- Lorenzo Córdova Vianello señaló que la herencia del presidencialismo en la Constitución de 1917 “fue y sigue siendo plenamente autoritaria”
- La problemática actual da cuenta de instituciones que no han encausado el descontento popular, aseveró el consejero presidente del INE
Como parte de los eventos conmemorativos que realiza la Universidad Autónoma de Aguascalientes en torno a la Soberana Convención Revolucionaria se llevó a cabo la conferencia magistral Soberana Convención Revolucionaria de 1914: Antecedentes, contexto y repercusiones en el sistema político actual, la cual, fue dictada por Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, esto como parte de la celebración del XIX aniversario de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública.
Luego de que Griselda Alicia Macías Ibarra, jefa del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), recordara que dicha carrera surgió hace 19 años y destacara la conmemoración del Centenario de la Soberana Convención Revolucionaria de Aguascalientes, de la misma manera que lo harían Daniel Eudave Muñoz y Mario Andrade Cervantes, decano del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades, y rector de la UAA respectivamente; Lorenzo Córdova Vianello, presidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), tuvo como escenario el Auditorio Dr. Pedro de Alba de la UAA, para hablar ante estudiantes y funcionarios de diversas estructuras gubernamentales, acerca de las repercusiones de la Soberana Convención de 1914 para el contexto actual.
Recordó la presencia de su padre, Arnaldo Córdova, durante la conmemoración del 75 Aniversario de la Soberana Convención, en 1989, y estableció que quien recientemente falleciera, dejaría un legado acerca del estudio de la historia y formación del sistema político mexicano.
Córdova Vianello hizo mención al contexto en que se desarrolló el evento de líderes revolucionarios y subrayó que la conmemoración de sus cien años invita a la reflexión acerca de la situación actual; dónde estamos y a dónde vamos. Lo calificó como un parteaguas de la coyuntura nacional, que se convirtió en reflejo de las distintas visiones del país, y se tradujo en el triunfo del pragmatismo de los constitucionalistas.
Estableció que Carranza nunca tuvo programas agrarios y sociales, rasgo que dijo, le arrebató al villismo y zapatismo, quienes contaban con un alto contenido ideológico, pero carecían de un proyecto político de nación. La Soberana Convención, aseveró, catalizó los anhelos de las fuerzas revolucionarias, donde el proyecto político más realista y afinado fue el que triunfó.
El presidente del INE se remontó al escenario de la Convención para afirmar que el primer debate se sostuvo en su calificación de “soberana” y especificó que el constituyente de 1917 convocó a una reforma de la Constitución, mas no a una nueva, contrario al objetivo de la reunión entre facciones revolucionarias. Esta última, adujo, “se trató de una asamblea amplia e influyente, contraria a la convocada por Carranza en la Ciudad de México previamente”. La de Aguascalientes, enfatizó, fue la primera y única en la que existió la paridad de condiciones donde todas las fuerzas políticas manifestaron sus expresiones, cosa que no sucedió durante la conformación de la Constitución de 1917.
Sin embargo, Lorenzo Córdova contrastó, la Convención se convirtió en el campo de batalla de las fuerzas irreconciliables, lo que a la postre, produjo su fracaso, no desde la perspectiva del derrotismo, sino desde las posiciones de los diferentes participantes, que intentaron lograr un avasallamiento del resto, mismo que para la actualidad se ha convertido en el reflejo de un presidencialismo autoritario, plasmado en la Constitución de 1917 y ahora vigente.
Para efectos prácticos, subrayó, la Soberana Convención fue ineficaz para la construcción de un nuevo orden, sin embargo, defendió, tuvo una enorme riqueza ideológica, a través del villismo y zapatismo. Fue, dijo, “un espacio inocuo e inerte políticamente, mas no ideológicamente, que invita a releer el programa que planteó y donde seguramente, existen promesas que no fueron cumplidas y que debieran ser retomadas en la actualidad”.
El evento que tuvo cita en el Teatro Morelos, el 10 de octubre de 1914, aseguró, deja tres lecciones: la necesidad de que se configure un contrato social unánime, no como el sucedido, donde los carrancistas abandonaron; la diferenciación entre la legitimidad política e ideológica que no van de la mano pero que requieren ser conciliadas; la falta de un discurso con intereses en común; la crítica a la postura amigo-enemigo; y la necesidad de un contexto pacífico para lograr las propuestas que se planteen.
En relación con la actualidad, el consejero presidente del INE percibió la necesidad de preguntar hacia dónde vamos, y tomar en cuenta las agresiones de normalistas a personajes políticos, como un descontento e inconformidad de la sociedad, hartazgo hacia la clase política que recuerda que las instituciones del estado no son suficientemente incluyentes para responder a los problemas de la colectividad, diferente al contexto de 1914, pero con una serie de paralelismos.