- El dirigente nacional de la CROM indicó que el tema no sólo es la desaparición de los 43 normalistas, sino el resto de las personas encontradas en fosas, la corrupción e impunidad
- Rodolfo González Guzmán consideró que es necesario un cambio en la estrategia de seguridad y búsqueda de los desaparecidos
Para Rodolfo Gerardo González Guzmán, líder nacional de la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM), la actual situación, y en específico el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa, es el reflejo de la descomposición por la que transita el país.
Señaló que es lamentable para todos los mexicanos y algo que jamás debe volver a ocurrir independientemente de los partidos que se encontraran gobernando las zonas en crisis y añadió que no sólo son los 43 normalistas, sino todos aquellos cuerpos de desaparecidos que fueron encontrados en fosas clandestinas en diferentes estados y que no han logrado ser identificados.
El secretario general de la CROM a nivel nacional indicó que es una descomposición de hace muchos años, y aunque dijo que no pretende justificar nada, consideró que el titular del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, no es responsable de la crisis por la que atraviesa el país, pese a las múltiples críticas que ha recibido por la omisa respuesta a las investigaciones, tanto a nivel interno, como desde la perspectiva de los medios de comunicación en otros países.
Habló de la necesidad de crear una comisión que dé cuenta de las investigaciones para que la población sepa sobre el caso, y aseveró que la estrategia de investigación y la de seguridad no han sido correctas, e indicó que “se han hecho algunos esfuerzos”, sin embargo, aceptó que las respuestas en materia de seguridad a través de las políticas públicas han sido insuficientes.
González Guzmán justificó las protestas y manifestaciones, por lo que estableció que “los mexicanos queremos respuestas y el Gobierno no tiene por qué atentar contra la libertad de expresión y organización, argumentando que existe una tentativa de terrorismo cibernético y desestabilización social”. Con ello dijo que la declaración de Peña Nieto en torno a los posibles “desestabilizadores” del país, no existe justificación si se refiere a las manifestaciones, pero enfatizó que seguramente tenía que ver más con los “seudoanarquistas o infiltrados”, grupos considerados como violentos.
Además de la crisis de seguridad nacional a la que se enfrenta el país, sentenció que los constantes señalamientos a Peña Nieto, en torno a su declaración patrimonial y el manejo de sus bienes, tienen que garantizar una respuesta que evite la especulación en torno a posibles actos de corrupción y añadió: “tiene que haber un combate frontal contra la corrupción, no se trata de ver quién es más o menos corrupto”. Y sobre la negativa de los legisladores priistas a realizar la investigación correspondiente sobre la obtención de los recursos y la transparencia de sus bienes aseguró que pudiera ser un error negarse a transparentarlos.