Crisis en las instituciones / Norma González en LJA - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Los acontecimientos de Ayotzinapa han sido un detonante para exponer la crisis que atraviesan las instituciones del Estado Mexicano.

Ha quedado expuesto no sólo el fracaso del Estado para enfrentar al crimen organizado sino también la penetración en las corporaciones policiacas de todos los niveles, principalmente las policías municipales.

También ha expuesto la falta de respeto y credibilidad en la impartición de justicia, por parte del Poder Legislativo representado por la Cámara de Diputados y Senadores,  y por primera vez desde la revolución, está presente una dura crítica a la investidura presidencial. Es el Poder Ejecutivo, a quien se está enfocando la crítica por su incapacidad por resolver la crisis de seguridad que vive el país, además de otros elementos de igual importancia.

Las manifestaciones más activas están concentradas en dos sectores, los jóvenes, principalmente  estudiantes. Y los maestros Guerrero, Michoacán y Oaxaca. Ayotzinapa es quien detona las manifestaciones muchas de ellas violentas, pero en el fondo la crítica es mucho más amplia, incluye el entramado institucional del Estado.

Está claro que el proceso democrático del país no propició cambios y transformaciones en las instituciones. La circulación de las élites que genera la alternancia en México no funcionó para erradicar los vicios del viejo sistema político, y las clases políticas emergentes se asimilaron a ellas con gran facilidad y nunca plantearon hacer transformaciones de fondo.

Hoy encontramos que igual pasa si gobierna el PRI, el PAN o el PRD, o quien sea, los errores y el comportamiento político es el mismo. Lo que  ha generado el proceso de competencia, no es el esfuerzo de los líderes partidistas por ejercer un mejor gobierno, lo que han hecho es afinar los mecanismos de control electoral y  se han vuelto abiertamente clientelares, todos.

La pluralidad ha procreado el comportamiento del viejo régimen, entonces no deberíamos sorprendernos por las críticas desproporcionadas de sectores que han ido acumulando agravios de generación en generación sin que las cosas cambien.

Aparte de todo esto, la alternancia no logró elevar los niveles de bienestar en la clase media, ni abatir los índices de pobreza en los sectores más desprotegidos. Sin embargo, la concentración de la riqueza y el poder económico de los monopolios de México, han reafirmado su posición de poder económico. Siguen siendo predominantes tanto en el viejo régimen, como en el proceso de alternancia democrática.

A pesar de que la crítica social es multifactorial, se observa que los elementos que están detonando la violencia y animando los procesos de manifestación violenta son básicamente; la falta de seguridad social en las comunidades, especialmente las que están ubicadas en la frontera con E.U. y las zonas de playa y turísticas.


El segundo factor es la crítica a la corrupción pública. La falta de respeto a los actos de autoridad, a las decisiones de la élites políticas y partidistas, la ausencia de empatía entre la clase política y el ciudadano, lo que expresa en el fondo, es la falta de confianza por  casos de corrupción reiterada en la clase política sin que exista un canal institucional que castigue y que ponga orden en estos abusos de poder.

Junto con estos dos factores que son ya de por sí importantes para la sociedad que los padece, súmesele la falta de oportunidades y de empleo en una parte importante de la población. En el caso de la población económicamente activa, que generalmente trabaja duramente su jornada laboral y aún más, el ingreso que recibe por su trabajo difícilmente alcanza para satisfacer sus necesidades más básicas.

Aún teniendo empleo, horas extras, actividades económicas complementarias, el poder adquisitivo de la población es verdaderamente precario y viven en condiciones de alto estrés por la imposibilidad de pagar las cuentas y darle a sus hijos los satisfactores más elementales.

Por ello, cuando las circunstancias exponen de manera tangible lo que la población sabe y sale a la luz, hay sectores que se expresan abiertamente en contra del sistema establecido, el resto de la población acumulando agravios que en algún momento pueden detonar. Si la corrupción es un problema estructural que expone la debilidad de la estructura institucional,  ¿Otro pacto la pude resolver? No lo creo, es un problema que no se puede plantear de arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba para que tenga credibilidad y con ello legitimidad.

Mi correo: [email protected], Twiiter: @normaglezz.

 


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