridad a la sociedad, han causado los asesinatos y desapariciones forzadas que a la fecha no han sido castigadas y quizá ni siquiera investigadas.
Aunado a este fenómeno tenemos la corrupción que se ha generalizado, desde los señalamientos de que el legislativo, con los ya famosos “moches”, se ha infectado. Recuerdo que al menor rumor o indicio de corrupción, cuando el PAN fue Gobierno Federal, se formaban comisiones para todo y se daban declaraciones incendiarias, ahora lo más que hacen es desalojar sus sedes cuando saben que habrá manifestaciones cerca. Ahora no han sido capaces de no sólo no formar una sola comisión para los graves asuntos que están sucediendo (aparte de la faramalla de Iguala que nunca dio un posicionamiento de la Cámara), sino que no se han manifestado con referencia a los grandes temas que la sociedad quiere se resuelvan.
El Poder Judicial se ha visto en la necesidad de dar de baja a no pocos jueces y magistrados que han sido señalados como cómplices de delincuentes y que han vendido sus resoluciones a una de las partes y les han encontrado que se han enriquecido de manera ilícita.
Los partidos políticos no se han manifestado ni fijado su posición frente a las denuncias de corrupción en contra del Ejecutivo por los casos de la casa de la esposa del presidente, de la cancelación de la asignación de la construcción de un tren rápido de Querétaro a México, la violación al pacto federal con el “enviado especial” a Michoacán a gobernar y con un gobernador cooptado, la falta de autoridad del gobierno de Oaxaca, pues ahí la sección 22 de la CNTE hace lo que quiere. Lo más que se hizo fue no dejar al gobernador Cue Monteagudo ser dirigente de la Conago. Y qué decir de Guerrero, en donde la tardía toma de decisiones provocó que se desbocara la violencia y se llegara a casos como el de Iguala y otros anteriores, pues en las fosas clandestinas descubiertas se encontraron los restos de aproximadamente 38 personas, de las cuales a la fecha sólo han sido identificados los restos de un sacerdote, los demás siguen sin identificar y no se sabe que se hagan las investigaciones para ver quiénes eran, pues… ya se cansaron. Con lo anterior, los partidos ¿cómo creen que los recibirá la sociedad en las campañas de 2015? y, sobre todo, ¿qué van a pensar los ciudadanos y cómo van a creer en sus propuestas? Veremos, pero ahora se encuentran en un silencio cómplice que no presagia buenas cuentas. Y qué decir del Ejecutivo, que desgraciadamente se ha visto paralizado ante todo tipos de eventos. Como en Baja California Sur, por el huracán que le pegó con tremenda fuerza. No reaccionaron y hasta ahora las comunidades se encuentran en situación desesperante. Cuando se denunció, inclusive públicamente, al presidente municipal de Iguala, de asesinato, no se hizo nada, se pidió que se llevaran las pruebas cuando ese es su trabajo. La salida tardía a resolver el problema del Politécnico, dando la impresión de una debilidad institucional tremenda. Y qué decir de la inseguridad, la estrategia de bajar de los titulares los homicidios, secuestros y extorsiones no resolvió el problema, al contrario, lo empeoró.
Como consecuencia, podemos decir que la corrupción, la impunidad y la falta de oficio gubernamental son las causas principales de lo que pasa en el país.
El burro hablando de orejas: No entiendo por qué el ex gobernador intenta aparecer como hombre honrado, cuando todo aguascalientes sabe que en su gobierno se enriqueció a más no poder. A poco cree don Felipe que el pueblo tiene mala memoria? Habla de corrupción e impunidad cuando él ha sido beneficiario de ambas cosas, como la “compra” de 500 hectareas de tierras en zona hotelera en Puerto Vallarta ,Jalisco, a 10 centavos el metro cuadrado, la venta de carros de lujo robados que vendía su gente a precio de oferta, mercancías robadas por las ratas de asfalto que aparecían en sus bodegas del Centro Agropecuario, las concesiones de casinos, entre otra muchas raterías, sin faltar los descarados robos al erario. Y todo esto impune. Ahora el “señor” perdió la memoria y grita: al ladrón, al ladrón. Viejo sinvergüenza rabo verde, que sedujo a su ahijada Claudia Virginia con la que tiene dos hijos a los que les ha negado su apellido. Ahora el “señor” presume una honestidad que nunca ha tenido. Qué cínico.